21.

1.5K 152 51
                                    

—Te espero en el portón del colegio, ¿va? —Asentí con la cabeza y Daniel besó mi mejilla.

—Ah, o sea, la cosa va en serio, wey —Salma y su acento mexicano, rodé los ojos divertida y ella sonrió pícara.

La cosa era como... Amigos.

—Solo somos amigos. —traté de convencerme a mí misma.

—Amigos con derechos será —Ann levantó ambas cejas divertida.

—No...

—¿Dejarás a tu novio solo en la cola? —Salma y Ann imitaron la voz de Daniel al unísono.

—Bueno, pues lo decía jugando —me excusé y ni sabia por qué, si esa era la verdad.

—Ajá, pero ten en cuenta que lo tienes loco y ya lo comprobaste la otra vez que lo espiamos —Salma sonrió emocionada y a la vez satisfecha.

—¿Ann? ¿Será que podemos hablar? —Jesús interrumpió nuestra conversación algo nervioso y se rascó la nuca.

—S-sí, vayamos —Ann respondió y le di un codazo divertida. —Déjame —susurró nerviosa y sonrojada a la vez.

—Mi hermano ya está aquí —Salma suspiró— Hablamos después ¿va?

—Pues te acompaño —busqué a Daniel para confirmar que aún seguía con sus amigos— Dani sigue ocupado, y sirve que veo a tu hermano para saludarlo.

—Vamos.

Caminamos hasta él y nos miró con una gran sonrisa.

—¡Sara! —alzó la voz y me abrazó y se lo correspondí— Hace una semana ya no te veía —hizo un puchero y lo volví a abrazar— ¿Ya estás mejor, no?

—Pues, en eso estoy, aunque trato de ocultarlo el mayor tiempo —me encogí de hombros.

—Olvidé mi libreta de tareas en el salón —Salma tomó su mochila y se fue dejándonos solos.

—Ya, deberías ir a nuestra casa, podríamos hacer una noche de películas o algo —sugirió.

—Vale, molaría —sonreí.

—Pues obvio, me refiero a que soy David —sonrió con superioridad— ¿Qué no te molesta que te vean tanto o cómo va la cosa?

—¿Eh?

—Me refiero a Daniel, no despega el ojo de ti —frunció el ceño, traté de voltear disimuladamente, y efectivamente, nos estaba mirando.

Regresé mis vista con David para luego encogerme de hombros.

—Soy Sara, ¿dah? —respondí también creída y rió.

—Ah, claro, es que lo olvidaba —sonrió sarcástico y reí— ¿Hoy tienes planes o...?

—Sí

—¿Con? —curioseó un poco.

—Dani.

—Oh, pues vale, ya después quedaremos. —me sonrió.

—¿Nos vamos Sara? —Daniel llegó y se puso a mi lado con cierta autoridad.

Asentí con la cabeza y mire a David.

—¿Luego nos vemos? —le pregunté.

—Sí. —el chico de las bebidas sonrió y me besó la mejilla, pude ver como Daniel giró los ojos.

Caminamos hasta el auto de Daniel y lo notaba serio.

—¿A dónde iremos? —traté de sacarle conversación y prendí la radio.

—¿A donde quisieras ir a comer? —me preguntó.

—Unas hamburguesas vendrían bien, ¿no crees? —lo miré pero el no despegaba su vista de la calle.

—Lo que nos vendría bien es un mundo fuera de Davids. —susurró.

—¡Hey, te escuché! —le di una palmada en su brazo— es buena persona. Si lo conoces te caería muy bien.

—Bueno, ese era el punto y no, te apuesto a que no me caería nada bien. —finalizó mientras se paraba a causa de un semáforo rojo.

Me reí a causa de cómo estaba actuando.

—¿De que te ríes? —me preguntó y avanzó con el auto.

—De ti.

—¿De mí?

—Sí y de tu estado de negación al no querer a David. Como te dije, es muy buena persona y muy buen amigo.

—Pues ojalá solo llegue hasta amigo —me miró y sonrió de lado.

—No empieces.

Daniel sonrió victorioso.

—No me sonrías así, que no tienes asegurado nada. —me encogí de hombros.

—Pues yo digo que sí. ¿Acaso él está en una salida contigo? ¿O acaso él vive contigo? Pues yo creo que no.

-*-
Opaaa🤭🤭💓

¿Cómo olvidar a los Oviedo? {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora