Dominando mi corazón (C.G #2)

Capítulo 25: Advertencias de un examen

~L~

Vuelvo de visitar a mi mamá, repaso mis apuntes mientras viajo en el colectivo y me concentro en mis estudios. Ya se acerca el examen y debo estar preparada, cada segundo cuenta cuando se trata de estos temas. No he visto a mi pelirrojo en días, él también está esforzándose mucho.

Ya lo extraño.

Le mandaré mensaje. Guardo mis apuntes, cuando llego a la parada y bajo del bus. Aprovecho para agarrar mi celular, pero dejo mi acción al visualizar un auto negro estacionar en frente de mí. Levanto una ceja cuando veo la marca del coche.

Danvers Automotriz.

Es más que obvio que quién está dentro no es Ryan, sé perfectamente que está en su casa y además, no se le permite viajar con estos vehículos.

La ventanilla se baja y visualizo al que creo debe ser el padre de mi novio. Sus ojos son miel y tiene el cabello oscuro, el pelirrojo de Ryan viene de su madre, eso es seguro, pero no lo había visto en persona antes. Aunque hay alguno que otro artículo sobre él en algunas revistas.

Me sonríe.

―Lilith, ¿verdad?

―¿Quién me busca? ―Frunzo el ceño.

―Creo que tú sabes quién. ―Saca un documento y me lo entrega―. Aunque eso no es lo importante ahora, ¿no te parece?

Levanto el papel y lo leo. Alzo una ceja, son... ¡¿Las preguntas del examen?! Subo la vista y lo miro indignada.

―¿Cómo consiguió esto? ¿No estará pensando que yo...

―El dinero mueve el mundo, pero ciertamente puedo ayudarte mucho más a que apruebes un examen, incluso te conseguiría una casa propia ―ofrece.

Frunzo el ceño e incluso le intento devolver el papel, aunque no lo acepta, entonces decido romperlo.

―Está muy equivocado si piensa que haré algo como esto.

Se ríe.

―Tengo más de dónde vino ese.

―Y los seguiré rompiendo ―exclamo determinada.

―No importa, tengo otros métodos, solo vine a verificar una cosa ―expresa con confianza.

Entrecierro los ojos.

―¿Y qué es? ―agrego―: Si se puede saber.

―Te lo advierto, no me desafíes porque te irá muy mal.

Cierra la ventanilla y veo como el vehículo se va. Eso fue intenso. No me imagino soportándolo toda una vida, pobre Ryan. De igual forma, esa amenaza, ¿tiene algún valor? No creo que pueda hacer nada. Sin embargo, lo tendré informado a mi novio por las dudas. Deberé estar atenta desde ahora.

~~~

Los días pasan y ha llegado el momento del examen. Camino con Ryan por la entrada de la universidad y ambos nos miramos con una sonrisa.

―Lo que sea, sea ―acota él.

―Está bien.

Mira hacia el frente pensativo y luego vuelve a observarme.

―¿No te ha molestado más? ―refiriéndose a su padre.

―No solo fue esa vez ―aclaro seriamente―. Quizás solo quería asustarme. ―Me río―. Pero no lo consiguió.

Bufa.

―Eso espero.

Nos detenemos en frente de la puerta del aula. Ryan acaricia mi mejilla un momento, cierro los ojos y me da un rápido beso.