Sólo a ti te puedo amar ©

Capítulo 8

No puedo creer que se haya atrevido a mandarme este arreglo y está estúpida nota.

«Chipi»

¡Por Dios! ¿Cree que sigo siendo la misma estúpida?

«No sabes en donde te estas metiendo Hudson Hartley.»

No podía creer el nivel de desfachatez que una persona puede tener, ese hombre supera a cualquiera.

No sé qué quería, pero no le permitiría volver acercarse a mí.

Sí, le propuso una "increíble" negociación a mi hermano, tal vez está era una de las cosas que harían que estuviéramos en contacto, pero eso no significaba que tratará de acercarse a mí con otro fin.

No fuimos algo realmente, ahora no somos nada y estaba segura que no lo seríamos nunca.
Quería jugar de la misma manera que él, pero francamente no valía la pena, y menos si eso involucraba a mi familia.

Lo que tenía que hacer es terminar esto cuanto antes, quería saber que era lo que quería y dejarle claro que lo olvidé y que no lo quiero volver a ver nunca.

— ¿Deniss porque esa cara?
Escuche la voz de Chloe llamarme.

—Es la que siempre tengo —escondí rápidamente todo lo que estaba sintiendo, no quería que nadie supiera, ni sospechara que nuevamente no estaba bien, la causa la misma, el mismo hombre de esa tres años, Hudson Hartley.

—Me pareció verte preocupada, pero creo que fueron ideas mías. Pero mira nada más que lindas calas ¿son para ti? ¿Quién te las mando?

—Umm no sé, no había ninguna nota, posiblemente de algún amigo de la Universidad – sonreí mínimamente nerviosa.

—Pues que amigo, esas flores son de una exclusiva florería de Londres

— ¿Cómo lo sabes? —la note sospechosa

—Por el pequeño logo bordado del moño, hermanita —dijo como si nada.

Dejo de hacer preguntas o algún otro cometario y se dirigió al jardín, a diferencia de mi o mi hermano, ella siempre fue más discreta en todos los aspectos, se conformaba con una respuesta. Siempre decía que respetaba tu silencio; lo que yo pensaba, es que realmente no le importaba lo que te pasará, así es ella, así la quiero.

Volví a mirar las calas, y aunque eran mis favoritas no las quería conmigo así que fui a la parte trasera de la cocina para deshacerme de ellas, lástima, eran unas flores hermosas.

—Deniss a donde llevas esas flores

Sí, atrapada con las manos en la masa por mamá.

—Les iba a poner en agua —mentí

—Deja yo lo hago, yo lo quiero hacer

Mamá miro con adoración las flores, realmente eran hermosas, el blanco, amarillo y verde resaltaba de sobre manera, además de que las que ya estaban abiertas por completo eran enormes.

—Nat te está buscando, creo que no has hablado con ella. Anda ve, yo me encargo de estas hermosas flores.

Me resigne entregándoselas y fui en busca de Nat, ya después me encargaría de ellas, no las quería conmigo, no se a que estaba jugando ese hombre, pero esta vez no funcionaría.

Volví al jardín, encontrando a Nat en el transcurso, era de las pocas amigas de la Universidad con la que seguía en contacto, con ella y con Hana, sólo que ella no pudo venir.