Capítulo 20

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Alargue mi brazo para recibir su saludo, por más que me resultará totalmente desconcertante la presencia y la mirada que ese hombre me dirigía, tenía que responder a su saludo por cortesía.

Me miraba de una manera extraña, con un amago de sonrisa burlona en su rostro, podría jurar que era la misma sonrisa que me dirigió hace tres años cuando me entregó las fotos de Hudson con otras mujeres, era extraño, muy extraño; si era su hermano, como acababa de decir, era un más extraño que me haya entregado fotos que harían que yo odiara a Hudson. Creo que la gente rica suele tener estos „problemas". Y si no hay que preguntarle a Donatella Versace.

Si en su momento Hudson me pareció totalmente raro cuando lo empecé a conocer, este hombre lo era aún más y eso sólo tomando en cuenta que lo he visto dos veces contando esta.
Respondí a su saludo cortésmente.

—Deniss Miller, mucho gusto —tomó mi mano en un apretón firme y la dirigió a sus labios, besando el dorso de la misma, tomándome por sorpresa. Pensé que sólo hacían eso en las películas, y películas viejas.

—Encantado señorita Miller, déjeme decirle que es usted una mujer muy hermosa

Vaya, directo al grano con el hombre, no estaba muy acostumbrada a este tipo de comentarios de manera tan directa y menos de un hombre como él, un tanto raro y enigmático.

—Em... Gracias —atine a decir un poco confundida y descolocada.

—Al parecer va de salida señorita Miller

—Así es, tengo un par de asuntos que resolver, no hay nada realmente importante que me detenga aquí, hasta cierto punto, siento que sólo estoy perdiendo el tiempo.

—Pero que directa es usted señorita Miller, algo digno de apreciar

—Al parecer en algo nos parecemos señor Hart... —

—Bennedit, sólo llámeme Bennedit y esta demás decir que sería un placer llamarla sólo por su nombre... —me sonrió abiertamente.

Su tono amable y desenfadado no lograba convencerme, había algo en él que me parecía extraño, más aún demasiada amabilidad y tanta delicadeza cuando hipotéticamente, nos acabamos de conocer; sin embargo seguiría fingiendo que no lo conocía y que nunca en mi vida lo había visto, sería hasta saber qué es lo que quiere realmente, porque estúpida ya no soy, o al menos trato de no ser igual de ingenua que antes.

—Creo... —iba a responderle que no me parecía correcto, ni lógico que ambos nos llamáramos con nuestro nombre de pila cuando nos acabamos de „conocer", pero la voz gruesa y tensa de Hudson me interrumpió.
—Aún no es la hora de la junta Bennedit, así que será mejor que salgas de aquí, estamos en medio de algo importante

Bueno, pareciera que no son hermanos por el tono tan duro y enojado con el que Hudson sea había dirigido a su hermano mayor, eso sin contar la mirada asesina que le dirigía, a la cual Bennedit respondía con sorna reflejada en el rostro.

— ¡Oh hermanito! quise llegar antes, para checar como van las cosas por aquí, esperando que sigan funcionando como cuando papá estaba.

—Están mejor que antes y lo sabes —escupió con enojo y los dientes apretados.
Interesante, muy interesante.

Todos nosotros estábamos en medio de una batalla que no era nuestra, sintiendo como la tensión iba en aumento y se hacía palpable, creo que lo que todos queríamos era salir de puntillas sin hacer ningún ruido o movimiento en falso para que la bomba no estallara. Hasta que volví a escuchar la voz del mayor de los Hartley.

Sólo a ti te puedo amar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora