Capítulo 22

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Después de que Jackson se haya ido, aprovecho para tomar un baño y cambiarme de ropa. Tenía mucho que hacer hoy, así que opte por usar un atuendo bastante cómodo. Tenía en mente recorrer todo el centro de la ciudad entregando mi currículum en cafeterías o restaurantes que me pudieran permitir trabajar hasta medio tiempo, para así poder ir a la universidad sin tener problemas. Y es que, conseguir trabajo en esta ciudad tan competitiva es muy difícil y más aún cuando eres de otro lugar.

Ya preparada con todo, salgo del departamento y con ayuda de mi teléfono ubico una parada de autobús que, para mi mala suerte la zona en que vivía Jackson se encontraba bastante alejada de la parada y me tomaba más de media hora llegar hasta allí. Al llegar al centro empecé paseando por el bulevar entregando mi currículum a todos los negocios que estaban buscando algún empleado, me daba igual que lugar fuera, yo siempre me acomodaba a los nuevos trabajos que pudiera obtener, aprendía rápido y ese era un punto a mi favor.

Después de varias horas, me dedico a tomar un descanso caminando con bastante lentitud mientras que observo las tiendas alrededor, el clima estaba extrañamente nublado, grandes nubes oscuras cubrían la mitad de la ciudad amenazando con llover a cantaros pero, a pesar de eso, había demasiadas personas yendo de un lugar a otro.

En cuanto mis ojos se encuentran con una cafetería donde solicitaban un empleado que pudiera trabajar a medio tiempo, mi sonrisa se agranda y no pierdo tiempo. Al entrar lo primero que mis sentidos captan es el dulce olor de café caliente y de magdalenas recién horneadas, pronto me doy cuenta de que el lugar estaba repleto de gente esperando ser atendidos en una larga fila. Los meseros iban de un lugar para otro llevando pedidos a varias mesas ignorando mi presencia; yo debo ser uno más del montón que pasa por aquí.

Giro sobre mis propios pies esta vez viendo como un mesero que llevaba una camiseta con el nombre de la cafetería pasa por mi lado, aprovecho la situación y le toco el hombro con suavidad. Éste se vuelve hacia mí y puedo visualizarlo mejor. Pequeños rizos desprenden de su cabello castaño, dándole un aire juguetón. Sus largas pestañas sobrepasan sus grandes ojos grises que me examinan sin cautela. Mi mirada pasa de su rostro hasta su pecho viendo su complexión, bajo aquella camiseta podía asegurar que tenía un excelente físico y que se mantenía en forma. Por una extraña razón quería tocar su rostro con mi dedo para asegurarme de que lo que estaba viendo fuera real.

— ¿Necesitas algo? — Dice en cuanto ve que me quedo en silencio.

Me aclaro la garganta.

—Vi el anuncio afuera — Explico con simpleza. Él me sonríe con amabilidad y me ruborizo sin razón alguna. — ¿Aún está disponible?

— ¡Caleb!

Ambos nos volvemos de dónde provenía la voz. Una mujer de mediana edad se nos acerca con una sonrisa cansada en el rostro, vistiendo una blusa y unos pantalones negros de tela.

— Kate, La chica está solicitando el puesto de trabajo que pusimos afuera— Le indica Caleb señalándome con la cabeza.

—Hola, bonita — Me saluda esta vez la mujer de cabello rubio con dulzura.

Yo le muestro una de mis mejores sonrisas a modo de saludo ofreciéndole mi currículum de inmediato, ella lo coge y lo ojea por un largo momento.

— ¿Ya has trabajado antes en una cafetería como esta? —Finalmente me pregunta.

— Si, dos veces — Me limito a contestar entendiendo a lo que se refería.

Kate asiente para sí misma.

— ¿Consideras tener buena experiencia en este tipo de trabajos? — Me cuestiona otra vez.

— Si, eso creo — Respondo con timidez al notar la mirada atenta de aquellos dos.

Jackson Foster Es Un Mentiroso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora