Una apuesta hará que Yulieth y Jabari se conozcan; un popular de secundaria y la niña otaku de la escuela. Gracias a esto comenzará el inicio de todas las historias. Para que una larva se convierta en Mariposa necesita una metamorfosis que le regala...
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Era gracioso ver a mis padres examinar a Yulieth de pies a cabeza, la estaban poniendo incómoda, era tierno ver que tratan como un niño pequeño a alguien que no fuera yo.
—¿Y tu apellido? —preguntó mi mamá dejando de ver por un momento a Yuli.
—Rivay —contestó Yulieth de inmediato.
En ese momento a mi mamá le brillaron los ojos, pues reconoció el apellido de Yulieth. Después de todo la mamá de Yuli trabajaba en el mismo área laboral que mis padres, además de que sabía que Yulieth era la niña que me gustaba. Cuando por fin dejaron de acosar a la pobre Yulieth se separaron y dieron media vuelta.
—Jabari. Dejaron que desde hoy vuelvas, más vale que no hagas tonterías —dijo mi mamá empezando a alejarse lento.
Yo solo asentí con la mirada baja.
—Esperen, señores —habló Yulieth llamando la atención de mis padres.
¿Qué? Debo admitir que me sorprendió bastante oír la voz de Yulieth deteniendo a mis papás. Cuando mis padres se detuvieron ella se acercó nerviosa a ellos, al principio no tenía ni idea de qué quería hacer, hasta que comenzó a hablar.
—Bu-bueno yo... —hizo una pausa y los miró— La verdad es que yo quería decirles que Jabari no hizo lo que Camila dijo.
Mis padres y yo quedamos sorprendidos por tal comentario, ¿acaso trataba de rescatarme?
—S-sí, como lo oyen, la verdad varios de aquí, amigos de Jabari sabemos cómo era Camila cuando ellos eran novios —Yulieth levantó la mirada y trató de ver a mis padres—. Más que celosa, consideraba a Jabari de su propiedad y no porque lo quisiera, sino porque pensaba que solamente estaba para servirle. S-sé que suena un poco extraño, pero incluso una vez me amenazó con no hablarle a Jabari.
No puede ser... Yulieth está hablando de cuando me volví novio de Camila. Espero que esa tonta no le haya hecho nada malo a esta linda chica.
—So-solo espero que no traten de culpar a Jabari por esto, crean en él —terminó de decir Yulieth.
Mis padres quedaron sorprendidos por lo que dijo Yulieth, yo también estaba un poco impactado, mis papás se miraron uno al otro confundidos, no tenían palabras para lo que había pasado.
—Hablaremos con la directora de esto después... —dijo mi papá tratando ser amable.
La respuesta de mi papá no era la más agradable, mi papá a diferencia de mi mamá siempre había sido más serio. También me regañaba menos que mi mamá. Creo que el comentario de Yulieth lo hizo pensar por unos momentos en lo que había pasado.
Me vio a los ojos sin decir otra palabra y después se fue junto con mi mamá. No sé cómo recuperaría su confianza.
Dejé de ver cómo se alejaban de mí, para después mirar a los ojos a la dulce niña que me encontró aquí.
—¿Entramos a clases? —me preguntó Yulieth algo sonrojada.
Cierto, nos tocaba literatura. Creo que vamos tarde a clases.
—Seguro, vamos —le dije tomando su mano para caminar a la clase.
Por suerte cuando llegamos al salón no había señales del maestro, gracias universo. Yulieth entró a la clase que compartimos con sus amigos, al llegar abrazó a León, se ve que lo quiere mucho. Eso me ponía de mal humor, pero al mismo tiempo no podía enojarme.
Pronto ese sentimiento se fue cuando Sabina me abrazó al verme, emocionada de no haberme visto durante una semana.
Correspondí el abrazo fuerte, quizá le explicaría todo después. Sé que varios en el salón me miraban disgustados a la vez que susurraban muchas cosas. Sé que no tengo nada que explicarles, pero tener sus miradas fijas en mí era molesto.
Por ahora en dirección la directora me dijo que esta semana estaría aprueba, además de que hablarían con Camila para ver si ella quería seguir compartiendo clases conmigo. Sé que le dije a Yulieth que no me expulsarían, sin embargo, había una gran posibilidad de que me cambiaran de turno para que no tenga que convivir tanto con ella. No quiero preocupar por ahora a mis amigos con eso.
Parecía que aún no llegaba el profesor. Aun así, Yulieth y yo nos sentamos cerca de sus amigos, yo me senté en la banca atrás de ella. Todos nos sentamos en nuestros lugares, yo estaba atrás de Yulieth; como había tiempo decidí hablar con la hermosa Yuli. Toqué su espalda y ella giró en su asiento para verme mejor.
—Gracias por lo que hiciste —le dije mencionando lo que le dijo a mis papás.
—No es nada, espero tu castigo haya terminado.
—Es extraño que Camila haya hecho todo esto, siempre pensé que no le importaba. Cuando ella estaba conmigo ni siquiera me prestaba atención, solo quería que nos la pasáramos besándonos —expliqué a Yulieth inconscientemente.
Yulieth cuando dije eso me miró seria con algo de disgusto, ¿acaso dije algo malo? Creo que le molestó lo que dije porque después de eso simplemente se giró y no volvió a hablarme en toda la clase. Bien hecho Jabari, lo arruinaste.
Me alegra volver, abracé por detrás a Yulieth y cuando asomé mi rostro por su hombro ella sonrió contenta. Había sido un día agotador. Pasé todo lo que quedó del día con mis amigos; por eso me sentía bien. Por suerte no me había encontrado con Camila en ese tiempo, ni quería hacerlo, era una estúpida.
