Capítulo 23: Somos mujeres.

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Capítulo dedicado a: MariaOrdoezCaraballo

Narra Alexandro

La brisa hacia que el pelo de Addeline se moviera de un lado hacia otro.
No lloraba, pero miraba hacia el suelo sin ninguna otra expresión en su cara.

Angie estaba refugiada en los brazos de Dan. Ya que se negaba a aceptar la realidad.

Estos días habían sido muy difíciles para todos nosotros. Estábamos en un laberinto sin ninguna salida.

Katherine miraba hacia todos lados buscando alguna explicación a lo ocurrido. Pero era inútil.

El ataúd que estaba enfrente nuestra tenía toda la atención.

Se podía escuchar a lo lejos como el cura hablaba, pero él sabía que ninguno le estábamos escuchando.

Todos estábamos sometidos a un juicio mental.

¿Qué hubiera ocurrido si hubiera sido Addeline la que estuviera en el ataúd? La única respuesta que tengo coherente sería que me volvería loco.

Chris no lloraba, no hacía nada. Hablar con el ahora era hablar con una pared. No hacia caso a nadie.

Después de tres días muy intensos en el hospital sin abandonarlo ni un segundo, Leonor nos había dejado.

Su corazón no aguantó la operación a la que se había sometido de vida o muerte.

Conocía a Chris y este se culpaba de su muerte. Pero todos sabíamos que él no tenía ninguna culpa.

Al darnos la noticia en el hospital tampoco lloró. Solo en la noche se pudo escuchar su llanto retenido.

Él la quería de verdad.

Levantamos todos la mirada cuando el cura dijo las palabras que todos temíamos.

—Que Leonor descanse en paz. –Concluyó el cura dándose media vuelta.–

Chris se acercó al ataúd ya enterrado y depósito una rosa roja. Después se alejó sin dejarla de mirar.

A continuación Angie y Addeline depositaron dos rosas blancas. Sin poder mirar el ataúd más tiempo, se dieron la vuelta y comenzaron a caminar fuera del cementerio. Katherine las siguió sin mirar hacia atrás.

Dan las siguió, y por último Chris.

Me acerqué a la tumba y deposité un ramo de flores que había comprado minutos antes.

—Lo siento mucho. –Hablé sólo.– Esto es toda mi culpa. –Confesé en alto.– Tu no deberías morir. Tu eras inocente. –Susurré.–

Me sentía muy culpable. Todo esto había sido mi culpa. Jamás debí traer a las chicas a un sitio donde ni yo estoy seguro.

Todos estábamos en peligro.

••

Días más tarde

Narra Addeline

Nadie se esperaba la muerte de Leonor. Chris se había negado salir de la habitación miles de veces.

Al tercer día, comenzó a salir y estuvo como siempre. Alegre, como era él.

Nos encontrábamos todos en la habitación sin nada que hacer.
Alexandro, Dan y Chris pronto se tendrían que ir a una reunión donde todo su equipo le estaba esperando.

Liberada © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora