Un amor

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Capítulo 24

Camino perdida por la casa de Ulises mientras juego con mi anillo, mi misión encontrar la cocina, a las seis de la mañana, para poder preparar el desayuno. Hace unos días luego que operarán por segunda vez a Ulises, su abuelo me pidió que fuera por algo de ropa y al llegar a su casa tuve que alimentar al perro, buscar la ropa y dormir una siesta, eso no era importante pero la cama resulto muy cómoda. Luego cuando le dieron el alta me ofrecí a cuidarlo y desde entonces no he salí de aquí ni me he quitado sus camisas, las cuales por cierto me quedan espectacular.

Son las seis de la mañana ya que empiezo a trabajar, raro yo trabajando. Ayer por la tarde el profesor de la universidad me llamó para decirme que empiezo a trabajar hoy ¿Qué hare? Pues muy sencillo, aburriré la mañana de algunos adolescentes.

De un salto bajó de la encimera, dejo los cereales en la bandeja y comienzo a servir mi café y a preparar un té para Ulises, a quien si no me equivoco debo darle la medicación.

-Gala. - su grito de Ulises me hizo sonreir y también mojar con el agua hirviendo- ¿Me has abandonado?- seco mi mano y rapidamente tomo la bandeja.

-Estoy llevando el desayuno, deja de gritar.- grite subiendo las escaleras y tratando de no derramar nada.

Con el pie abro la puerta de la habitación y lentamente camino a la cama, donde esta sentado Ulises sacándome una maldita foto. 

-Borra eso.- grite furiosa.

-Tarde.- murmuro sonriente mientras se sentaba apoyado en lo almohadones.

-Te mataría.- dije y él solo reía.

-Has tenido oportunidades para matarme que esperas.- lo mire desentendida y una sonrisa burlona se formó en su rostro- O acaso algo te lo impide.- dijo tratando de acercarse pero rapidamente puse en su boca las pastillas.

-Tienes que tomar los medicamentos y yo irme a trabajar.- dije y rodó los ojos molesto- Y si de oportunidades se tratara ya me hubiera ido de el país para no casarme contigo ¿No crees que es algo mas?- pregunte y me miro desentendido.

-¿Qué necesidad tienes de ir a trabajar?- pregunto ¿Acaso no ha escuchado todo lo que dije este ultimo tiempo?

-Quiero terminar la universidad.- dije y me miró pensativo.

-¿Para que quieres terminar la universidad?- pregunto y lo mire molesta.

Persona mas molesta que él no hay.

-Toma el té y cállate.- ordene.

-Malhumorada.- dijo y rapidamente me puse de pie- ¿A dónde vas?- pregunto y ahogue un grito.

-A cambiarme, debo trabajar, tu hazme el favor y termina el desayuno.- dije quitándome su camisa.

-Eres muy linda.-  me saco una foto- Instagram lo sabe.- me mordí labio para no reir y comencé a buscar mi ropa.

-No hace falta que me digas que soy linda.- soltó una carcajada.

-Tienes un pequeño problema con tu ego.- dijo y rodé los ojos.

-Mira quien habla, yo no soy quien esta todo el día sacándose fotos.- Ulises dejó a un lado su teléfono y me miro- Eres toda una diva Morrison.- dije antes de ir al baño.

Como hoy no voy a estar acostada viendo películas me vestiré lo mas cómoda posible con la ropa que me ha traído Capri, camiseta gris, jean roto y unos hermosos zapatos de color negro.

Me pongo un poco de maquillaje, acomodo mi cabello y vuelvo a la habitación ¿Cuándo entré a cambiarme Ulises estaba en la cama o solo me parece a mi? Ni para cuidar enfermos sirvo, ya se me escapó el mas idiota de todos.

-Te vez hermosa.- murmuro en mi oído mientras me tomaba por la cintura.

-Tu debes estar en la cama, o acaso no quieres curarte.- golpee su pecho cosa que lo hizo reir.

-Doctora sea buena conmigo y déjeme ir a ver el partido.- acaricio mi mejilla y deposito un beso en mis labios a lo que no pude evitar sonreir como tonta, como la tonta enamorada que soy.

-Con la condición de que no te pongas a trabajar.- me gire sonriente- Si me llego a enterar de que has hecho algo relacionado con la empresa.. juro quitarte los puntos de la operación con un tenedor.- amenacé, me miro con miedo y salió de la habitacion.

-No se si hago bien en preguntar pero ¿Dónde aprendiste eso?- dijo curioso mientras bajaba lentamente las escaleras.

-No es importante.- sople retándole importancia.

Tomo mi portafolio y me giro para darle un beso pero me encuentro una pequeña caja de terciopelo negra, con algo de miedo la tomo entre mis manos. Miro a Ulises y este asiente, abro la caja y me encuentro con una llave.

-Tu auto.- dijo alegremente y lo mire divertida.

-Mira Ulises tal vez tu estas mal por un efecto colateral de las pastillas, así que tratare de no herirte.- sonreí acariciando su hombro- Estas son llaves no un auto.- me miró frustrado.

-Ya se que son llaves.- gritó haciéndome sobresaltar- Son las llaves de tu auto.- dijo caminando a la puerta rapidamente tomé su mano y lo obligue a parar.

-Tu no salgas, no quiero que te enfermes.- dije y salí por la puerta principal- Me olvidaba de ti.- grité corriendo a Ulises- Adiós lindo te quiero mucho, gracias por el auto y cuídate.- luego de un corto beso salí corriendo, esta vez sin olvidarme nada.

Ulises es todo, es un amor, puede que nos peleemos todo el tiempo pero él siempre será lo mejor que pude haber conocido en mi vida, no lo cambiaría por nada en el mundo.


Una gran mentira #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora