Capítulo 15.

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10 meses después.

-Bueno, creo que debo irme.
El Brujo que había ido a cuidar a sus niños era alto y moreno, Magnus había agradecido que su novio no estuviera allí porque empezaría a comportarse cómo loco. El chico parecía muy peligroso, y Magnus estaba seguro que Alec no lo hubiera dejado ni entrar a la casa.
Luego de que el hombre saliera de la casa fue a ver a sus niños. Presidente Miau estaba con ellos, William le acariciaba la cola y Zoey apenas notaba su presencia. Ambos niños siempre tranquilos, excepto cuando se trataba de magia.
Magnus se acercó y cargó a Zoey en sus brazos.
-¿Que tal princesa?
Le tocó la nariz divertido y la pequeña sonrió, una sonrisa sincera que le daba a su padre. Era su niña, la niña de su ojos, el era débil con ella y odiaba eso, pero amaba sentir que su niña era feliz y qu estaba a salvo. Apretó sus labios contra su pancita y sopló, provocando carcajadas de la morena.
Se sentó en el suelo, con su princesa en sus brazos y jugó junto a William, el pequeño armaba una pirámide de bloques y su padre le ayudaba a que esta no se cayera. Luego, les hizo cosquillas a ambos niños. Se rieron mucho y Magnus sabía que ese era el lugar al que quería pertenecer: a esa familia, a esa familia que a pesar que no era inmortal, era infinita para él.
Llevó a los niños a la cocina y prendió la televisión para ponerles esos tontos dibujitos animados mientras él cocinaba algo. Unoa dragones verdes y violetas aparecieron y Magnus los miró ridículo.
-¿Y esto les hace ver su padre Alec?
Mientras preparaba un poco de salsa, oyó la puerta abrirse.
-¿¡Magnus!?- la voz de su novio resonó por la casa, no había entrado directo a la cocina, Alec estaba en el living. Eso era extraño, así que fue a ver que pasaba.
La escena con la que se encontró lo sorprendió: estaba Alec parado con nerviosismo y una pequeña maleta a su lado. Cerca de él, una niña de no más de 5 años, con cabello largo y castaño, ojos oscuros y un oso de felpa en su mano. Magnus la observó y examinó, para luego llevar su mirada confundida a su novio.
Alec mostró una leve sonrisa y luego se dirigió a la niña.
-¿Por qué no miras un poco de televisión mientras Magnus y yo preparamos la cena?
La niña lo observó y lo siguió hacia el living, dónde Alexander prendió el televisor y lo dejo en un canal de dibujos animados. Le prometió a la niña volver pronto. Y se dirigió a Magnus. Ambos se fueron a la cocina. Alec saludó a sus bebes, y cuándo William le pidió a upa, lo mantuvo en sus brazos.
-¿Que rayos hace esa niña aquí?
-Es... Es una cazadora de sombras, ¿vale? Su padre murió antes de su nacimiento y hace poco murió su madre. Sus hermanos están enfermos y ella necesita un hogar. Yo sólo... Sentí compasión y creí que podríamos adoptarla.- el rostro de Alec demostraba su real preocupación.
-Alec, cariño, yo... Tenemos dos bebes con magia peligrosa que cuidar y ¿tu traes a otra niña? No sé si esto pueda funcionar, ¿sabes? Me da pena, pero no podemos cuidarla ahora.
-Magnus... Sólo... Sé que es mucho que pedir, en serio, pero ella ya tiene 4 años, y es bastante independiente, podrá ayudarnos y jugar con los niños. Vamos, sólo dale una oportunidad.
-Alexander, no se si pueda con tanto.
-Sabes que te ayudaré.- se acercó y lo tomó de las manos. - Por favor, amor, quiero una familia con amor para todos los que se crucen y lo necesiten. Me crucé con esta niña y por algo será, tal vez el destino, o no lo se. Pero sabía que no podía dejarla, que yo estoy dispuesto a darle ese amor que nunca llego a disfrutar.
Magnus suspiró profundo, cerrando los ojos. Alec era un gran chico y Magnus también quería ayudar a esa niña. ¿Pero acaso podrían con tantos niños?
-Vale, pero con la condición de que si no podemos cuidarla, se vaya.
Una sonrisa se formó en el rostro de Alex y abrazó con fuerzas a su pareja.
En cuánto se separaron, Alec quiso saber qué cocinaba.
-Unos fideos y salsa. ¿Los preparas tú?.
-Si, claro, amor.
Alec dejó a William en la silla para que pudiera mirar televisión con su hermana y se puso a trabajar.
-Y pues...- preguntó Magnus mientras se limpiaba. - ¿Como se llama la niña?
-Janet, y es muy dulce. ¿Por qué no hablas con ella?
-Está bien, pero sabés que no me llevo bien con cazadores de sombras...
Se alejó de la cocina. Pasó por el comedor y se dirigió al living. Janet seguía viendo la televisión en el mismo lugar que Alec lo había dejado.
Magnus se paró con cuidado al lado del sillón y ella le miró.
-Janet, ¿verdad?- ella asintió. -Y tú... ¿que te gusta hacer?
Al principio ella tratamudeo, per luego tomó algo de confianza.
-Me gusta... Me gusta dibujar.
-Oh, eso es... Genial, ¿quieres dibujar ahora?
Janet se encogió de hombros pero Magnus le buscó una hoja y lápices.
Janet y Magnus hicieron una competencia de dibujos, obviamente el Brujo hizo tramapa usando magia. La niña reía y se enojaba cómo toda Cazadora, pero era adorable. Y esa situación era observada por Alec detrás, quién sonreía cómo tonto. Eran un paquete completo, una familia completa. Y no había nada ni nadie que pudiera cambiar eso.

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Puesss holaaaa!! Hace tiempo no subía un cap, espero que les guste. Es un capítulo bastante especial, dónde la familia tal vez se agrande  y las cosas se compliquen. Pero  ojalá éste todo bien para Magnus y Alec.
Gracias por leer. Los quiero a todos! Un abrazo con mucho amor- Lara Vázquez.

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