— Lo sé — Prosigo ignorando aquella mirada que no me agrada en lo absoluto. — Es difícil lidiar con los rumores aquí.
— Bueno lo hubieras evitado — Se encoge de hombros, puedo identificar una pizca de enojo en su tono de voz. Nash prosigue: —Si tan solo no te hubieras entrometido, ahora mismo podrías irte de rositas a tu próxima clase, sin tener que lidiar con Jackson.
Alzo las cejas irritada, aquella amabilidad que había usado conmigo solo era una máscara para acercarse. Sus ojos me miran de arriba abajo y aquella sonrisa se convirtió en una mueca de aversión.
— Lo siento ¿Qué quieres decir? — Parpadeo algunas veces y me obligo a presionar él lápiz para controlar mis ganas de querer golpearlo.
Él resopla y rodea los ojos como si la pregunta fuera demasiado estúpida como para que el la contestase.
— No quería que nadie se entrometiera ¿Vale? —Su tono de voz suena en un murmullo, pero pude escucharlo perfectamente como si me lo hubiera susurrado en el oído. Esa sensación me revolvió el estómago y si no hubiera tenido el suficiente control de mi cuerpo seguramente habría vomitado el desayuno de esta mañana —No soy el tipo de chico que no se puede defender solo.
Una risa burlona se asomó en mis labios.
Aquel sentimiento de pena que había tenido sobre el cuándo vi cómo se retorcía para quitarse a Jackson de encima se había ido, claramente no era lo que pensaba, no era un chico indefenso que había caído en las garras de Jackson, era todo lo contrario.
Niego con la cabeza mientras veo que los ojos castaños de Nash se ensombrecieron más.
— ¿Realmente eres ese tipo de chico? — Le pregunto con la intención de provocarlo más. — Que yo recuerde estabas pidiendo perdón a Jackson y no parecías tener ninguna intención de defenderte.
Sé, que lo que había dicho era demasiado impulsivo, pero valía la pena arriesgarme un poco, no tenía intención de dejar que Nash quisiera asustarme con sus palabras, tenía algunas cosas a mi favor e iba a usarlas si era necesario.
— Tú no sabes porque lo hice —Se pasa la mano por su cabello claramente enojado. —Así que desde ahora metete en tus asuntos.
— Tranquilo — Le dedico una sonrisa sin mostrar los dientes. — procuraré no salvarte cuando estén dándote una paliza nuevamente.
—Te estás pasando de la raya — Nash Alza la voz y algunos estudiantes se vuelven para mirarnos con curiosidad.
—Tú empezaste primero, con tu estúpida actitud — Me cruzo de brazos mostrándole mi atrevimiento. — Yo no hice nada, no fui yo quien te golpeo.
—Cállate — Me dice.
Sus ojos ahora brillan de furia, y tiene la mandíbula apretada. Sus gestos finos se tensan dejando así un aspecto raro en su rostro. Abro la boca para responder, pero alguien me interrumpe.
—Buenos días, lamento él retraso — A diferencia de los otros profesores, este era mucho más joven y parecía agradable. — Saquen sus libros, vamos a empezar.
Respiro hondo y le lanzó por última vez una mirada a Nash que ahora había dejado de mirarme.
Incluso cuando no me habla, ni me mira, puedo sentir la tensión que desprende de su cuerpo. Sin duda debe odiarme, pero ¿Qué se suponía que le iba a decir? ¿Debería haberle pedido disculpas por querer salvarle de Jackson? No iba a admitirlo en voz alta, pero estaba arrepentida de haberme metido, no solo me había llevado un lio tremendo, sino que había atraído la atención de Jackson, que se me esmeraba cada día en hacerme la vida más miserable, de lo que ya era.
(...)
Después de una entretenida clase viendo como las chicas prácticamente babeaban por él profesor llamado Peter quien aparentaba no notar como las chicas murmuraban entre ellas cada vez que él se daba la vuelta para anotar algo en la pizarra. Esa escena me mantenía entretenida para no pensar en Nash, quien él resto de la clase me ignoro por completo. El timbre sonó y lo primero que hice es coger mis cosas y salir lo más rápido posible.
Cuando crucé la puerta y empecé a caminar un poco más lento para ubicar mi próxima clase, una mano áspera tomo la mía y me hizo retroceder de golpe dejándome atónita. Me vuelvo para ver quién era y notó que Nash me sujetaba con fuerza viéndome fijamente.
— ¿Qué quieres? — Intento zafarme de su agarre, pero su mano me sostiene con tanta fuerza que mi piel se escruta en sus dedos dejando así unas marcas rojas alrededor.
—Por si no te ha quedado claro te lo digo ahora — Se acerca un poco a mí para así evitar que alguien más escuche. — No vuelvas a entrometerte en mis asuntos, solo me causarías más problemas.
Retrocedo unos pasos más, a pesar de que no podía alejarme del todo, ya que su mano me mantenía agarrada. Su mirada era veraz y su rostro delataba odio, un miedo recorrió mi cuerpo y tuve que tragar saliva para que no me viera palidecer. Me estremecí cuando un sentimiento de alarma aparecía en mi cabeza obligándome a correr; sin embargo, me quede quieta observando el tono brilloso de sus ojos.
— Parece que ya has hecho nuevos amigos, Alicia —La voz de Jackson hace que de un respingo y vuelva a la realidad — Lastima que es un Snob.
Nash ahora mira a Jackson y arquea las cejas con incertidumbre.
—Ella no es mi amiga — Me mira de soslayo y me suelta con tanta brusquedad que casi me caigo de bruces.
— Es un alivio — Jackson ahora se cruza de brazos y nos mira a los dos con cierta desconfianza — Estaría realmente asustado si mis dos enemigos fraternizan.
—Que gracioso — Murmuro intentando salir de esta incómoda situación.
—Yo me largo — Nash ignora a Jackson por completo y camina de frente chocando su hombro con él mío.
Me vuelvo por instinto y lo veo alejarse, desapareciendo en uno de los pasillos de la universidad.
— Parece que se llevan bien.
— Deja de ser sarcástico — Le digo. — Él me odia.
— ¿Qué fue lo que te dijo? — Pregunta Jackson llamando mi atención de inmediato.
Me giro para verlo y me encojo de hombros, pero él enarca una ceja y sus labios se fruncen.
—Nada importante.
—Eres mala mintiendo — Niega con la cabeza y se apoya contra la pared—Parece que notaste que es un verdadero imbécil.
Respiro hondo con la intención de no seguir más con esta conversación, Jackson no es la persona justa para hablar de esto, porque sabía que daría un punto a su favor y quedaría solo como una estúpida que no supo meterse en sus asuntos.
—Debo irme— Empiezo a caminar en dirección a la que creía que era mi próxima clase, pero la voz de Jackson decir algo me detiene en seco.
—Por tú bien debes alejarte de él.
Suelto una risa que no puedo contener y fijo mis ojos verdes sobre los suyos. Debe estar bromeando ¿Verdad? Él es el menos indicado para aconsejarme de quien debo o no alejarme.
— Es de ti de quien debo alejarme — Le espeto. — Eres incluso más peligroso que Nash— Le digo y él expande sus hermosos ojos.
— Créeme hay peores personas que yo —Se acerca unos pasos a mí para murmurar: — Y Nash es uno de ellos.
*
Gracias especialmente a las páginas que estuvieron apoyando mi libro. ¡Y a ustedes!
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Jackson Foster Es Un Mentiroso ©
Ficção AdolescenteNo intenta huir, ni mucho menos correr, solo busca. Me busca. Debajo de aquellos ojos grises yace el sufrimiento que procura esconder bajo una forzada sonrisa. Sus labios susurran mentiras dulces que ocultan verdades amargas. No intenta escapar de...