Llegando ya al pueblo de al lado, aparcó en un sitio de mucha gente.
-Mama ¿por qué tanta gente?
-Si quedáramos en un sitio apartados de todo el mundo nos verían, con muchas personas es mejor, es un poco más seguro a sí ya no llamamos la atención.
-Vale y ¿dónde está papa?
-Aquí - una voz masculina escuché detrás de mí. Me giré y era un hombre muy alto con el pelo largo. Me quede en shock.
-Hola - dije algo tímida.
-Que ganas tenía de verte - dijo abrazándome.
-Yo también. Por cierto ¿cómo te llamas?
-Me llamo Aarón.
-Encantada.
-Me dijeron que estuviste en el hospital.
-Sí, pero me recuperé muy pronto, creo que fueron solo dos días - en ese momento se quedó serio y miró a mi madre. -¿Por qué os miráis así?
-Nada cariño - dijo esta vez mi madre.
-Bueno, hoy aquí es fiesta y todo el mundo viene a hacer barbacoa y se quedan hasta la noche atrapando luciérnagas.
-¿Nos quedaremos nosotros?
-Claro que sí.
Toda la tarde y noche que estuvimos juntos nos fuimos conociendo. Tanto tiempo he estado pensando en cómo sería mi padre y la verdad es que me encanta. Esta noche hubo luna llena y se comportó de buena manera, se notaba que lo tiene controlado.
-Bueno nosotras ya nos vamos, es muy tarde - dijo mi madre. Yo no quería, me lo había pasado tan bien.
-No - alargue.
-Mañana tienes instituto.
-Otro día nos veremos y así conozco a esos amigos tan majos de los que me has hablado - dijo.
-Vale. Adiós papa, te quiero - dije abrazándolo con toda mi fuerza.
-Adiós mi niña.
De camino a casa no se me borró la sonrisa. Estaba tan feliz, ya casi llegábamos hasta que algo golpeó el coche y derrapó.
-¿Qué era eso? - dije algo asustada.
Salimos del coche para comprobar que era. Miramos abajo del coche por si aviamos atropellado algo, pero nada. Del bosque salió un hombre moreno, con gafas de sol.
-Hola Esther que de tiempo.
-¿Qué quieres? - dijo mi madre poniéndose delante de mí.
-A tu hija.
-Vete de aquí ya.
-Mama ¿Quién es?
-Es Deucalion.
-¿Así que le has hablado de mí? - dijo.
-Sí y todas las cosas malas que haces, porque buenas no haces ninguna.
-Esther por hoy te dejaré, pero recuerda que ella está sola.
Nos subimos en el coche una vez que Deucalion se fue. Llegamos a casa sin decir ninguna palabra.
-Mama ¿Cómo que estoy sola? ¿Por qué ha dicho eso?
-Creo que no sabe que Scott e Isaac son lobos. Coméntaselo a todos tus amigos por favor diles que te protejan, no quiero que te pase nada.
-Vale, ahora se los digo. Bueno mama, gracias por todo me voy a acostar.
-Adiós mi niña.
Subí a mi cuarto y entré al baño a cambiarme. Cuando salí estaba la ventana abierta. Miré hacia todos los lados y cuando miré detrás de la puerta estaba Hayden.
-¿Qué haces aquí? - dije arrastrándola a mi cama para sentarnos.
-Vine a visitarte.
-¿A estas horas? ¿Y por la ventana?
-Sí, lo siento -dijo riendo tímidamente.
-Ven - dije cogiéndola del brazo.
-¿A dónde me llevas?
-A ver a mi madre.
-Pero creerá que soy algo rara, he entrado por la ventana.
-Si lo dices por lo de ser loba no pasa nada, mi madre sabe todo y te tengo que contar unas cosas.
Bajamos y nos dirigimos al salón donde se quedó mi madre mirando el móvil un rato.
-Mama, ¿te acuerdas de Hayden?
-¿La chica con la que jugabas? - dijo sin mirarme.
-Si.
-Bueno ¿y qué pasa? ¿Has estado viendo fotos de ustedes dos de pequeñas?
-No, no era eso. Si mirases sabrías de que te estoy hablando - se quitó las gafas y se las colocó en la cabeza, mientras levantaba la vista.
-¡¡Hay dios mío Hayden!! Cuanto has cambiado, ven que te abrace y te vea. Que grande estas - rio.
-Usted está igual de guapa que siempre.
-No me hables de usted que parezco mayor - reímos todas. - ¿Y cómo has entrado?
-De eso vamos a hablar mama.
Le contamos todo de lo que pasó. Lo del bosque. Y también lo mío, que tuve mucha fuerza.
-Bueno mama ya que te lo hemos contado, nos vamos para arriba.
Una vez arriba le conté lo de mi padre y de lo que había pasado hoy. Me dio su apoyo para protegerme ella también.
-Bueno Sara, me voy. Mañana nos vemos guapísima.
-Adiós.
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La Suerte De Quererte ↭Isaac Lahey, Theo Raeken↭
FanfictionNo puedes imaginar las veces que te enamoras y te desenamoras en tu vida. Hay a veces que tenemos suerte, pero no siempre. Sara es una chica normal como todas y nueva en el instituto, lo que no sabe es todo lo bueno y malo que le pasará allí, en Bea...