Capítulo 29

68K 5.6K 1.5K
                                    


Capitulo dedicado a MafeAlonso una de las perras favoritas de Wattpadter. Feliz cumpleaños atrasado, tarde pero seguro. Amante número uno de Hudson. La que nunca lo ama con locura sexual. 

 


Me sentía asfixiada ante el calor que en este pequeño cuarto de baño se extendía, sus palabras retumbaban dentro de estas cuatro paredes donde el golpeteo de las gotas de lluvia habían pasado a un segundo plano. Su tono de voz tan ronco inundo el espacio generando corrientes eléctricas que recorrieron cada parte de mi cuerpo; estaba demasiado excitada y estoy segura que no soy capaz de detenerme, no tenía las fuerza necesarias para alejar ni una décima parte del cuerpo de Hudson del mío, hacia tanto tiempo que no tenía sexo que en realidad estaba siendo muy débil al prácticamente ceder ante sus besos, acercándome más y más, no pudiendo evitar estremecerme ante las dulces caricias que los labios de Hudson daban a mi cuello, quería sentirlo lo más cerca que se pudiera, estaba tan receptiva y atribuía a eso mi falta de intimidad, no era porque mi cuerpo de alguna manera le perteneciera a Hudson, me negaba a creer eso, porque no era posible.

—Hudson… Hudson por favor… —parecía una gata en celo en busca de más, quería jodidamente todo, aunque estaba consciente de que después me arrepentiría de ello, quería disfrutar por un largo tiempo.

Podía sentir como sus manos abandonaban las caricias en mis piernas, empezando a recorrer mis brazos hasta llegar a mis manos donde me aferraba fuertemente a la toalla, daba suaves caricias que hicieron que aflojara el agarre que tenía en ella, la toalla cayo y sentí como el cuerpo de Hudson me cubrió, podía sentir su creciente erección en mi vientre y eso me excito aún más.

—Hudson…

Shh —susurro en mi oído mientras daba cortos besos en esa parte de mi cuerpo —se lo que necesitas y créeme que lo necesito también, pero no será aquí, no será en el cuarto de baño de una pareja a la que acabamos de conocer, será en un lugar que merezcas y con heridas sanadas, no por lujuria, si no por amor.

Sus palabras helaron por completo el momento, sentí como mi cuerpo se enfriaba a medida que sentía el rechazo.

— ¿Me estas rechazando? —estaba totalmente sorprendida ¡¿Cómo podía tocarme y besarme de esa manera si no pensaba seguir con lo que había empezado?!

—No te estoy rechazando, solo no quiero hacerte mía en esta situación. —susurro con la voz ronca y respiración entrecortada.

Estaba tan avergonzada, prácticamente le había rogado que siguiera, me había restregado a él, y sin embargo no dudo en rechazarme de esa manera.

Con lo poco que me quedaba de dignidad levante rápidamente la toalla cubriendo mi cuerpo, me sentía humillada nuevamente por su maldita forma de comportarse, por calentarme, prácticamente rogando por un roce más íntimo.

¡Dios que humillación!

—Te odio Hudson, en verdad te odio. ¿Hiciste esto como venganza de cómo me he portado contigo?

Todo mi desprecio estaba en esas palabras, odiaba la forma en que me hacía sentir, odiaba la forma en que me hablaba con la arrogancia que lo caracteriza, odiaba que pensara que me conocía, pero sobre todo odiaba que sus caricias y besos me habían hecho olvidarme de todo por largos instantes, entregándome al placer.

—Deniss… por favor… no hice esto para…

—No quiero saberlo, solo no vuelvas a tocarme.

Salí de inmediato sintiéndome más humillada que nunca en mucho tiempo, sintiendo un rechazo latente, rechazo que venía de un hombre al que no le debí permitir que me tocara desde un principio. Ubique la ropa que la señora Beckett me prestaría en lo que mi ropa se secaba, me sentía tan avergonzada y todo porque, por ser una completa idiota que se dejó llevar. Saldría de aquí cuanto antes, mire por la pequeña ventana, la lluvia no cesaba en absoluto, el agua corría a cantaros y el ambiente en el exterior era completamente tétrico.

Sólo a ti te puedo amar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora