Una apuesta hará que Yulieth y Jabari se conozcan; un popular de secundaria y la niña otaku de la escuela. Gracias a esto comenzará el inicio de todas las historias. Para que una larva se convierta en Mariposa necesita una metamorfosis que le regala...
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Moví una de mis piernas con mucho nerviosismo, ver a Camila parada ahí, sin hacer nada más que sonreír como si no hubiera hecho nada malo me causaba fastidio. Andrés que estaba a mi lado también la miraba con cierta impotencia, a ninguno de los dos se nos ocurría nada para que Camila confesara que inventó y distorsionó la mayoría de las cosas que había dicho. Jabari ya había cumplido una semana sin venir a la escuela, quizá ya no podíamos hacer nada para apoyarlo. Escuchamos como Camila empezó a hablar de ese tema con unos compañeros suyos.
—¿Entonces no te molesta que se diga en la escuela que Jabari en realidad tiene novia? —¿de dónde sacan tantos rumores? Me da rabia por alguna razón.
—¿A mí? —preguntó Camila como si le estuvieran preguntando algo ofensivo— Por supuesto que no, él nunca me importó. Solo salí con él por compasión.
Sé que eso no es cierto, literalmente cuando empezó a salir con él me advirtió que no me acercara. Eso me molestó más y pensaba a una velocidad más rápida cómo encontrar una forma de demostrar la verdad. Andrés recargó su brazo en mi hombro mientras veíamos a la rubia.
Estábamos en la hora de receso por lo cual, pronto llegó León a la mesa en la que estábamos comiendo Andrés y yo.
—¿Qué tienen ustedes dos? Se ven muy apagados —dijo León viéndonos confusos.
—Aún no sabemos cómo hacer que Camila diga la verdad —le mencioné a León. Le había contado todo lo que pasó con Jabari, así que sabía de qué hablaba.
León tenía la idea de que Jabari era estúpido, por lo cual solo giró los ojos cuando mencioné eso, sin embargo, él sabía lo cuánto me importaba esto, por lo que nos volvió a mirar y habló.
—Solo pídanselo —propuso León como si fuera obvio.
Andrés y yo soltamos una pequeña risa al oír eso, era ridículo que eso pasara y funcionara. Ella estaba convencida de convencer a todos de que Jabari era horrible, no digo que ese chico no lo merezca, pero se lo merece por las cosas que sí ha hecho. Camila no cambiará de opinión tan fácil. La vida es más complicada que eso.
—Vamos, yo se lo pediré —dijo León antes de dejarnos solos en la mesa.
Mi amigo comenzó a caminar hasta llegar con Camila. Sus amigos o al menos supuestos amigos de Camila se fueron de ahí. León se acercó discretamente a ella mientras nosotros nos levantamos de la mesa para seguirlo detrás suyo.
Cuando llegó con ella quien comenzó a mirar su celular, mi mejor amigo tocó con su mano su hombro. De esa forma llamó la atención de la rubia con ojos verdes.
—Hola Camila —habló León sin pena.
La chica lo miró de reojo confundida.
—¿Te conozco? —preguntó extrañada al verlo.
—Eh... No lo sé. Aunque creo que estamos juntos en el club de música —Camila lo miró aún más confundida— Sé que es extraño, pero me gustaría hablar contigo.
