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Cuatro meses después por fin se llegó el día de ver a mis compañeros del set. Garrett llamó una semana antes invitándonos al estreno de su película, la que estuvo retrasada por algunas fallas, pero que por fin saldría a la pantalla grande. Aunque ninguno de mis compañeros participaba en ella, fuimos invitados.

El reloj marcaba diez a las ocho de la noche y el evento comenzaba a las ocho. Tarde como siempre. Ese maldito habito que nunca pudimos arreglar. Llevaba puesto un vestido coral de pedrería, muy ancho para ser realista. Mi estómago en forma sandía podía divisarse desde kilómetros de distancia.

Una alfombra gigantesca de color rojo nos dio la bienvenida. Glen junto con los chicos del elenco de la película estaban en ella. Pude divisar a unos cuantos de mis compañeros a un costado. Ellos avanzaron hacia mí -o mejor dicho hacía mi estómago gigante-.

-¡Es enorme! -dijo Jazmín. Una de mis compañeras del elenco. La rubia acariciaba mi estómago con delicadez.

-Sí, mi pequeña será gigante.

-Te ves preciosa, Jenni -dijo.

-Gracias, Jaz -agradecí sonriente. Luego de unos segundos, hablé-: ¿Y el resto de los chicos?

-Aún no llegan -contestó-. Creo que algunos no vendrán.

Rogué que entre ese grupo fuera Ashton, no quería verlo. Garrett gritó mi nombre. Giré para verlo, éste agito la mano y nos indicó con señas que fuéramos hasta dónde se encontraba él. Steve me dio un pequeño empujoncito dándome entender que debía de ir. Caminé hasta ellos y me coloqué enseguida de Garrett.

-¡Pero qué enorme es! -expresó Garrett, entonces yo solté una risita.

Los paparazzi se centraron en capturaros con sus grandes cámaras. Algunos solamente se centraron en fotografiarme a mí y a mi grande sandía. Luego, los chicos se acercaron a abrazarme. Escuché unos pasos que llegaron corriendo y pensé que era Steve debido a la posible asfixia que podía tener debido a tantos abrazos.

-¡Tengan cuidado! -alzó la voz Steve.

Los chicos se fueron alejando poco a poco dejándome el camino directo a Steve. Me sonrió y se acercó a mí diciéndome un "Estás preciosa" y finalizando con un beso. Sentí un flash proveniente de una de las cámaras. Sonreí y lo abracé. Steve se colocó detrás de mí y situó su mano en mi estómago. Una sonrisa de oreja a oreja estaba delineada en mi rostro. Éramos observados por la mayoría de la gente que estaba presente en el cinema.

Avanzamos hacia dentro del teatro. Steve sujetaba mi mano mientras que yo entre esfuerzos avanzaba. Por la mañana sentí un ligero dolor pero no tenía por qué alarmarme, aún faltaba dos semanas para que la pequeña -aún sin nombre-, saliera.

-Steve -dije jalando su camisa para que girara a verme.

-¿Qué paso? -preguntó. Señalé el cartel donde unas palomitas gigantes estaban pintadas.

-Quiero -dije.

-Okey, espérame aquí.

Caminó hacia el snack. Me quedé sola en medio del cinema, los chicos estaban dentro de la sala esperando la película. Una vibra espeluznante sentí detrás de mí. Giré y miré a Ashton pasar enseguida de mí. Lo encaminé con la mirada. Se detuvo y me miró. Su mirada estaba perdida, se notaba molesto y lleno de rencor. Tragué saliva y caminé hasta el snack.

-Te dije que no...

-¿Estás listo, cariño? -pregunté un poco asustada.

-¿Te pasa algo? -preguntó frunciendo el ceño.

Viviendo el Sueño © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora