Corazones De Origami ©

Capítulo 23.

-¡Katherine!-Escuche gritar de mamá. Abrí los ojos y me vi acostada sobre las tapas. Me había quedado dormida.

-¡Kathy!-Escuche gritar ahora de Johny.

-¡Hermana!-Escuche gritar ahora de Toby.

-¡Ya escuché!-Grite. De seguro me llamaban para que me despertara y me vistiera.

Me peine y me dirigí al baño. Coloqué mi toalla en la tasa del baño y me desvestí. Dejé la ropa debajo de la toalla y le puse pestillo a la puerta. Luego me metí a la ducha y cerré las cortinas; comencé a bañarme.

-Que idiota-Susurré.

Me senté en el suelo de la ducha.

-Es muy idiota-Susurré y inconcientemente me puse a llorar.

El agua chocaba con mi cabeza y luego resbalaba por mi cara obligándome a aguantar un poco la respiración y confundiéndose con mis lágrimas, luego el agua con mis lágrimas resbalaba por mi cuerpo sentado llegando al suelo.

-¿De que sirve enamorarme de un idiota que si le digo que me gusta me dice "tambien me agradas"?. Es un real idiota.

Tome el shampoo y me lo puse en mi cabeza, el agua ahora se revolvía con el shampoo.

-¿Porque no me pude enamorar de alguien como Fabián o Alejandro?, ¿Porque? Todas las veces que creí enamorarme eran chicos completamente sinceros, perfectos y listos. Supongo que al corazón se le es difícil encontrar a alguien perfecto-Volví a susurrar mientras el agua con shampoo escurrían por mi cara llegando a mi boca haciéndome escupir.

Me paré y levante la cabeza. Me comencé a masajear la cabeza sintiendo la espuma del shampoo en mi cabeza y en mis manos.

-¿Que puedo hacer?-Me pregunte.

Me puse agua en la cabeza sacandome el shampoo y me comencé a jabonar el cuerpo. Me lave la cara y me tire agua desde la cabeza a los pies y luego cerré la llave.

Tomé mi toalla y me seque la cara luego me seque un poco el pelo y me amarré la toalla al cuerpo.

Me salí de la ducha y me coloqué mis pantuflas lilas en mis pies húmedos y me saqué la toalla. Me coloqué desodorante y me vestí con la misma ropa de ayer.

-Aquí estoy -Dije saliendo del baño y cerrando la puerta.

Sentía un nudo en la garganta. Sentía que sólo quería gritarle al mundo mis sentimientos, pero aún así no quedaría satisfecha, ya que; aunque todo el mundo se enterara de los sentimientos que siento hacia Johny, Johny no se daría cuenta. Es como, si el creyera que fuera imposible. Eso es, hasta el me dijo una vez que sería imposible que nos enamoráramos uno del otro. Yo también lo creía imposible, hasta que mis confusiones respecto a mis sentimientos por Alejandro me abrieron los ojos, haciéndome pensar en la posibilidad de enamorarme de Johny.

-Bueno, ven a desayunar -Me dijo mamá.

Bajé y llegue a el comedor, me senté en la mesa. Delante mío estaba Johny, como siempre tranquilo, ¡pues claro que está tranquilo! No se tiene que preocupar por una chica que está pensando en sus sentimientos hacia el. ¡Puede estar tranquilo! Aún no tiene de qué preocuparse ¿no?.

-Hay pan con mantequilla -Comento Johny tomando té.

-Que bueno, me alegro-Dije con tono brusco.

-Come mucho. Come hasta que te canses, ya que; no te dejaré comer cuando estemos con la tarea-Me dijo con tono malvado.

-Si, si- Asentí indiferente.

-¿Que te pasa?-Me pregunto.

-Me preguntaba lo mismo-Dijo Toby.