Eran las ocho de la mañana y yo era la única persona que estaba despierta. Las chicas dormían en una recámara extra que teníamos en nuestro hogar. Steve se quedó dormido junto con los chicos en la sala mientras que yo dormí en nuestra habitación. Solo dormí dos horas y eso me hacía sentir agotada.
Tomé un pedazo de hoja y comencé a escribir.
"Amor, me adelantaré hacia el salón. Necesito preparar todo y descansaré allá, te veo más tarde. Te amo"
Dejé el papel cerca de Steve, le di un beso en la frente y me alejé de ahí.
Llamé a un taxi fuera de casa para que me trasladara a New York, ya que nuestra boda se celebraría allá. El evento sería en uno de los salones más lujosos de la ciudad, así que emprendí un viaje hasta aquel lugar. Un cincuenta por ciento de mi mente pensaba "quiero dormir", mientras que el otro estaba un poco alterado por la celebración. Para la decoración del salón, contraté a uno de los mejores decoradores, Fernando. Según Deisy era uno de los mejores en New York.
-Hola Fernando -saludé sonriente al entrar al salón.
-Hola querida -me dio un beso en cada mejilla.
-¿Cómo vas con todo?
-Divino. Todo está quedando espectacular.
-Perfecto -sonreí-. ¿Quieres que te ayude?
-No, no, querida. Tú debería de estar arreglándote no ayudándome a decorar aquí.
-Está bien, lo dejo en tus manos -me di media vuelta para avanzar hacia la salida.
-Querida, algo más -me detuve y giré para verlo-. Quería preguntarte si puedo invitar a mi novio -comenzó a mirar los pies apenado.
-Por supuesto, los veo en la iglesia -sonreí y salí del salón.
La habitación del hotel seguía disponible. A veces pensaba que todo sería mejor si comprábamos una casa en New York ya que la mayoría de los días la pasábamos en la ciudad gracias al rodaje de la película. En tal habitación, mis amigas y mi familia llegarían más tarde para que pudieran arreglarse ahí, así para no tener que ir y venir hasta New Jersey, aunque en realidad no estaba muy retirado de nuestro hogar. Accedí a la habitación, estaba vacía como era de esperarse. Me recosté en uno de los sillones y quedé profundamente dormida.
Si no hubiera sido por que el teléfono que sonó como veintidós veces, nunca hubiera despertado.
-¿Aló? -contesté algo modorra al teléfono.
-Jenn, ¿dónde estás? ¿Sam ya está contigo?
-¿Qué horas son? -miré el reloj: 12:00pm-. ¡Mierda!
-¿Qué pasó? -preguntó preocupado.
-Es increíble que hasta en el día de mi boda me quede dormida.
-Tranquilízate, todo saldrá bien.
-Este es nuestro gran día -sonreí al vacío.
-El más esperado.
Al terminar la llamada, me contacté con Sam para preguntarle en cuánto tiempo llegaría. En eso, Jeremy llegó con las chicas al hotel. Dijo que mis padres y hermanos se fueron al centro a comprar unas cosas, luego lo llamarían para que fuera por ellos. Lo que más me agradaba de Jeremy era lo servicial y lo amable que era conmigo.
-Jenni, hoy te casarás -dijo Itzel, se acercó a mí y me abrazó.
-Aun no puedo creerlo -contesté.
Llamaron a la puerta. Era Sam
-¡Sam! Estaba a punto de llamarte. ¿Cómo has estado? -la saludé sonriente.
ESTÁS LEYENDO
Viviendo el Sueño ©
Teen Fiction¿Cómo diferenciar la fantasía de la realidad? El sinónimo perfecto de la palabra fantasía sin duda alguna lo gana Jennifer Smitt. Jennifer es una chica llena de sueños y metas que tiene propuestas a futuro. El deseo de realizar uno de sus sueños hac...