Trilogía Imposible: 3. Pide un deseo

Capitulo 9

Mi cabeza estaba hecha un verdadero desastre. Lo poco que recordaba se remontaba a varios años atrás y era evidente que habían pasado muchas cosas, cosas que quizás no pensé que nunca... nunca jamás en mi vida pasarían como por ejemplo la evidente y enfermiza relación que tenía con Piera, mi hermana.

Necesitaba pensar, necesita respuestas, necesitaba alguien con quien hablar y me aclare todo o por lo menos algo, por más mínimo que sea. Sabía que de Brandon no obtendría nada, mucho menos de Jaime, pero algo me decía que Roxanne podría darme una buena versión de los hecho; es por eso que tomé un taxi y me dirigí a su casa.

Esa noche hacía frío y podía ver el vapor salir de mi cuerpo mientras esperaba que ella viniera a abrir la puerta luego de tocar dos veces el timbre cortando una discusión con Jorge, sus gritos se oían desde la vereda. Sólo esperaba que esa pelea no tuviera nada que ver con el hecho de que el marido de mi hermana estuviera frecuentando a Piera; no quería ser mal pensado, pero siempre creí que él no miraba a Piera de una manera inocente. Y cómo hacerlo si ella era la mujer más bella de todo el mundo.

-¿Fidel?

-¿Un mal momento? –consulto mirando a Jorge pasar hecho una furia al segundo piso.

-Algo así... pasa –suspira haciéndose a un lado. Camino mirando todo a mi alrededor, había ido una vez antes pero aún me sorprendía los lujos de su hogar. Roxanne siempre había sido una persona bastante materialista, pero no pensé que llegaría a tanto. Tan diferente a mi. –Mamá llamó para decirme que te habías ido con los muchachos.

-Sí.

-¿Por qué estás aquí entonces? –consulta con cuidado. Bajo la cabeza y me siento en el sofá y respiro profundamente varias veces. –Ella te lo dijo ¿Verdad?

La miro rápidamente y ella corre sus ojos. ¿Era posible que Roxanne supiera lo que evidentemente pasaba entre Piera y yo? O ¿Estaba pensando demasiado y ella se refería a otra cosa?

-¿De que hablas?

-Vamos Fidel, sé perfectamente que lo que siente Piera no es algo que se pueda ocultar demasiado –insiste. Asiento una vez. -¡Es una estúpida! –exclama con enojo.

-¿Por qué? ¿Porque decidió no mentirme más?

-No se trata de mentir o no, se trata de cuidarte. Tuviste un accidente muy grave y el médico dijo que no es conveniente que te digamos todo lo que ha pasado de golpe.

-Bueno, no puedo culparla, después de todo ella dijo que me amaba. Supongo que si tienes a la persona que amas junto a ti es difícil contenerse ¿No crees?

-¿La estás justificando?

-Eso parece –concluyo bajando una vez más la mirada. Supongo que yo tampoco podría resistirme mucho más, no lo había hecho en el pasado y no lo haría en un futuro cercano.

-No caigas en su juego otra vez Fidel –aconseja con amabilidad. –Sé que dijiste muchas cosas, me las dijiste en el pasado, pero yo estoy segura que fue ella la que te arrastró a todo esto.

-¿Todo esto?

-La relación que mantenía -suspiró. -Por más de que pasaran las cosas que pasaron ustedes son hermanos, crecieron juntos. Punto. Ella debe resignarse y tú no debes volver a caer en eso, sabes que no la pasaron nada bien.

-No, no lo sé porque Piera no quiere decirme muchas cosas porque quiere cuidarme, necesito que tú lo hagas Roxanne. ¿Qué me están ocultando?

-¿Por qué crees que te lo diría?

-Bueno, en primer lugar porque eres la mayor de nosotros y en segundo lugar porque sé que por alguna razón me lo debes.

-¿Te lo debo? –consulta sorprendida.

-Sé que no nos pusiste las cosas fáciles Roxanne. Estuve pensando mucho acerca de lo poco que las oí hablar con mamá y tengo algunos recuerdos difusos, pero sé que fue por tu culpa que Piera se alejó los últimos cuatro años.

-Lo de ustedes no es más que un estúpido capricho Fidel –dice de mala gana. –Si ella se fue porque quiso, yo no la obligué a nada, ella no tenía sus sentimientos claros evidentemente.

-Creo que lo que siente Piera está mucho más claro que cualquier cosa.

-¿Más claro que lo que sientes tú por ella?

-Mira –la interrumpo, esa charla no iba nada parecido a lo que hubiera planeado. –No sé que siento por ella aún, sé lo que sentía en el pasado y créeme que no es nada sano. A pesar de todo siempre sentí por ella algo diferente a lo que siento por ustedes.

-Pero está mal.

-Ya lo sé Roxanne. Pero lo siento y evidentemente lo nuestro es mutuo. Si está bien o mal lo veremos cuando yo recuerde o si no lo hago lo veré en el momento, pero ahora necesito que tú me respondas muchas cosas y no aceptaré una negativa.

-¿Qué quieres saber? –consulta resignada.

-¿Desde cuándo Piera y Dante están juntos? –ella me mira confundida. –Piera terminó con Leo para estar con Dante, pero hace cuánto...

-¿Piera y Dante?

-Sí.

-Fidel, Piera y Dante son hermanos ¿Recuerdas?