Narra Alexandro
La hora de comer se terminaba muy rápido para la gente que estábamos internados.
Caminé más rápido por los pasillos que llegaban hasta el comedor.
Los presos que no daban ningún problema no tenían porqué tener un guardia al lado vigilándote.
Y aún que yo tuve uno en la primera semana, al ver que no hacía nada malo, lo asignaron a otro preso.
El italiano se parecía mucho al español, por eso mi padre quiso que aprendiera desde pequeño.
No se me daba tan mal hablar español, realmente me gustaba hablar con otros españoles.
Al llegar al comedor me puse en la cola donde daban lo que se podía llamar comida.
Casi todos los presos que habían internados aquí, eran de otros países.
Un británico que llevaba cuatro años encerrado aquí, había venido a España de vacaciones y acabó violando a una muchacha que llegaba de una feria.
Era un enfermo.
Al coger mi comida caminé hasta la mesa más alejada de todas.
Prefería estar solo que con unos enfermos como estos.
Si no estaban encerrados aquí por haber violado a alguien era por haber robado.Observé mi comida que consistía en un puré de patatas con arroz blanco.
¿Por qué no hicieron una tortilla de patatas como Dios manda?
Bufé indignado y comí en silencio.
Esto era como un instituto. Todo se separaba por fama pero de lo peligroso que eres.
Los mas peligrosos -que para mi son unos paletos - eran unos rusos que secuestraban a las chicas para prostituirlas en un bar de mala muerte.
Si supieran todo lo que yo hice...
A mi me tenían como el mas indefenso. Como no sabían el porqué estaba aquí, inventaban que era un infiltrado y por eso me gané mas de una mirada de odio.
Negué con la cabeza divertido.
Esto de hablar sólo me estaba volviendo loco.
Observé el lugar y como siempre, casi todos los presos le estaban chupando el culo a los rusos para que no les hiciera nada.
Era patético a mi parecer.
Mi mirada chocó con la mirada de uno de los rusos. Le sonreí egocéntrico y me levanté para tirar la bandeja ya vacía.
Al darme la vuelta me encontré con el grupito de rusos y sus chupa culos.
Había tres rusos y cinco chicos que a mi parecer eran latinos a sus espaldas.
{Lo que esté en cursiva es español}
-¿Qué desean? -Pregunté en español-
-¿Por qué miras a nuestro compañero mal? ¿A caso eres imbécil y no sabes con quién te metes? -Habló el cabecilla de los rusos -
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Liberada © [EDITANDO]
AksiTercera temporada de Atrapada Los ojos se me cerraban del cansancio que mi cuerpo tenía. La preocupación se había vuelto costumbre para mi. Pero la culpabilidad jamás abandonó mi cabeza. La cárcel no era tan mala como decían. Si te hacías respetar...