Capítulo 36: Planes.

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Narra Addeline

Han pasado varios días desde la última vez que Max y Matheew estuvieron aquí.
Las cosas están complicadas para todos nosotros.

Angie y yo estamos seguras de que pasa algo. Chris, Dan y Alexandro estuvieron todos estos días ocupados en reuniones.

Varias veces Angie y yo intentamos colarnos para enterarnos de lo que está pasando, o hasta llegamos a coger dos vasos para escuchar a través de la puerta.

Pero Tomás y Luca nos pillaron. Y como era de esperarse, se lo contaron a Alexandro y a Dan.

También intente muchas veces llamar al móvil de mi hermano.  Este siempre se mantenía apagado.

Angie y yo nos encontrábamos en mi habitación tiradas en el suelo ya que de nuevo tenían reunión y nos prohibieron salir de la habitación.

—Esto es muy aburrido. –Se quejó Angie mientras daba vueltas en si misma.– No me aburría tanto desde hace mucho tiempo.

—Podemos llamar a Matheew y a Max. A lo mejor ellos quieren estar con nosotras. –Opiné.–

Angie asintió al mismo tiempo que se levantaba. Buscó por toda la habitación su teléfono hasta que lo encontró encima de la cama.

—¿A quién llámanos primero? ¿Matheew o Max? –Me preguntó desbloqueando el teléfono.–

—Matheew. Lo más seguro es que estén juntos. –Informé saliendo de la habitación.–

Angie me siguió y bajamos hasta la cocina. Esta era nuestra nueva vida: de la habitación a la cocina y de la cocina a la habitación.

En la cocina no estaba Luca y eso me extrañó bastante. Siempre solía estar en la cocina solo por si nosotras necesitábamos algo.

Abrí la nevera y escuché como Angie ponía el manos libres y escuchábamos los pitidos.

—¿Qué pasa, lindura? –Saludó Matheew.–

—Te queríamos pedir que vinieras a la mansión y que estuvieras unas horas con nosotras. Max también. Nos aburrimos demasiado. –Se quejó Angie.–

Lo siento hermosas. Estoy en una reunión bastante importante. –Chasqueó la lengua.– Suban a la habitación y cuando pueda salir conduciré hasta allí.

¿Cómo sabes que no estamos en la habitación? –Pregunté confundida.–

Empecé a mirar a todos lados buscando una explicación. Pero en la cocina estábamos solas y solo había dos puertas que estaban totalmente cerradas.

Es por el eco que hace la cocina. –Dijo nervioso.–

Negué con la cabeza divertida. Me acerqué al oído de Angie para que Matheew no me escuchara.

—Sígueme y sigue hablando con él. Sácale tema. –Murmuré.–

Angie asintió.

—¿Te parece que cuando termines veamos The vampires diaries? Me han dicho que la serie es súper buena. –Habló Angie a mis espaldas.–

Liberada © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora