Capítulo 11

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La mirada de complicidad de Evan me da las suficientes confianzas para poder seguir con mi plan, algo me decía que esto iba a salir mejor de lo que esperaba.

—Necesito que desaparezcas a todos de aquí, excepto a Jackson — Señalo con la cabeza hacia donde este se encontraba.

—Y ¿Qué gano yo? — Repone, arqueando sus pobladas cejas.

— ¿Qué es lo que quieres?

Evan apoya su cuerpo sudoroso sobre su casillero y se acomoda sus mechones rubios de cabello. Por un segundo temí que fuera inmediatamente hacia Jackson y le contase sobre mis intenciones, pero no pasó nada de eso, realmente veía que iba a ayudarme.

—Bueno, tú me agradas — Me sonríe nuevamente y mira alrededor un segundo, luego se vuelve para susurrarme: — Ya pensaré en algo que puedas darme.

Mi corazón salta de pura adrenalina. Ya había encontrado un aliado perfecto para vengarme de lo que había hecho Jackson.

—Entonces ¿Trato hecho? — Extiendo mi mano y la sonrisa reluciente se le ensancha más.

—Trato — Evan acepta mi mano mientras agrega: — Espera Afuera, tengo una idea.

Asiento y empiezo a caminar hacia la salida evitando cualquier contacto visual con algún chico. De por sí, ya era muy incómodo tener que pasar a lado de varios chicos desvistiéndose y metiéndose a las duchas. No hay visto un torso desnudo hace mucho tiempo, no después de Alex. Recordar como su respiración se aceleraba cada vez que tocaba su torso desnudo y sus brazos cubiertos de tatuajes me envolvían en un abrazo, mientras que sus labios daban castos besos en mi clavícula, aquella había sido la primera vez, la primera vez en la que me había mostrado a Alex, sin ninguna mascara; era simplemente yo.

Alejo esos pensamientos de mí y salgo por la puerta, me apoyo justo al lado y observo a mi alrededor, el pasillo se encuentra vacío y nadie parece verme. Espero unos segundos y entonces, presencio como todos los chicos salen disparados, incluso algunos salen con él cuerpo casi desnudo sin importar nada.

Ladeo la cabeza, pensativa ¿Qué pudo decirles Evan para que simplemente salgan de esa forma?

—Todo bien — Me dice Evan al aparecer por la puerta un instante después de que todos salieran despavoridos de los vestuarios.— Ahora es todo tuyo.

—Gracias — Es lo único que se me ocurre decir.

Sus ojos azules analizan mi aspecto y me ofrece una pequeña sonrisa de remordimiento. Estaba segura de que él sabía lo que había hecho Jackson anoche, tal vez por eso estaba dispuesto a ayudarme

—Es un honor fraternizar con el enemigo— Se encoge de hombros mientras se va alejando cada vez más.

—Tienes otra razón por la que me estas ayudando ¿Verdad? — La curiosidad que mi voz delata hace que Evan se detenga.

—Bueno, no solo eres tú la que quiere acabar con esas reglas — Me explica con aire de complicidad. — Jackson necesita un escarmiento.

—Así que ¿Estas utilizándome para tu propio beneficio? — Inquiero asombrada por su cruda sinceridad.

—Algo así — Suelta.

Rodeo los ojos por la evidente forma en la que estaba evadiendo mi pregunta, la respuesta era obvia, pero Evan era lo suficientemente inteligente para no revelar la verdad.

Veo como se aleja hasta que desaparece de mi vista y me concentro en mi plan improvisado.

Jalo con cuidado la manija de la puerta y entro nuevamente, asomo mi cabeza intentando asegurarme de que Jackson aun no haya salido de la ducha. Agradezco mentalmente cuando escucho el sonido del agua caer, estoy segura de que esté aún no se ha dado cuenta de nada.

Jackson Foster Es Un Mentiroso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora