Hermosa

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Capítulo 4

POV GALA

-No quiero.- grito asustada .

Pero que carajos. Ese maldito sueño me asusto, si eso fue un sueño no me imagino cuando solo falte un día para la boda ¡No! Jamás habrá boda ¡No me voy a casar!

Me siento al borde de la cama, acomodo mi cabello y estiró los brazos, acomodo la básica blanca que alguien me ha puesto alguien... solo espero que haya sido mi hermana o Demi.

Abro la puerta de la habitación y miró hacia ambos lados antes de salir. Recuerdo cuando tenía trece años salí de mi habitación con un jarrón en las manos, Mikael pasó corriendo y me tiró al piso rompí el jarrón... y mi mano derecha.

Me tomo con fuerzas del pasamanos y miró hacia abajo. Juego con el anillo que tengo en mi dedo anular izquierdo trato de ponerlo nuevamente en el dedo pero este se cae sobre el hombro de mi hermano.

-¿Gala?.- levanta la vista con una sonrisa.

-Quien mas en esta casa usaría un anillo que diga Gala.- digo bajando el primer escalón a lo mi hermano sonríe burlón.

-Alto ahí loca.- dijo una voz conocida- Tú debes estar en cama.- es mi hermana, como siempre gritándome.

-Estoy bien.- me apoyó en ella con miedo a caer y le dedicó una sonrisa forzada.

-Victor.- grita dejándome caer lentamente- Ayúdame que es pesada.- dijo Capri y le pegó en el rostro

-¿Pesada yo?.- río mirándola a la vez que Víctor.

-Tu hermana es una pluma.- afirma él tomándome en brazos.

Bajo las escaleras detrás de mi hermana, bueno Victor baja las escaleras y yo me concentro en no caer. Levantó la vista y miro la mandíbula tensa de mi cuñado.

-¿Cómo has estado?.- pregunto cuando mis pies tocan en piso.

-Bien, ocupado en el trabajo.- mira mi rostro de desconcierto y niega con una sonrisa- Soy médico.-  dijo y asentí.

-Eso ya lo se.- respondo riendo mientras trato de hacer memoria.

Me recuesto en el sofá y entierro mi cabeza en un almohadón. Respiro profundo y gruño cuando algo golpea mi espalda. Levantó la vista y allí están mi hermanos con su característica cara de demonios, bueno he de decir que su nivel de idiotez no les permite ser demonios o al menos no a Capri.

-¿No me pueden ver tranquila?.- pregunto rascando mi cabeza y Capri ríe mirando sus anillos.

-Te buscan.- dijo Demi detrás de mis hermanos.

-¿Quién?.- preguntamos los tres a la vez.

-Gala puedes venir.- me llamó mi padre desde su oficina.

Miro mi ropa y me encojo de hombros, ya no hay nada que pueda hacer, no me puedo arreglar en cinco minutos. Comienzo a caminar pero Capri me detiene.

-Ten.- me entregó un suéter blanco que parece de hombre y comienza a acomodar mi cabello- No te caigas.- me entrega sus zapatos altos y la miró sin entender.

-Alguien me da su pantalón.-  digo con sarcasmo y todos me miran raro.

-Ahora ve.- me empuja Mikael.

Acomodo el pequeño short que llevo bajo el gran suéter y miro mis pies. Me quedan horribles estos zapatos no puedo estar así, me saco los pesados tacos y suspiro aliviada.

Golpeo la puerta y entro. Miro a mi padre y al hombre que hay a su lado, acomodo mi cabello y sonrió nerviosa.

-Lamento mi aspecto pero recién despierto, no pensaba tener visitas.- me disculpo nerviosa.

Una gran mentira #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora