Capítulo 3: Una amistad verdadera.

15.1K 1.3K 134
                                    

Narra Alexandro


Después de hablar con Raúl, decidí volver a mi celda donde supuse que ya estaba mi compañero.

Nadie se podía enterar de lo que hablé con el director.
Esto era un asunto más serio de lo que yo pensé.

Pero salvar al mundo no era mi propósito.

Sé que es importante y que salvaría a millones de personas pero...

Sin ella yo no soy nada.

Al llegar me sorprendí al ver que el preso que dormía en mi misma habitación no estaba.
Me acosté en la cama y como cada día saqué de debajo de la cama un sobre.

Lo abrí con mucho cuidado y comencé a leer.

Dicen que encariñarse con alguien es algo malo, porque de la noche a la mañana lo puedes perder sin explicación ninguna.
Y eso es lo que me a pasado contigo.

Cuando te conocí ni me imaginaba que te iba a querer tanto como una niña a su hermano.

Pensaba que eras un puto gilipollas que robaba miradas en la playa.

Me equivoqué totalmente contigo, Alexandro.

No sólo fuiste mi amigo cuando te necesité, si no que también fuiste mi mejor amigo en los peores momentos.

Jamás conocí a una persona como tú.

Y aún que lo niegues, podía ver en tu mirada todo el amor que tienes guardado en ese pequeño corazón que tienes en el pecho.

Sólo quieres buscar a alguien al que entregárselo.

Yo también la extraño Alex, la echo muchísimo de menos.
Echo de menos como bailaba sin necesidad de tener música.
Echo de menos como reía sola sin acompañar a nadie.
Echo de menos la felicidad que ella transmitía en todos nosotros.

Y aún que tú lo niegues

Ella te hace ser mejor persona.

No sabes cuantas lágrimas he derramado desde que no estás.
Os echo de menos a los dos, el dúo que hacíais.

No es justo que te hayan encerrado, y lo que digo es jodidamente verdad.

Pero te diré una cosa.

Yo te esperaré como te esperaría Addeline.

Att: Angie
Tu inigualable y mejor amiga.

Sonreí inconscientemente mientras observaba la carta atontado.

Ella no se atrevía a entrar en la cárcel, y sólo podíamos comunicarnos a través de cartas.

Ella si que era una mejor amiga y lo demás eran tonterías.

Me levanté decidido a llamar nuevamente por teléfono a la empresa de Rand. Pero alguien se puso delante mía.

Liberada © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora