La insistencia de Jeremy de hacerle una fiesta a Stenni no me dejaba descansar. Cada una de sus llamadas incluía un: "Deberíamos de festejar a mi sobrina" "Nunca le hiciste alguna fiesta a mi sobrina por su nacimiento" "¿Cuándo será mi tiempo de cuidar a Stenni?" bueno esa última no tenía nada que ver con la fiesta, pero aun así la repetía constantemente.
Por las peleas consecutivas que seguía teniendo con Steve y el juicio que se pospuso para después, me era imposible organizar una fiesta, aunque Karla y Jeremy hicieron equipo y se encargaron de organizarla junto con la señora Deisy, que también estaba impaciente y entusiasmada de hacerle una pequeña celebración a su segunda nieta.
Quedé de pasar por Karla a su casa, así que partí hasta New York. Estando aparcada fuera de su casa, toqué la bocina del auto. Luego de varios intentos, mi amiga salió de su casa apresurada.
-Qué cara -dijo al subir al auto.
-¿Qué? -pregunté distraída-. No, para nada, sólo que esto de la fiesta de Stenni me trae...
-Es Steve y lo sabes -dijo. Cierto.
-¿Crees que sea verdad lo de la supuesta chica con la que sale?
-¿Con la tal Maddison? -asentí-. No lo creo, no sé... tal vez son rumores, sabes cómo es la prensa, tú misma lo has vivido.
-Lo sé, pero ya tiene casi un mes los estúpidos rumores y todo eso me está volviendo loca. Debo admitirte que traigo los nervios de punta por el hecho de que Steve estará en la fiesta.
-¿Y qué creías, qué iba a faltar a la fiesta de su querida hija?
-No, pero... No hagas esto más difícil, Karla -dije soltando una pequeña risa provocando que Karla me golpeara el hombro.
-Ánimo, no pasará nada.
Decir que no estaba nerviosa era tonto, porque las siete tazas de café que tomé esa mañana me decían todo lo contrario. La pequeña fiesta sería en el patio de la casa de la señora Deisy, queríamos privacidad o algo así, pensamos en que si lo festejábamos en algún salón se llenaría de paparazzi.
Al llegar a casa de Deisy, estacioné el auto y apagué el motor. Eché mi cabeza hacia atrás, cerré los ojos y busqué la mano de Karla a ciegas. Cuando la encontré, giré hacia ella y abrí los ojos: "No me dejes sola, aunque no creo que suceda... pero si me pongo mal, no me dejes sola", le dije. Entonces ella me llenó de fortaleza diciendo un: "No te dejaré sola, amiga"
Sacamos los gorritos, algunos dulces y la piñata de la cajuela de mi auto, que recién había comprado hace una semana. La comida sería preparada por la dulce y elegante ex suegra, bueno podía decirse que aún era mi suegra, puesto que hasta el día siguiente teníamos la cita en el tribunal para el divorcio.
Tomé la caja donde venían los dulces, pero eran demasiadas cajas que no podía bajarlas todas de un montón, así que recurrí en pedirle ayuda a Jeremy. Al entrar a la casa, sentí una extraña sensación que invadió mi mente de recuerdos y memorias. Cálmate Jenni. Avancé a la cocina y dejé la caja en la barra.
-¡Jenni! -gritó Jeremy. Giré para verlo y éste me abrazó.
-¡Jeremy! Por Dios, tanto tiempo. Te extrañaba mucho -dije despegándome de él.
-Me extrañabas porque querías -dijo entre risas.
-Un disculpa por no ayudarte a organizar todo esto. El rodaje de la película me trae loca y todo eso.
-No te preocupes, yo entiendo -dijo con una sonrisa.
Enseguida, la señora Deisy entró a la cocina.
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Viviendo el Sueño ©
Ficção Adolescente¿Cómo diferenciar la fantasía de la realidad? El sinónimo perfecto de la palabra fantasía sin duda alguna lo gana Jennifer Smitt. Jennifer es una chica llena de sueños y metas que tiene propuestas a futuro. El deseo de realizar uno de sus sueños hac...