Capítulo 26
Maldición. La vida es muy cruel, no hay veneno.
Furiosa le sirvo el café a la zorra de Ulises. Ya verá esa cuando le ponga las manos encima, ni las pestañas postizas le voy a dejar y Ulises tampoco se salva, yo pensado que este idiota podía ser el amor de mi vida.
Ya verán los dos, ya verán.
Apretando los dientes y a paso rápido camino al living donde hace media hora deje a Ulises y a esa tal Alison, ya me imagino la de escena porno que se habrán montado, mejor dejo pensar en esas cosas.
En el sofá se encuentra sentado Ulises...está sin camisa ¿Qué hicieron esos dos? A perdón, Ulises estaba así desde antes ¿Por qué no le di una camisa? A cierto el café de la zorra y en un sillón mas alejada se encuentra Alison quien no deja de mirar a MI Ulises.
Y que conste soy muy celosa, posesiva y violenta. Sobre todo violenta.
-Tu café gatito.- dije con una sonrisa falsa en mi rostro mientras le entregaba el café a Alison quemándola un poco, lastima que solo un poco y no entera
-¿Ustedes son primos?- pregunto ella cuando me sente al lado de Ulises.
-Ella es mi...- comenzó a hablar Ulises y me puse de pie, del bolsillo de mi jean saque un tenedor cosa que lo hizo alejarse asustado.
-¿Tu quien eres?- pregunte acercándome con una sonrisa diabólica.
-Yo soy la novia de Ulises.- respondió con una sonrisa pícara, le guiño un ojo y acomodo su escote, listo hasta aquí soporto.
Yo le sonrió a Ulises, yo le guiño un ojo. Si alguien aquí acomoda su escote soy yo. Si alguien se le insinúa a Ulises soy yo.
-Tu no eres su novia maldita zorra- grite furiosa mientras tiraba de su cabello obligándola a poner de pie, segundos después Ulises se puso de pie- Él no es tuyo.- murmure con una sonrisa diabólica.
-Sueltame niña torpe.- grito empujándome a lo que Ulises me agarro antes de caer- Acaso no te has dado cuenta linda, puede que Ulises no sea mio, pero muchos menos será tuyo.- solto una carcajada sonora y quise tirarme a ella pero Ulises me detuvo- Te romperán el corazón cariño, yo que tu me saldría de esta historia.- acaricio mi mejilla y amague con morderla.
-Chicas podrían dejar de pelear por mí.- murmuró Ulises y ambas lo fulminamos con la mirada.
-Cállate- gritamos a la vez la zorra y yo a lo que Ulises asustado retrocedió.
-Ahora tú fuera de aquí.- grite empujándola a lo que tomo mi brazo y clavó sus uñas.. postizas obviamente.
-Creo que no me iré linda.- susurro con una sonrisa en su rostro para luego nuevamente guiñarle un ojo a Ulises.
-Pero cállate si tu eres una perra de lo peor, maldita arrastrada, eres una gata muerta de hambre.- grite en español señalándola pero simplemente me miraba sin entender- Y tu eres un estupido. - grité golpeando el pecho de Ulises, esas semanas en México y Argentina me sirvieron de algo.
-Lo siento nena no hablo tu idioma de... tonta.- dijo la rubia a lo que salte sobre ella.
-Te vas-. abrí la puerta y la empuje fuera- Y no quiero verte nunca mas aquí porque juro que te mataré.- grite y de un portazo cerré la puerta.
-Gala.- me llamó asustado Ulises.
-¿Y tu que?- grite furiosa
-Te sangra el brazo.- acercándose, lo empuje y comencé a subir las escaleras.
-Ni se te ocurra acercarte a mi.- gire al ver que comenzaba a subir las escalera detrás de mí.
-Me voy a duchar.- dijo por lo bajo.
-Yo me iré a mi casa.- dije y tomo mi mano.
-¿No quieres una explicación?- pregunto levantando las cejas, solte una carcajada y segui mi camino.
-No mi amor, no hace falta ninguna explicación ya tengo bien en claro que arruinas todo.- dije y sin girar a verlo- Disculpa no fui clara, arruinas todo lo relacionado con nuestra relación.- de un portazo cerré la puerta de su habitación y comencé a guardar mi ropa.
Esta es su habitación, su casa, su vida, una vida en la cual el único papel que cumplo yo es salir lastimada.
Dejo mi bolso a un lado y corro al baño para limpiar mi brazo. Una de las cinco perforaciones es la que mas sangra, suavemente la toco y comienza a sangrar con mas intensidad; asustada vendo mi brazo. Tendré que ir con mi medico, Victor es el único medico que necesito.
Tomó la maleta, mi móvil y me pongo las gafas de sol. Sin miedo alguno abro la puerta.
-¿A dónde vas?- pregunto Ulises cuando pase por su lado.
-Lejos de ti... me salgo de esta relación sin futuro.- grite bajando las escaleras, detrás mio se encuentra él y su típica cara de imbécil- Aquí tienes las llaves de tu maldito auto.- con una sonrisa en mi rostro le entregó las llaves.
-Gala deja que te explique.- suplico y negué.
-No.- abrí la puerta principal y el tomo mi brazo lastimado.
-Ella no es mi novia, solo nos acostamos un par de veces, no la veía hace meses.- dijo dudoso y rapidamente mi mano se estampo en su mejilla.
-Vete al demonio Ulises, tu y esa perra que tienes de novia.- grite y de una vez por todas salí de su casa.
En el estacionamiento el auto que manejaba Lily me hizo sentir relajada. Haces unos días quedamos para tomar el té, ya que ella se había ido de viaje a Amsterdam.
De malas entro al auto, llevándome una mirada desaprobatoria de mi amiga.
-Acaso ya no sabes saludar.- gruño enojada- ¿Que te paso en el brazo? ¿Por qué tienes esa cara?- comenzó a atacarme con preguntas, la mire y respire tratando de calmarme.
-La novia de Ulises me clavo las uñas en el brazo.- hice una pausa y la mire- Lo mas probable es que nunca la haya dejado y...-
-Te engaño.- grito frenando de golpe- Lo mató.- dijo exagerando y reí sin ganas al ver su rostro de loca.
-Por favor déjalo, no quiero saber nada de él.- susurre- Lily si no te molesta podrías llevarme a la clínica, otro día vamos a tomar el té.- dije y asintió preocupada.
-Ya se a donde podemos ir para tu despedida de soltera.- dio alegremente y me gire molesta.
-Podrías parar de decir tonterías.- pedí y ella asintió riendo.
-Llegamos ¿Quieres que te acompañe?- pregunto y negué tomando mi bolso.
-No hace falta sere bien atendida.- respondí inconscientemente sin pensar que quien me atendería seria Victor, una persona en la cual yo no le confiaría ni un resfriado.
-Cualquier cosa me llamas.- dijo y asentí.
-Como digas mamá.- respondí riendo antes de cerrar la puerta del auto.
Lily puede llegar a ser la persona mas molesta del mundo o también la mas sobreprotectora, tanto como una madre... y no cualquier madre, sino una de esas que no te sacan los ojos de encima nunca.
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Una gran mentira #1
RomanceGala McAdams Escritora Desconfiada Caprichosa Orgullosa Ulises Morrison Dueño de sus millones Fiestero Decidido Orgulloso Sus mundos son distintos, ellos son distintos. Pero por alguna razón la vida los unirá en una. ¿Podrán dejar el orgullo...