Liberada © [EDITANDO]

Capítulo 8: Nunca más.

Narra Alexandro

Los brazos delgados de Addeline me acercaron a ella.
Hundí mi nariz en su pelo y este se humedecía por mis lágrimas.
Pude notar como ella también estaba llorando por los sollozos que salían de su boca.

Enrolle sus piernas en mi cintura y la levanté de la cama. La abracé con todas las fuerzas que tenía y ella hizo lo mismo.

Los dos estábamos llorando y sólo porque nos habíamos extrañado.

Al abrazarla pude notar lo flaca que estaba. Los pantalones cortos que tenía le quedaban algo grandes y por eso lo mantenía atado fuertemente.

La camiseta de tirantes hacían sus brazos mucho mas pequeños.

Su pelo largo y suave acariciaban mis brazos.

La bajé y ella quedó enfrente de mi.
Posé mis manos en sus mejillas encharcadas en lágrimas y las aparte con sumo cuidado.

-No sabes cuánto te he extrañado pequeña, no sabes lo mucho que te he necesitado y lo mucho que te he pensado. -Susurré atrayéndola a mi.-

Ella me abrazó y se hundió en mi pecho.

-¿Has estado bien? ¿Todos estáis bien? -Murmuró contra mi pecho.-

-Estamos todos bien preciosa, y estamos todos aquí por ti. -La aparte de mi y acaricié su mentón subiéndolo hacía arriba para que me mirara.- Estamos todos aquí por ti hermosa mía, te hemos estado buscando por todas partes hasta que tu padre contactó con nosotros.

-¿Mike? ¿Mi hermano está bien? -Preguntó esperanzada-

-¿Hablabas de mi, bicho? -Mike nos sorprendió cuando abrió la puerta.-

Addeline soltó una carcajada y se separó de mi para ir corriendo a los brazos de su hermano.

Este la rodeó y comenzó a dar vueltas por si mismo.

-¡Nunca más me hagas pasar por esto! ¡La pasé muy mal sin ti! -Chillaba Mike exageradamente.-

Dan y Angie entraron en la habitación y rápidamente Addeline fue a abrazarlos a los dos.

Roan que estaba a mis piernas, esperaba a que su dueña después de tanto tiempo lo saludara.

Lo agarré y lo subí hasta mi pecho.

Addeline hablaba animadamente con Angie mientras las dos lloraban desconsoladas.

Mujeres...

-Pareces el malvado de las películas esas raras de dibujos animados. Sólo que se te ve la cara tan fea que tienes y en vez de tener un gato tienes a un perro. -Me sorprendió hablándome Dan- ¿Dónde estará tu escoba? -Comenzó a mirar a todos lados de la habitación -

-No seas idiota. -Se carcajeó Mike- Da las gracias de que Alexandro no te haya partido la cabeza ya. No veas el viajecito que has dado con la nueva película de SuperGirl.

-Ahora que me recuerdas esa película... ¿Tendrá también una súper vagina? -Posó su mano en su mentón y hizo como el que pensaba - Se supone que tiene súper poderes, súper fuerza, súper salto... Pero le falta las súper tetas. Quizás si tenga la súper vagina.