Capítulo 28

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— ¿Qué pasa con Jackson? — Pregunto por segunda vez a April en un tono más demandante.

April se rasca la cabeza nerviosa y mira por encima de mí para asegurarse de que Sharon no estuviese escuchándonos.

— Hoy fue a buscar a Frank a su casa de hermandad y no acabó en nada bueno para ese imbécil — Me explica lentamente en un gesto de complicidad— Estaba ebrio y Evan apenas pudo sacarlo de allí.

Suelto un largo y pesado suspiro. Mi cabeza da vueltas y me asalta un sentimiento de remordimiento.

—No tenía idea — Es la única patética respuesta que le digo.

April da un paso más hacia mí y sus ojos buscan los míos, al encontrarlos me doy cuenta de que los suyos tienen un gesto alarmante y eso me inquieta mucho.

—Él dijo que no debes saberlo, pero si mi padre se entera de esto, no será nada bueno para Jackson — Me explica cuidadosamente. — Deberías hablar con él, conozco a mi hermano lo suficiente y sé que se siente culpable por lo que pasó. Jackson está intentado arreglarlo a su manera.

La voz de mi cabeza me advierte de que April estaba en cierta parte equivocada. Ella pensaba que podía yo solucionarlo, pero sé que Jackson probablemente ya no quiera verme después de las palabras crueles y cargadas de mi propia frustración que habían salido de mi boca en un par de horas antes. No quería pensar en ello, me dolía el pecho de remordimiento de tan solo recordar lo que había dicho para escapar de esa situación. Como muchas veces sentí miedo de que mis emociones me traicionaran y se dejaran llevar sin ver las consecuencias; es por eso que, opte por huir de él, no podía aceptar que Jackson se sintiera de esa manera conmigo ¿Por qué yo debía de interesarle? Podría apostar todo el dinero que tengo ahorrado a que yo definitivamente no soy su tipo, él lo había dicho desde el principio y yo estaba convencida de ello; sin embargo, él actuaba totalmente diferente a lo que decía, iba por la vida con un alto ego y una gran habilidad para confundirme.

Mi vida se parecía a una película cutre para adolescentes de los ochenta, donde la trama era que el chico era el más popular y la chica era la marginada de la escuela, que al final se enamoraban y eran felices para siempre mientras hacían un musical de cierre. No me quejaría si mi vida fuera así, pero era realista. Por más que mi vida se pareciera a una película romántica de los ochenta, yo caía en la realidad en cuanto me miraba a mí misma como la protagonista.

Es por esa misma sensación de realidad por la que decido sacudir mi cabeza e ignorar a la vocecita de mi subconsciente que me suplica que lo escuche.

— ¿Dónde está?

— Se encuentra en la habitación de Evan, él ha logrado sacar de encima a Jackson de la paliza que le estaba dando a Frank, de no haber sido por él, media hermandad habría visto la pelea y mi padre seguramente ya se habría enterado— Comenta con un notable tono de preocupación. Su ceño fruncido se profundiza a medida que habla sobre su hermano.

—Mierda.

—Deberías ir allí, Jackson es impulsivo y me preocupa mucho lo que pueda hacer cuando está molesto.

Yo asiento lentamente aun dudando de que pueda realmente ayudarlo.

—Es el 214, Evan debe estar con el ahora mismo —Me indica con una grande sonrisa de agradecimiento, su ceño se relaja y el mismo brillo de sus ojos delatan algo de esperanza.

Antes de salir de la habitación miro otra vez por encima de mi hombro, Sharon seguía en la misma posición, acurrucada con sus mismos brazos alrededor suyo que parecen brindarle más calor que su propio edredón. Mi sonrisa se ensancha con una extraña tranquilidad que no me permite pensar en que ya nada es lo mismo con ella, Sharon me alejó y no pude aferrarme, no pude luchar, ella simplemente decidió por mí que ya no querría verla después de que me diga lo que sucede. Pero quiero mantener mi optimismo y engañarme con la idea de que nuestra amistad podría tener alguna reparación y lo que sea que me oculte no pueda ser tan malo.

Jackson Foster Es Un Mentiroso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora