Narra Addeline
Angie rápidamente se acercó a mí. Me agarró de los hombros evitando que me retorciera.
—Addeline tranquila. –Me susurró en el oído para intentar relajarme.–
Esto se estaba complicando cada vez más. Mi hermano era aparte de mi padre lo único que me quedaba. Me negaba a que él me hubiera mandado a la mierda yéndose con la zorra de Freya.
—Te lo dije, Alexandro. ¡Maldita sea! ¿Nunca sabes cuando parar o que? –Gruñó Dan arrodillándose a mi lado.–
—¡Lo siento! ¿¡Vale!? –Bufó Alexandro.– Sabes que odio que me griten y mucho mas que me llame mentiroso cuando solo quiero lo mejor para ella.
—Pero aún así nunca dejas de liarla joder. –Susurró Dan mientras me levantaba como una princesa.– Iré a dejarla en su habitación. Después tu y yo hablaremos muy seriamente.
Alexandro asintió y se hizo a un lado para que Dan pudiera pasar conmigo en brazos. No quería ir a mi habitación siendo totalmente sincera. Quería que me contaran todo lo que a pasado.
—Dan. –Le llamé con la voz totalmente ronca.– ¿Me puedes contar todo lo que está pasando? –Rogué.–
—Lo haría si estuvieras bien, Addeline. –Suspiró arrepentido.– Siento todo lo que estas pasando. Tu no tendrías porque estar ocultándote.
—Pero eso fue hace mucho tiempo. Cuando aún vivía Henry. ¿No? Alexandro lo mató, ya no nos joderá la vida más.
—Sigue estando Jhon y Freya, Addeline. –Hizo una breve pausa mientras habría la puerta de mi habitación.– Y desgraciadamente tu hermano también está metido en toda esta mierda.
Me acostó en la cama pero rápidamente me senté. Al principió tuve un pequeño mareo que Dan se volvió a acercar a mi a verificar que estaba bien. Cuando lo comprobó de nuevo la valentía volvió a mi.
—Necesito que me expliques qué está pasando, Daniel. –Supliqué.– Me parece muy injusto que viva en la vida de color de rosa mientras vosotros os estáis jugando la vida por mi.
—Addeline acabas de tener un ataque de nervios y...¿dices que te cuente todo? –Preguntó burlón.– No aguantarías tanto estrés. Y no quiero tener una mejor amiga suicida.
—Jamás haría eso y lo sabes. –Respondí enfadada.–
Dan cogió la silla de mi escritorios y la elevó hasta llevarla hasta al lado de mi cama. Donde la bajó y se sentó.
—No cualquier chica aguantaría todo lo que has aguantado tu. –Confesó.– Como tu mejor amigo que soy solo pienso en tu bien estar. ¡Tienes que estar en mi boda joder! –Gritó desesperado.–
—Y lo estaré idiota. ¿Olvidas que soy Addeline Westh? Soy inmortal. –Presumí con una sonrisa en mi cara.–
Dan elevó las comisuras de su labio. No estaba bien, estaba preocupado y eso no me gustaba.
Se frotó con las manos sus ojos y las dejó ahí por un buen rato.
—No me podría imaginar cómo estaría Alexandro si te perdiera. Angie estaría fatal pero... ¿Alexandro? Se suicidaría. –Dijo con la mirada perdida.– No me gusta esto de tener dos amigos suicidas.
—Pero eso nunca pasará, Dan. –Intenté convencerle.– Sigo aquí. Y iré a tu vida siendo un fantasma o no. Jamás me perdería la Unión de mis dos mejores amigos. Jamás.En.La.Vida.
—Algunas veces te envidio, pequeña. –Susurró mientras sonreía negando con la cabeza.– Me gustaría tener la fuerza que tu tienes en afrentar las cosas, pero me quedo atrás. Soy una persona débil, y eso en este mundo no está permitido..
Quise levantarme para replicar pero Dan no me dejó. Se levantó de la silla y comenzó a andar de un lado hacia otro.
—Quiero que te quede claro una cosa. –Soltó totalmente serio.– Daría la vida por Alexandro. Es mi mejor amigo, es mi hermano. He estado con él desde pequeño. Hemos aprendido los dos como manejar este mundo de mierda. Hemos luchado cuando ya estaba todo perdido. Hemos llorado cuando el padre de Alexandro murió asesinado. –Hizo una breve pausa.– También daría la vida por mi futura esposa. Porque a sido la única que no se avergonzó de mi cuando hacía bromas pesadas. Porque cuando he llorado porque tú no estabas ella era la primera en abrazarme y llorar conmigo. Ella se quedó cuando mi mundo se estaba desmoronando, Addeline. ¿Sabes lo que es eso? –Susurró con la voz ronca.–
—¡Claro que lo sé Daniel! ¡Y solo por ella es que no eres de ninguna manera débil! ¡Tu has sufrido tanto como nosotros! ¡Te prohíbo que digas que eres débil cuando estaba en tus planes dar la vida por una chica que no conocías! –Grité.–
—A mi hermano le importabas, le importas y le importarás. Eso ya es una razón muy seria como para darte todo lo que tenga. Y aparte de eso, eres mi mejor amiga, y te quiero como si fueras mi hermana pequeña. ¡Y si me tengo que pelear con medio barrio de gitanos para conseguirte un peluche de la feria no me lo pensaré ni un minuto! ¡Y si tengo que rentar una furgoneta y adoptar a todos los perros que vea por la calle solo porque tú los amas lo haré!
Me levanté de la cama que ya se estaba formando incómoda y salte a sus brazos. Este me abrazó con fuerza mientras me sostenía ya que no llegaba al suelo.
—Eres el mejor amigo que una chica tan normal como yo puede tener. –Confesé en voz baja.–
—Tu eres la mejor amiga que más buena está del mundo mundial. –Elevó sus cejas.–
Me separé de él y rodé los ojos. Dan sonrió y me abrazó de nuevo.
—Te voy a comprar un nuevo perro, ¿ y sabes cómo se llamará? –Preguntó burlón.–
Negué con la cabeza y este me soltó alejándome de él.
—Se llamará Daddy. –Volvió a elevar las cejas haciéndome reír.– Va en serio. Da de Dan y Ddy de Addeline. Aunque la y la puse porque me salió de los cojones.
—Eres idiota. –Sonreí negando con la cabeza.–
La luz que estaba encendida en la habitación se apagó de golpe. Unos cristales se rompieron y después todos eran gritos.
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Liberada © [EDITANDO]
AksiyonTercera temporada de Atrapada Los ojos se me cerraban del cansancio que mi cuerpo tenía. La preocupación se había vuelto costumbre para mi. Pero la culpabilidad jamás abandonó mi cabeza. La cárcel no era tan mala como decían. Si te hacías respetar...