Corazones De Origami ©

Capítulo 21.

Llegué a casa.

-Y ¿como te fue?-Me pregunto Johny.

-¿Como crees?-Le dije.

-No puedo creer algo que no se de que se trata-Me dijo. Ahora que recuerdo, nadie, aparte de Camila, Tomás y Saray saben que me fui a rechazar a Alejandro.

-Tampoco te incumbe-Le dije y me marché a mi cuarto.

Me dirigí al cajón de mi escritorio y observé detenidamente a los Corazones de Origami. Alguna vez creí que hay mis sentimientos de rechazo quedaban guardados, y que ese rechazo era por culpa de chicos a los cuales yo quería, pero en realidad no los quería. En toda mi vida nunca he experimentado el sentimiento de amor. Digamos que está sería la primera vez.

Recorde que le dije a Saray que la llamaría cualquier cosa así que me decidí a llamarla.

- Lo sentimos, pero usted no dispone del saldo suficiente para realizar esta llamada-Oí del teléfono, se me había olvidado que ya no tenía dinero en el celular. Lo cargue por la página de entel y volví a llamar a Saray.

Me contestó al primer tono.

-¿¡Y!?¿¡Como te fue!?-Me pregunto llena de emoción.

-Supongo que me vinieron las palabras derrepente.

-¿Lograste no romper su corazón?-Me pregunto.

-Dijo que no se lo rompí tanto, pero que seguiría luchando por mi...

-¡Que romántico!-Grito.

-¿Romántico?-Pregunte extrañada.

-¡Sii! Que un chico tan lindo te diga que va a luchar por tí...¡es como un sueño!

-Seria más un sueño si Johny me dijera eso...

-Ah sí, ¿y que a pasado con eso?-Me pregunto.

-¿Me creerías si te digo que cuando desvíe la mirada el dijo que significaba que a mi el me molestaba?-Le pregunte.

-¡No!¡¿Encerio?!

-Si. Nunca pensé que Johny fuera tan lento...

-Mira quien habla.

-Bueno si pero... Cualquier chico al ver a una chica desviar la mirada notaría que tiene una atracción obvia por el.

-Al menos ya lo reconoces.

-Es que no se por que pero siento que me gusta Johny, y nada más. Primero sentí que me iba enamorando de el, y cuando me di cuenta ya me gustaba. ¿es raro no?.

-Claro que no. Es exactamente lo que sientes al enamorarte.

-¿Encerio?-Le pregunte dudando.

-Si ,si. Oye ahora tomaré once ¡Mis papás conocerán a Tomás!.

-Bueno, ¡suerte!.

-Para ti igual.

-Chao.

-Chao.

Colgué y me tire a la cama. Escuché a el pajarito de mi celular que suena cuando me envían un mensaje. Lo miré, decía así:

¿Estas ocupada?. Si lo estás no importa. Ven a la avenida donde compramos la película la otra vez. Te esperaré allí. ¡Ah! Y trata de verte lo más femenina posible.

Sentí como si en ese momento mi corazón hubiera sido flechado. Le contesté:

¿Para que?.

Luego de unos segundos el pajarito me volvió a avisar que tenía un mensaje:

Sólo ven tonta ;-)