El Chico Herido #19

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Era estúpido lo que había pasado

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Era estúpido lo que había pasado. Estaba cerca del parque de la escuela hablando con Allison antes de llegar a mi casa, Allison y yo nos habíamos vuelto muy buenas amigas. No era tan cercana a ella como lo es Fernanda o Camila —niña que por cierto no es muy agradable—, pero somos amigas.

Ella es genial, es una chica que ama su guitarra, la música rock, la fotografía y defiende lo que considera justo. Cuando la escucho hablar de la vida es como si miles de estrellas me deslumbraran con su conocimiento.

—Por eso siempre he dicho que el feminismo marcará historia muy pronto, no solo en Latinoamérica, en el mundo entero —dijo terminando de explicarme qué es el feminismo y su impacto en la sociedad.

¿Qué?, a veces me interesan este tipo de temas desde la perspectiva de alguien más. Igual esos pensamientos de reflexión acabaron cuando sonó mi celular, no sabía si contestar porque quien me hablaba era una persona insoportable, pero lo había aprendido a soportar.

—¿Sí? —pregunté al teléfono.

—Te necesito, ven a donde estoy —dijo César al teléfono.

—Deja de hacer tus bromas tontas, no iré a verte —le dije ignorando su propuesta.

—No, Yulieth, enserio te necesito —me dijo preocupado— El estúpido de tú novio o amigo, no sé qué sea, está golpeando a Jabari. Soy demasiado inteligente para meterme en este tipo de cosas, pero sé que has estado hablando mucho con Mauricio, quizá él te escuche —ven a las canchas de futbol cerca del parque de la escuela, ahí están todos.

César guardó silencio para que la voz de Andrés sonara en la llamada.

—Yo no tengo nada contra Mauricio, pero si no quieres que le rompa la cara mejor ven, sé que tú tienes que ver algo en esto —dijo Andrés colgando.

Miré a Alison quien oyó toda la conversación, ella tomó mi hombro dándome una sonrisa.

—Ese idiota de Mauricio se metió en problemas, apuesto que sus padres se enojarán de nuevo —Allison dirigió su mirada al suelo un momento—. No puedo acompañarte, mi mamá me espera. ¿Estarás bien?

Yo asentí con la cabeza y salí corriendo hacia las canchas. No entiendo, ¿por qué yo puedo arreglar esto?, sigo hablando con Mauricio, pero es obvio que no hay conexión entre nosotros como para que yo sea capaz de detener lo que están haciendo. Además, ¿por qué yo?, sabía que no era buena idea hablarle a Jabari de nuevo, esto es lo que sucede.

Llegué a las canchas y tuve que detenerme antes de seguir, mi asma había vuelto cuando me reencontré con mi papá, estoy segura de que es psicológico, pero lo necesito. Inhalé un disparo del aparato y me acerqué a la bolita de todos los chicos.

Mientras se me pasaba el efecto pude ver a Mauricio y a Jabari en medio, se estaban golpeando. Mauricio estaba encima de Jabari. Me agaché y empecé a gatear entre los pies de los chicos de la secundaria, cuando logré entrar al círculo me arrodillé y tomé el hombro de Mauricio. Él giró su vista un momento a mis ojos, detuvo el golpe que le iba a dar a Jabari; me mostró una calma que solo podía exponerme a mí, yo le regalé una sonrisa consoladora.

Efímera ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora