Capítulo 17: Nos vamos.

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Narra Addeline


Mi respiración era acelerada por el cabreo que tenía encima.
Mi hermano me miraba sin ninguna expresión en su mirada.

No me podía creer lo que me estaba haciendo, no me lo explicaba de ninguna manera.

—No podrás hacerme esto. –Negué con la cabeza.– No, no ¡no! –Grité.– ¿¡Como me puedes hacer esto Mike!? –Chillé como una niña pequeña.– Creí que no te volverías a separar de mi.

—Son muchas cosas las que no sabes y por mi parte nunca la sabrás, Addeline. –Dijo muy calmado.– Realmente no me importa si me quieres entender o no, pero me voy a ir y no podrás evitarlo.

—¡Tu no eres mi hermano! ¿¡Me puedes explicar que pasa contigo Mike!? –Exclamé enojada.–

Mike se tocó la sien con fuerza mientras caminaba de un lado hacia otro.

—Algún día te enterarás, pero yo no estaré para verlo. –Negó con la cabeza.– Ahora hazme el favor de dejar de gritar como una niña pequeña y déjame marchar.

—¡No dejaré ir a mi único hermano! ¿Dónde irás? ¿¡Ehh!? ¿¡Me puedes explicar donde vas a ir!?

—Eso ahora no te interesa, Addeline. Tengo todas mis cosas preparadas en la entrada, y ni tu ni nadie va a hacerme cambiar de opinión.

Negué con la cabeza incrédula y salí de mi habitación corriendo.
Bajé las escaleras importandome poco si me caía no.
Afortunadamente salí bien parada y pude llegar hasta la entrada donde era cierto que mi hermano tenía dos maletas.

Las cogí y me dispuse a subir las escaleras para llevarlas donde él estaba durmiendo.

—Ni lo pienses, Addeline. –Gritó enojado mi hermano.– Déjalas donde estaban. Ahora mismo. –Me ordenó.–

—¿¡Estas de coña verdad!? –Le respondí enfadada.– No dejaré que te vayas, no otra vez.

—Intenta pararme si puedes.

Me empujó y cogió sus maletas y comenzó a andar hasta la puerta. Rápidamente me arrastré y conseguí coger una de sus piernas.

Este suspiró enfadado mientras intentaba quitarse el enganche de mis brazos.

—Deja de ser así Addeline. –Bufó.–

Sin poderlo evitar varias lágrimas se me cayeron por las mejillas.

—No puedo dejarte ir, no de nuevo. –Lloré en sus piernas.– No me dejes otra vez, por favor. ¿Qué paso con ese 'hermanos para siempre'? ¿Y con lo de 'nunca te dejaré sola Addeline'? ¡Me estas dejando sola!

La puerta sonó y miré rápidamente por si Mike era quien la había abierto. Alexandro y Katherine entraron por la puerta. Este primero no muy feliz.

—¿Qué ocurre aquí? –Alexandro habló sorprendiéndome.–

Mike aprovechó el momento de sorpresa para quitarme de su pierna y entregarme a Alexandro, donde este soltó todas las bolsas que cayeron al suelo.

Mi hermano empujó a Alexandro y salió por la puerta sin decir ni una palabra mas.

Mi hermano se había ido.

Las lágrimas cayeron sin consuelo alguno mientras me enterraba en los brazos de Alexandro.



Nos encontrábamos en el salón en auténtico silencio. Nadie se creía lo que había pasado.

Liberada © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora