Capítulo 1: "Ella es mi perdición"

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Mis ojos color café se abren y miro el techo de mi lujosa casa, me quito mi cabello pelirrojo de la cara, para luego sentarme, dejando de estar acostado en la cama. Frunzo el ceño, levanto la sabana y me observo ¿Estuve de juerga anoche y no me enteré? Giro la vista ¡¿Y de dónde salió esta rubia?!

Últimamente salgo mucho con rubias, me pregunto por qué.

La observo detenidamente, pero esta no es una de mis chicas, tendrá unos veinticinco y yo no salgo con mujeres mayores que yo.

Ay no, ya sé quién es esta mujer.

Me levanto de la cama para vestirme y me detiene, abrazándome, ya se despertó.

―Hola, guapo. ―Oigo su risa detrás de mí y me levanto esta vez para así soltarme.

―Disculpa, pero las amantes de mi padre no me interesan ―digo arisco y ruedo los ojos.

―Huy, qué malo, eso no me dijiste anoche. ―Se muerde el labio inferior.

Sonrío.

―Cariño, vive en el presente, esto que ves... ―Señalo mi físico perfecto―. No es para ti. ―Señalo la puerta―. Así que fuera.

Bufa, agarra su ropa y se retira.

¡¡Al fin!!

Un día voy a matar a mi padre por meter a sus mujeres en mi habitación. Si no las atiende, no es mi culpa.

Camino hasta mi armario, que parece un gran cuarto y busco ropa. Me pongo un jean, una remera y una campera de cuero. Termino con mis zapatillas y alboroto mi cabello. Me miro al espejo, si, lo sé, soy muy sexy, sonrío.

Visualizo un estante y levanto una caja, suspiro.

―Abuela, no te fallaré.

La abro y saco un boceto que hice de ella, mis sueños pueden esperar, primero debo defender los de ella. Padre no se saldrá con la suya.

Bajo las escaleras y el chófer se me acerca para hablarme.

―El auto no está en condiciones, lo siento, joven Ryan.

―No mientas ¿Mi padre te dijo que me digas eso? ―Se pone nervioso y sonrío―. No te preocupes, nadie te va a despedir, porque yo... ―Levanto la mano―. Me voy a ir en moto. ―Me río y me dirijo al garaje.

Me subo a la motocicleta de Len, miro la hora y si no me apresuro, no llegaré a tiempo a la universidad. Me pongo el casco y a toda velocidad voy hacia mi destino. Es hora de empezar mi vida de universitario.

Al llegar, bajo de la moto y me retiro el casco. Las miradas de las mujeres se clavan en mí y entro al aula con una sonrisa.

Cuando me siento y la clase está a punto de comenzar, la supervisora entra hasta el centro del lugar.

―Sean bienvenidos, he venido hasta aquí para felicitar a dos alumnos por hacer en perfectas condiciones el examen de ingreso a nuestra universidad. ―Sonrío, habla de mí ¿Pero quién se acercó a mi nota? Necesito el número más alto para cumplir con el testamento de mi abuela, es obvio que soy yo y no es por mi ego―. Ryan Danvers. ―Lo sabía―. Con 9.97 puntos, increíble, es un record. ―Lo sé, soy genial―. Y nuestra primera becada, un honor, Lilith Obnova, con 9.98, felicidades por ser nuestro mejor promedio. Estamos seguros que no nos arrepentiremos de usted. ―Se retira y quedo perplejo.

¡¿Quién rayos es esa maldita que me ha quitado el puesto?!

Giro la vista, furioso y me detengo sorprendido.

Dominando mi corazón (C.G #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora