Capítulo 30

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Lo siento por no actualizar, pero es que no tenía inspiración, aparte que tengo 2 o 3 exámenes por semana y no tengo tiempo. Ya quedarán pocos capítulos para terminarlo. Y gracias por seguir leyéndolo. ¡¡Ya son 7.2 k, gracias!!

Esa misma mañana fui a casa de Stiles, para ayudarlo con matemáticas.

-Stiles, haber cuando te entra en la cabeza esto.

-Es que estoy cansado, no tengo ganas de estudiar.

-¿Por qué no tienes ganas?

-Ayer baile mucho y me acosté muy tarde.

-Vamos, déjate de tontería, eso no es una buena excusa.

-Oye y hablando de ayer, ¿cómo te fuiste a tu casa?

-No quiero hablar de eso ahora.

-No, soy tu mejor amigo, cuéntamelo ¿te pasó algo malo?

-Sí, casi me violan.

-¿EN SERIO? – dijo con cara sorprendido.

-Sí y gracias a... gracias a...

-¿Gracias a quien Sara?

-A Theo, él fue el que me trajo a mi casa. Si no hubiera sido por él... ahora mismo estaría tirada en la calle.

-Para la próxima te vienes con alguno de nosotros sí o sí.

-Vale, eso ya lo tengo seguro – reímos. –Bueno yo me voy que si no mi madre me va a matar, nos vemos mañana en clases.

-Adiós.

Me dirigí a mi casa que estaba a dos manzanas, tenía que andar, pero no me importaba, a sí hacía ejercicio.

Por el camino fui pensando en todo lo que me había pasado con Theo. La verdad es que siempre me ha gustado. Pero Isaac, él siempre había estado conmigo, incluso dejó a Allison por mí.

Llegué a mi casa. Comí y al rato vino mi madre.

-Hola mama.

-Hola cariño, Sara ven siéntate un momento – me senté a su lado. –Tengo que decirte una cosa que me ha dicho tu padre.

-Dime ¿qué es?

-Eres una semiloba – me quedé un poco extrañada, ya que me imaginé algo de esto, por aquel día de Hayden.

-Hace... hace un tiempo, perseguimos a Hayden la niña que yo jugaba aquí de pequeña, porque ella también es una loba, y cuando fui a empujarla, tuve mucha fuerza y la estampé contra un árbol. No te lo quería decir por si acaso.

-No pasa nada hija, puedes contarme todo.

-¿Se lo puedo decir a mis amigos? – dije preocupada.

-Claro que sí.

Cuando subí arriba y abrí la puerta me encontré con Isaac.

-¿Qué haces aquí? – dije.

-Quería hablar contigo.

-¿Y no puedes entrar por la puerta? -reí.

-Sí, pero estabas hablando con tu madre y no quería interrumpiros.

-Bueno pues si lo has escuchado ya lo sabes, soy una semiloba.

-Ya puedo defenderme yo sola, no me hace falta ustedes.

-Ya claro... - río. –Pero te quería hablar de otra cosa.

-¿Él que?

-De lo nuestro.

En ese momento me quedé perpleja, si quería hablar de "lo nuestro" no sabría que decirle. Estoy enamorada de Theo por muchas cosas que me haya hecho, pero de Isaac también.

-Pues dime.

-Mira estoy enamorado de ti desde que te vi. Sé que estuve con Allison, pero estaba confundido y no sé qué piensas tú.

-Pues... -me interrumpió.

-Shh, viene alguien.

Abrieron la puerta que allí estaba mi madre con Allison y Lydia.

-Pasad, pasad – dijo mi madre.

-¿Te hemos interrumpido? – dijo Lydia.

-No. Bueno mama adiós – dije cerrándole la puerta en la cara.

-¿Por qué le has hecho eso a tu madre? – dijo esta vez Allison.

-Por mí – dijo Isaac saliendo del armario.

-Sí, es que no ha entrado por la puerta, sino por la ventana. Y como lo vea mi madre aquí se va a quedar un poco extrañada.

-A vale – dijeron.

-¿Y de qué estabais hablando? – dijo Lydia.

-Eso no importa, os tengo que contar una cosa.

-¿El qué? - dijo Lydia.

-A ver yo ya lo sospechaba pero soy una semiloba.


La Suerte De Quererte ↭Isaac Lahey, Theo Raeken↭ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora