Una apuesta hará que Yulieth y Jabari se conozcan; un popular de secundaria y la niña otaku de la escuela. Gracias a esto comenzará el inicio de todas las historias. Para que una larva se convierta en Mariposa necesita una metamorfosis que le regala...
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—Vaya... espero que me elijan, ¿Ustedes van a participar? —preguntó Andrés emocionado y nervioso.
A él le gustaba mucho este tipo de cosas, las artes, pintar, bailar y cantar.
—Sí, ¿por qué no?
El hecho de intentar no quiere decir que yo sea el ganador. En realidad, a mí no me importaba en lo absoluto ese papel o la obra.
—Ni loco haré eso, pero les deseó lo mejor —dijo César sentado en una silla comiendo una paleta roja en forma de pelota, siempre lo solía hacer, era un vicio que tenía.
Pasaron los minutos comenzando así las audiciones. Cada quién dijo todo lo que debía decir de sus personajes, primero audicionaron los príncipes, después las princesas y hasta el último los personajes secundarios. Todos pudieron participar, hasta Yulieth, y todos los participantes lo hicieron muy bien, hasta Yulieth. Cuando terminaron las audiciones, el maestro habló en voz alta y clara.
—Es hora de decir algunos papeles de la obra.
En lo que el maestro seguía hablando decidí acercarme a Yulieth y comencé a susurrarle.
—Lo hiciste bien, espero que te elijan.
Hablé con intención de dar confianza para que pueda terminar con la apuesta, al igual que tener novia un rato y burlarme de Mauricio, ese galán... Aunque ninguna apuesta es tan difícil de ganar para mí, un mes máximo es lo que tardaré.
—No lo sé, pero valió la pena intentar —dijo Yulieth en tono nervioso, tan linda como siempre.
El profesor por fin dijo quién sería la protagonista de la obra.
—La princesa será Camila Viante y su remplazo es la señorita Allison Dayint.
—Tal vez la próxima te elijan —mencioné a Yulieth quien me miró decepcionada
Me sentí mal por querer dejarla sola, quería ir con Andrés por si le daban su papel. Se me vino una buena idea en mente, mis amigos son geniales.
—¿Quieres venir con mis amigos? —Yulieth me miró sorprendida y sin saber qué responder.
Sin embargo, estoy seguro de que quiere decir que sí, pero no sabe cómo. Por eso la tomé fuerte de la mano para ir al lado de mis amigos, ella solo sonrió por eso. Quería estar con mi mejor amigo porque sé que es de gran importancia para Andrés.
—¿Listo para tu papel? —pregunté a Andrés cuando llegamos con ellos.
Yulieth solo se quedó a un lado mío callada, parecía nerviosa y se escondió detrás de mí; mis amigos la notaron y solo sonrieron sorprendidos de verla ahí.
—¡Más que listo!, creo —respondió Andrés feliz y nervioso.
César y yo nos comenzamos a reír, mis amigos parecían más interesados en empezar a hablarle a Yulieth, los conocía. Al menos creía que querían hablarle hasta que el maestro empezó a hablar con su clásica voz de suspenso, el tiempo pareció eterno.
