La Suerte De Quererte ↭Isaac Lahey, Theo Raeken↭

Capítulo 26

Nos dirigimos hacia el bosque que es por donde se fue Hayden. Allí divisamos a Scott intentando atraparla. Nos bajamos todos. Allison trajo su arco para poder ayudarlo en algo y sirvió. Le clavo una flecha en la pierna para que no pudiese correr, pero enseguida se lo quito. Fui yo también corriendo detrás de ella. De pronto me encontraba sola, no sabía dónde estaban mis amigos. Miré hacia la Derecha y vi a Hayden corriendo hacia mí para matarme. Cuando estaba a unos centímetros la empujé con toda mi fuerza y la estampe contra un árbol. Me quede impresionada, no sabía de donde había sacado esa fuerza. Se quedó inconsciente durante el tiempo que llego Scott, ósea un minuto.

-¿Cómo has podido pararla?

-No lo sé, solo me dio rabia y la empuje.

-¿Cómo estáis todos? - dijo Isaac.

-¡Qué haces aquí! - dije.

-Me acaba de avisar Stiles y he venido lo más rápido posible. ¿Por qué no me has dicho nada?

-Bueno yo os dejo, me voy a llevar a Hayden a ver a Deaton - dijo Scott.

-No sé, creí que seguías ocupado.

-Cuando es contigo nunca estoy ocupado.

-¿Me llevas a casa? - menos mal qué era de noche porque notaba la cara y todo mi cuerpo caliente, de la vergüenza qué estaba pasando.

-Claro.

En todo el camino no hablamos hasta qué me dejo en mi casa.

-Gracias.

-No hay que darlas.

Cuando iba a salir me cogió de la mano y me jalo hacia él.

-Sara... me gustaría decirte una cosa - estábamos a centímetros.

-Yo también.

-Dímelo tu primero.

-Cuando estaba en el bosque vino Hayden hacia mí y la golpee tirándola hacia un árbol, no sé de donde había sacado esa fuerza. Pero me sentí bien, me sentí segura.

No dijo nada, se quedó mirando al frente.

-Isaac, ¿estás bien?

-Sí, sí. Lo que te quería decir era esto - se acercó más a mí, casi sentía sus labios en los míos y por un momento estaba nerviosa hasta que mi madre abrió la puerta y nos vio así.

-¿Os he pillado en mal momento?

-Sí mama ¿qué quieres?

-Te tengo que contar una cosa muy importante. Entra corre.

-Bueno Isaac... - me interrumpió con un beso corto pero fue bonito. La verdad deseaba ese beso desde hace muchísimo tiempo.

-Adiós - dijimos al unísono.

Entré en mi casa muy feliz que hasta mi madre lo noto.

-¿Qué querías contarme?

-¿Te ha besado, verdad?

-Eso no te interesa... pero... sí - me dio un abrazo enorme cual yo respondí.

-Te quería dar una sorpresa.

-¿Cuál?

-No te lo diré hasta mañana, dile a tus amigos qué se inventen cualquier excusa para faltar mañana al instituto.

-Vale, pero esta noche no voy a poder dormir.

-Sí, que lo aras... con lo dormilona qué eres.

Subí a mi cuarto un poco cansada, abrí el WhatsApp y les comuniqué a mis amigos que iba a faltar. Después de dejar el móvil cargando me quedé dormida enseguida.

Me despertó mi madre a las diez de la mañana y aún seguía teniendo sueño.

-Buenos días mi vida.

-Buenos días. Dime la sorpresa ya por favor.

-Vamos a ir a... ver a tu padre.

Por un momento me quede en shock, por fin iba a ir a ver a mi padre lobo. Cuando reaccioné abracé a mi madre muy fuerte y se me salieron las lágrimas.

-No llores.

-Lloro de alegría mama. Gracias pero ¿no pasará nada, no? Lo digo por lo que me contaste.

-No, tranquila.

-¿Y sobre qué hora vamos a ir? - dije levantada ya para escoger la mejor ropa.

-Dentro de una hora nos vamos ¿vale? Prepárate ya o lo que tengas que hacer.

-Vale, a eso voy.

Me duche y luego me vestí. Me hice un recogido muy bonito y luego me pinte un poco.

-Lista - le dije a mi madre.

-Qué guapa estas Sara. Bueno cojo unas cosas y nos vamos, espérame en el coche.

Me dirigí hacia el coche y antes de subirme vi a Theo. Me hice la tonta pero él me saludo antes.

-Hola - dijo.

-Hola.

-¿A dónde vas?

-A un sitio - dije sonriéndole falsamente.

-Qué lista, eso ya me lo imagino, pero bueno si no me lo quieres decir no te obligo - en ese momento mi madre se montó en el coche.

-Adiós Theo.

-Adiós y por cierto estas guapísima.

-¿Quién era ese chico?

-Es Theo uno que está en mi instituto.

-Es muy guapo ¿no te parece?

-Bueno...

-¿Qué te pasa? - dijo mi madre.

-Nada. Acabamos de salir y ya quiero llegar.

Nos reímos y en el camino me habló un poco de mi padre.

Gracias por esos 3.39k de verd