Una apuesta hará que Yulieth y Jabari se conozcan; un popular de secundaria y la niña otaku de la escuela. Gracias a esto comenzará el inicio de todas las historias. Para que una larva se convierta en Mariposa necesita una metamorfosis que le regala...
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Jabari abrió más los ojos, paralizado, se había arrepentido de ir conmigo y quería escapar del auto fallando en el intento.
—Seguro para niños, ¿enserio?, ¿quién usa eso cuando ya no tiene niños? —susurró para sí mismo.
No pude evitar notar la cara de Jabari cuando la chica empezó a abrazar y acariciar a Jabari quien parecía asustado por lo que estaba pasando. Estaba confundida y lo único que pude decir fue:
—Ustedes...
—Hace tanto que no te veo Jabari, cada vez estas más guapo, quién diría que después de ese beso estuviéramos juntos ahora.
Aquel comentario impacto a Jabari y me miró con una sonrisa nerviosa, parecía que quería ayuda, pero ¿en qué?, ver esto era un espectáculo privado sin pagar. Jabari se iba para otros lados, así evitaba que ella lo tocara, besara, abrazara o violara. El señor Mateo volvió con la mejilla derecha roja como tomate, creo que mi mamá le dio una cachetada. Jabari intentaba escapar de la chica de al lado; lo que le provocó curiosidad al señor Mateo cuando subió al auto.
—¿Qué éstas haciendo Danney? — En ese momento me ahogué con mi propia saliva y empecé a toser. Ella era la chica que anteriormente causo mucha polémica.
—¿Da-Danney? —pregunté insegura.
—Sí, ella sería como tu... hermana—contestó el señor Mateo aun sobando su mejilla.
Jabari estaba mal, ¿tenía que ser esa chica?, la niña que se acaba de volver mi hermana y la razón para que mi "padre" se fuera lejos.
—Jabari—habló muy dulce Danney al niño rubio—, ¿qué estás haciendo aquí?
—Él está como..., ¿cómo decirlo?, como mi acompañante—contesté sin recordar que la pregunta no era para mí.
—Oh..., así que ustedes son novios.
—¡No! —contestamos Jabari y yo al mismo tiempo.
Lo cual lo hizo parecer un "jamás pasará", lo cual era cierto, yo jamás me enamoraría de un mujeriego.
Danney sonrió al oír eso mirando a Jabari a los ojos, aunque él desviaba la vista, sonrojado; sin duda la amaba. No podía creer como era ella físicamente, tenía la apariencia de un personaje vanidoso, atractivo y fuerte. Yo la imaginaba más apacible y reservada, pero por lo visto era todo lo contrario.
Pasaron horas de un viaje incómodo, en el que nadie dijo nada hasta que llegamos a la casa de mi "padre" en Ciudad Esmeralda. Miré la puerta asustada de entrar; Jabari estaba con Danney así que el hecho de que él estuviera aquí para reconfortarme no ayudó mucho. El sonido de mi celular me asustó, tenía 7 llamadas de dos personas distintas.
Una era de mi mamá, las otras eran de... ¿Andrés?, ¿cómo consiguió mi número?, César se lo dio seguramente. Si me llamó es porque necesitaba algo importante, sin pensarlo dos veces inicié una vídeo llamada con Andrés, el empezó la conversación gritando.
