Aprendiendo A Ser Romántico "Daniel Seavey & Tú" {Terminada}

Capitulo 43

                  

Después de la cena, decidió que antes de llegar a su encuentro con Daniel, pasaría por el cuarto de su cuñada y le rogaría perdón... Pensó que lo más conveniente sería ponerse de rodillas e implorar, porque conociendo a Christina, debería recurrir a medidas extremas... No en vano, recordaba la vez que Christina y Corbyn, se pelearon antes de su noviazgo, porque él se había burlado de ella. Y ella y Corbyn sólo se amigaron cuando a su hermano lo atropellaron... luego pensó **Tendré que hacer que me atropellen para que me perdone?**
Llegó al cuarto y golpeó la puerta. Al instante apareció Isabella y la miró sonriente. Ella le preguntó por Christina y la muchacha le permitió la entrada. Cerca de su cama encaramada en su escritorio, estaba Christina... leyendo revistas como siempre. Cuando levantó la vista, miró a ________ y su rostro se puso serio de repente. _______ tomó aire, dándose valor, y fue hacia el escritorio. Christina siguió leyendo como si nada. _______ suspiro, pero Christina no dio señales de querer hablar. ________ suspiró de nuevo. Sería una empresa bastante difícil.
- Tu: Qué haces? – dijo para romper el hielo. Christina no dijo nada – Es una noche muy linda... ya cenaste? las papas estaban para morirse...
- Christina: Qué quieres? – Dijo secamente – Dudo que hayas venido sólo para decirme que tal estuvo la cena – _______ se puso roja – Si no te diste cuenta, yo estaba cenando... ahórrate...
- Tu: Christina... Yo quiero hablar contigo...
- Christina: Pero yo no! – dijo con voz severa
- Tu: Aunque sea... sólo escúchame, si? No te pido que... hables... sólo quiero que... – Ella siguió leyendo y no dijo nada. Era la señal que le indicaba a ______ que al menos, Christina la escucharía. – yo... soy una tremenda id!ota... - Christina suspiro – Si, es que... no sé por qué fui tan tonta en decir esas estup!deces... - Respiró – mira, yo nunca haría lo que dije... decirle a mi mama nada, pero es que Corbyn me sacó de quicio!! – Christina la miró – Siempre está refregándome cada una de las trastadas que me mando con los chicos... haciendo entender que yo soy una coqueta sin remedio!! – Sus ojos se aguaron – y yo tengo que quedarme callada... porque sé que tiene algo de razón... pero lo que dije... sé que no tengo perdón... lo siento– bajó su cabeza.
- Christina: ______... - dijo ella en un tono más maternal – Me moleste mucho... sabes que mi relación con tu hermano es... llega hasta... bueno ya sabes... pero no quiero que todo el mundo sepa qué hacemos cuando estamos solos... me hiciste quedar mal frente a Daniel... y quién sabe cuántos más habrán escuchado...
- Tu: No había nadie... pero eso no es lo que importa – se acercó y se tiró al suelo – perdóname!!
- Christina: Hay ________! levántate please – dijo su amiga colorada – no tienes que llegar al extremo...
- Tu: Pero... lo haré, si corre peligro la amistad que tenemos... tienes razón, estoy frustrada.... Daniel está con esa infeliz... y él me manda mensajes que confundo... me mira de una manera, y luego, cuando habla, borra lo que entiendo en su mirada...
- Christina: Estas chiflada! – dijo ella sonriendo.
- Tu: Te das cuenta? – preguntó secándose las lágrimas – él me tiene trastornada! Por eso, no tomes en cuenta lo que dije hoy... fue un intento de abochornar a mi hermano... una inocente broma, sólo que no medí las consecuencias y que en eso te lastimaba a ti.
- Christina: Está bien... pero...
- Tu: Volvemos a ser las amigas de siempre?
-Christina: Off course! – dijo ella y se abrazaron.
- Tu: Gracias Christina!!
- Christina: Pero aún siento que no eres tan honesta conmigo – ella se separó y la miró sin entender –no me has contado qué pasó realmente en su encuentro esa noche.
- Tu: No hay nada... - dijo colorada.
- Christina: Está bien... - suspiró su amiga – entiendo que no quieras decírmelo... esperaré pacientemente hasta que tengas el valor de contarme... no te presionaré ni nada...
- Tu: Yo... tengo que irme...
- Christina: Dónde vas a estas horas?
- Tu: Ah... tengo que realizar una... tarea... extra... tu sabes... el castigo de historia...
- Christina: Ah... - dijo sin creerle – bueno, nos vemos mañana?
- Tu: Así es... hasta mañana Christina!!
- Christina: Hasta mañana – ______ se fue y Christina la miró hasta que desapareció por la puerta – en que andarás metida que no quieres contarme?
La noche estaba oscura. La luna estaba escondida tras gruesas nubes que amenazaban con inundar el mundo. Muy a lo lejos, se podían vislumbrar los rayos que anunciaban la inminente lluvia. ______ llego a la hora fijada, pero Daniel todavía no daba señales... Tenía dos opciones, entrar, o esperarlo afuera... Y se dio cuenta de que tendría que elegir la segunda opción, porque no había llevado las llaves... para peor, un trueno desgarró el silencio del bosque y la lluvia comenzó a mojar su cuerpo. Se pegó a la puerta, para que el techo la protegiera un poco de la fría lluvia, pero eso no evitó que se mojara. Un minuto después, llegó Daniel. El la miró y ella tenía ganas de matarlo. Abrió la puerta rápidamente y la dejó entrar. El perro se abalanzó hacia el muchacho, pero este no lo dejó salir... la lluvia caía copiosamente, y dudaba que el puchi, dejara la casa limpia una vez que volviera de su incursión al patio Después de acariciarlo levemente, el perro se acomodó en su cama, y se durmió. Daniel prendió la fogata de la chimenea y seco su ropa. ________ Al no tener con que secarlo, le pidió que secara las suyas, así que Daniel realizó lo mismo con ella. Pero ella aún tenía frío, por lo que se sentó cerca del fuego. El se sentó en la alfombra. No dijeron nada hasta unos minutos después. ______ lo miraba. El había secado su ropa pero no así su cabello, que mojado se rebelaba, lo que lo hacía ver hermoso. El se refregaba las manos.... Estaba visiblemente nervioso. Y Claro que estaba nervioso! Daniel estaba que se moría por besarla, pero no quería arruinar su amistad. Aunque entendía que nada era igual... ellos casi ni se trataban desde lo sucedido en la cena... La miró. Su cabello estaba mojado y se le pegaba a los costados de la cara. El brillo del fuego, reflejaba la palidez de su piel. Se fijó en sus labios. Estaban morados... ella tenía frío.
- Daniel: Tienes frío? – Ella lo miró con rabia.
- Tu: Dijiste que a la hora de siempre!
- Daniel: Disculpa... es que... Corbyn quería venir...
- Tu: Qué? – preguntó alarmada.
- Tu: Dijiste que a la hora de siempre!
- Daniel: Disculpa... es que... Corbyn quería venir...
- Tu: Qué? – preguntó alarmada