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Capítulo 26: Decisión FINAL

Capítulo dedicado a: linamariajg

¡Llevo mucho tiempo actualizando todos los días!

Narra Addeline

Sin hacerle mucho caso, seguimos viendo la película.
Los gritos siguieron y una sensación muy desagradable me invadió.

Me levanté y Angie me imitó.
Max y Matheew se levantaron con nosotras y nos agarraron.

—Busquemos la salida de emergencia. –Indicó Matheew mientras tiraba de mi.–

Angie negó con la cabeza para que solo la viera yo y lo entendí.

—Es mala idea. –Opiné.–

Me solté de la mano de Matheew y tiré de Angie hasta el final de la sala.

La sala todavía estaba a oscuras y la película se seguía reproduciendo. La mayoría de las personas se habían ido corriendo nada más escuchar el primer chillido.

—¡Tenemos que huir! –Dijo Max exaltado.–

—No las vamos a dejar solas. –Negó Matheew.– Vayamos con ellas.

Ellos nos siguieron y al llegar a la esquina de la sala donde menos se veía, me agaché.

—Escondanse. –Ordené.–

Rápidamente Angie me hizo caso. Max y Matheew se lo pensaron pero me hicieron caso.

—¿Piensas que es Alexandro? –Me susurró Angie.–

Negué con la cabeza confundida.

Si fuera Alexandro ya hubiera entrado junto a Dan. No tiene sentido que llamara la atención de todo el mundo.

La puerta de la entrada a la sala de abrió de golpe. Nos mantuvimos callados mientras escuchábamos pasos.

—¡Aquí no hay nadie! –Gritó alguien.– Estoy hasta los cojones de esto.

—Yo tampoco entiendo porque están haciendo todo esto por dos niñatas. –Respondió otro.–

Ahora lo entendía todo: venían a por nosotras.
Pasé por las espaldas de Max y Matheew sin que estos se dieran cuenta.

Me levanté y llamé la atención de los dos que estaban registrando la sala.

—¿Que buscan perros sarnosos? –Pregunté burlándome de ellos.–

Ellos rápidamente vinieron a cogerme. Me subí en uno de los asientos y comencé a saltar de un asiento a otro.

—¡Corran! –Grité.–

Unas manos me envolvieron la cintura. Pataleé pero era como estar pegando a una pared. Me hacía más daño yo.

Gruñí quedándome sin opciones.

Un grito se escuchó por toda la sala y rápidamente miré.

Habían cogido a Angie.

Pataleé con más fuerza y conseguí librarme de esos brazos tan grandes. Corrí hasta donde estaba Angie pataleando para que no la cogieran y me abalancé al chico que la retenía.

Este se tambaleó y acabó cayendo al suelo. Agarré de la mano a Angie y la puse a mi lado.

Rápidamente Matheew y Max se pusieron enfrente de nosotras para defendernos.

—¿Quienes cojones sois? –Exigió saber Matheew.–

—Eso a ti no te importa maldito bastardo. –Gruñó una persona que entraba a la sala.–