7.

1.8K 133 13
                                    

—¿Y me contarás qué pasó? —Ann suspiró triste.

Me tapé la cara con su almohada. No estaba ni siquiera de humor, y ni si quiera sé porque ese idiota me importaba tanto.

—Fui a casa de Montse, para arreglar las cosas... Y Dani estaba con ella, y estaban... No sé, yo me quedo imagino que haciéndolo o... No sé —bufé al recordar la escena.

—Lo siento tanto, amiga —suspiró— sé lo que se siente, lamentablemente. Pero una fiesta nunca cae mal, ¿qué te parecería una? —trató de animarme.

—¿Y tú crees que con semejante humillación tendría ánimos de estar en una fiesta? —le pregunté incrédula.

—Como dijimos, empezaremos en plan, ¿vale? Y esto es parte del plan, recuerda que solo te queda este año, y te mudarás, así que vamos a disfrutar y haremos que esos abortos de mono dejen de jodernos el año.

Tenía razón. Asentí con la cabeza y tomé el cambio de ropa que mi querida amiga me había aventado a la cara.

—Ann, ¿qué pasó con Jesús? —pregunté tomándola por sorpresa.

—¿Jesús? —asentí— Um... Nada, solo me cortó y ya está, según yo había tenido un rollo con Dani en una fiesta, y lo más raro es que, yo no había asistido, estaba castigada por las notas, pero, pienso que Jesús solo buscó una excusa para cortar la relación ¿sabes? —me miro y por un momento su mirada reflejó dolor. Pero al instante los cambio sacudiendo la cabeza.

Apreté mis labios con fuerza, ¿por qué carajos tenía que ser tan curiosa?

—¿Y desde cuando Ann Fitz le hace caso a sus papás de no salir, eh? La popular no debe faltar a ese tipo de fiestas —traté de remediarlo y darle un poco de ambiente a la situación. 

—Me amenazaron con que si yo llegaba a salir o bajar más mis calificaciones no podría regresarme a Texas para ver a mi abuelo, que en ese entonces estaba enfermo...

—Lo siento —maldije en mi miente, parecía que cada vez quería meter la pata, cuando en realidad era todo lo contrario.

—Venga, ve, tenemos 4 horas para arreglarnos y que sean las 21:00.

—¿Adónde iremos? —pregunté observando el conjunto que me había aventado Ann.

—A una fiesta, ¿a qué esperas? —sonrió. ¡Vaya! Que detallada y precisa su respuesta.

Me adentré al baño y me puse el cambio de ropa que Ann me había brindado.

—Oh la la, Gómez, estas que deslumbras, hija —Ann me halagó al salir del baño.

—Joder Fitz, quiero tu cuerpo —me quejé al ver la ropa que llevaba y al ver cómo le quedaba tan bien con el cuerpo que tenía.

—Esta noche nos vamos de caza. —sonrío con malicia.

—Paso número dos —levanté ambas cejas al mismo tiempo repetidas veces— maquillaje.

Ann puso música al volumen máximo, primero comenzó "Hasta el amanecer" de Nicky Jam y comenzó a bailar.

—¡Me encanta! —sonreí e hice algunos movimientos con la cadera tomando un aparato para enchinarme las pestañas.

(...)

—Ya sabes el punto de reunión, Gómez, como quiera estaremos siempre juntas, pero si te pierdes, vas y te pones a lado de las escaleras y allá nos vemos. —asentí asegurándome de que no le faltaba nada a mi bolso.

Entramos a la gran casa, música, humo, alcohol y sexo.
Arrugué la nariz en cuanto el oxígeno limpio no llegó hasta ella, sino, humo de tabaco.

¿Cómo olvidar a los Oviedo? {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora