15.

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Daniel se encontraba en el baño cuando había despertado, ¿qué se supone que iba a hacer? Estaba nerviosa por todo lo que me había dicho y por los besos que nos había dado, no sabía si lo que dijo había sido verdad, porque vamos, estamos hablando de Daniel Oviedo.

Tomé mi celular y justo Ann me había enviado un mensaje.

Vamos, que solo te sientes así porque está guapo —Ann.

Tendré una salida con él, y es que ayer pasó algo... No puedo decírtelo aquí pero vas a fliparlo —Sara.

¡¿QUÉ DICES SUBNORMAL?! Y el plan qué?! Se va ir a la mierda? —Ann.

No sé, Ann, joder, estoy hecha un lío, no sé qué hacer, quiero salir con él, pero a la vez, quiero respetar nuestro plan, que hago?! —Sara.

Está bien, perdón, puedes hacer lo que quieras Sara, tal vez y él ya cambio y quiere algo contigo —Ann.

Ann, necesito tu ayuda Fitz. Creo que cancelare la salida con él—Sara.

Estas loca?! Ya tienes la oportunidad ahí, en tu puerta! Aprovéchala ya habrá tiempo para olvidarse después de él —Ann.

Escuché que Daniel había cerrado el grifo y deje el celular a un lado y justo cuando abrió la puerta de mi habitación pretendí que había despertado apenas.

—Hey, hola —me miró con una sonrisa. —Olvidé unas cosas aquí anoche en tu habitación....

—Um, hola. Pensé que el baño es mío a estas horas —miré el reloj que estaba colgado en mi pared.

—Es una pequeña excepción —contestó con un tono divertido y sonreí.

—Ve y cámbiate —ordené y él alzo una ceja. Anda, que tampoco me podía controlar tanto, solo tenía una toalla que cubría de la cintura para abajo.

—¿Y tú?

—¿Yo qué? —le miré sin entender.

—Dijimos que saldríamos los dos juntos.

—Oh... Sí iba en serio —me mordí el labio nerviosa y el frunció el ceño.

—¡Claro que iba en serio!

—No... No creo que sea buena idea ¿sabes? —abrió la boca y la cerró al segundo, como si quisiese decir algo pero mejor se lo calló.—Daniel, no combinamos, no tenemos nada en común, siempre estamos peleando, y no nos veo juntos como una pareja normal, eso es todo... ¿imagínate que dirán de nosotros en la escuela?

Se dio media vuelta dispuesto a irse.

—¿A dónde vas?

—A mi habitación, Sara —contestó sin mirarme. —y además, yo no te pedí que fueras mi novia, ni mucho menos que te casaras conmigo. Solo te invité a salir.

Me quedé quieta, yo no podía pensar en tan solo una salida con él porque probablemente yo me ilusione, y eso es justamente lo que yo no quiero.

Lo seguí hasta habitación y él estaba buscando ropa en su maleta ya que aún no desempacaba del todo.

—¿Quedarás con alguien? —le pregunté temiendo su respuesta.

—Contigo, pero supongo que ya conseguiré a alguien más, tú no quieres y no te voy a obligar.

—Daniel...

¿Cómo olvidar a los Oviedo? {Gemeliers}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora