Liberada © [EDITANDO]

Capítulo 16: Supermercado.

Narra Alexandro

El coche se mantenía en silencio. Katherine miraba a la ventana mientras jugueteaba con el móvil dándole vueltas con las manos.

Era hermosa, tenía que reconocerlo. Pero también tengo que reconocer que cada paso que daba ella lo daba conmigo.

Era algo parecido como una segunda Yiyiana, solo que la obsesión de Yiyiana no se comparaba con la de Katherine.

Esto era tan confuso.

—A la derecha está el supermercado. –Me indicó Katherine.–

Giré el volante y entramos en el parking abarrotado de coches.

Cuando al fin pudimos encontrar un sitio adecuado, bajamos del coche en dirección a la entrada del supermercado.

—¿Qué necesitamos comprar? –Pregunté.–

—Rand me dio una lista, pero aparte Dan y Angie pidieron más cosas. –Me respondió de mientras que tecleaba en el móvil.– Me acaban de pedir palomitas.

—¿Sabes algo de Mike?

Tenía alguna sospecha de que ella sabía en qué se estaba metiendo Mike. Estos días había estado muy raro y apenas aparecía por la casa.

Por lo que pude averiguar Mike se había peleado con Addeline y eso en ellos es muy raro, y más raro es que no se hayan perdonado ya.

—Solo me comentó que tenía que hablar con Addeline sobre un tema importante. –Se encogió de hombros.– La verdad que prefiero no meterme.

Suspiré aliviado. Eso significaba que iban a hacer las paces.

Nada mas entrar cogimos un carro y comenzamos a caminar por los pasillos.

—Ve diciendo para ir metiéndolo en el carro.  –Indiqué.–

—Vamos a la sección de las carnes. –Dijo y se adelantó.–

Empuje el carro yendo tras ella.

Agarró una bandeja de pollo y de varias cosas más metiéndolas en el carro.

—¿Qué piensas de Rand? –Me preguntó sorprendiéndome.–

Ella seguía caminando de un lado hacia otro metiendo cosas, sin ni si quiera pararse.

—Él no me quiere, yo tampoco lo quiero. –Resumí.–

—Si así fuera, no estarías quedándote en su casa. –Dijo con burla.–

—Rand sabe que si me sale de los cojones me voy a un hotel. Él fue el que me buscó porque Addeline estaba mal. –Rodeé los ojos.–

—¿Y si te buscó para otra cosa?

Esa pregunta me tomó de sorpresa. Jamás lo había pensado.

Pero no creo que Rand le falle a su propia hija, se supone que adora a su hija y quiere lo mejor para ella.

Pero tú no eres lo mejor para ella.