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La noche la pude resumir en: dolor de cabeza, lágrimas, estrés, el qué haré, dónde viviré, qué será de mi vida y un montón de cosas. No pude conciliar el sueño en toda la noche. En la mañana, la señora Deisy llegó entusiasmada a la habitación:

-¡Querida! -gritó detrás de la puerta. Me levanté entre regañadientes y quité el seguro para poder abrir la puerta. Deisy entró fugaz y cerró la puerta detrás de ella.

-¿Qué pasa? -pregunté.

-Steve, quiere hablar contigo. Está en la sala. ¡Vez! Te dije que arreglarían las cosas -dijo sonriente. Sonreí levemente.

No creí que en los planes de Steve estaría el perdonarme.

-¿Ha hablado con él? -le pregunté.

-No, me dijo que no hablaría nada hasta que estuvieras presente.

Eso me hizo tener un poco de esperanza. Pensé en que estaba arrepentido y me pediría perdón. Pero sostuve los pensamientos de no perdonarlo, así que decidí en decirle que fuéramos a una terapia de parejas. Tal vez la diferencia de edad influía, y así también sus celos compulsivos podían calmarse.

Tomé asiento en uno de los sillones junto con Deisy, Steve estaba frente a nosotros. Se notaba normal. Sólo esperaba a que hablara, no tenía la fuerza para iniciar alguna conversación.

-Quiero el divorcio y la custodia de Stenni -dijo de golpe.

-¡QUÉ! -grité espantada. Miré a Deisy, ella estaba horrorizada.

-¿Qué estás diciendo, Steve? Pensé que iban a arreglarlo -dijo su madre.

-Pensaste mal madre, yo no puedo seguir viviendo con esta mujer.

Mis lágrimas, como era de esperarse, brotaron.

-Pero tiene que haber un porqué, no puedes tomar las cosas así de precipitadas -dijo su madre-. La pobre de Jennifer no te ha hecho nada. Aparte, no puedes arrebatarle a su hija. ¡Es una buena madre! Eres mi hijo, pero no por ello me pondré de tu lado.

-¿Qué no le has dicho? -me preguntó molesto mientras me miraba. Estaba cabizbaja-. ¡Te estoy hablando! -alzó la voz.

-No.

-La señora Rous -dijo haciendo comillas con sus dedos-. Llamó a Jeremy para que le cuidara a Stenni mientras que yo le dije que no fuera a tal parte. Pero no, ella nunca entiende.

-Tuve mis razones -dije seria.

-¿Cuáles razones? ¡Cuáles son las putas razones! ¿Para andar con ese idiota? -gritó.

-Eso no es cierto.

-¡Claro que sí! Dile a mi madre cuántas veces te has largado a ver al idiota de Ashton -gritó, enseguida tiró un florero que estaba situando en una mesita a un lado de nosotros derramando todos los pedacitos por el suelo-. Hablaré con un abogado, quiero el divorcio Jennifer Smitt -dijo y salió.

¿Por qué se esmera en herirme?

-¿Quieres hablar de esto? -me preguntó Deisy.

-Necesito un cigarro -dije mirando el suelo.

Luego de que Deisy me proporcionara un cigarrillo, traté de explicarle detalladamente todo lo que había sucedido con Steve desde semanas anteriores. Le expliqué como discutíamos, como nos peleábamos y como una vez trató de golpearme, pero que no lo hizo porque lo amenacé con llamarle a la policía. Pero siempre, al día siguiente me pedía perdón, y yo de estúpida lo disculpaba.

Ese día, había llegado tarde a casa. Me había quedado platicando con Karla en la oficina de Garrett. Cuando regresé a casa, Steve me tomó del brazo y me aventó hacia la pared. Confundida le pregunté el porqué de su reacción. Me dijo que había rumores de que me veía con Ashton a escondidas. Le dije que no era cierto, pero sus celos compulsivos le nublaban la realidad. Cuando estaba a punto de golpearme la cara con el puño, lo amenacé con la policía, entonces él salió apresurado y me dejó a Stenni intranquila.

Viviendo el Sueño © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora