Rento un salón, contrato a un DJ, compro muchas bebidas, invito a un montón de gente y por supuesto ¡Voy a tener una superfiesta!
O eso pensaba.
Me dirijo a tomar mi trasporte, pero recibo un mensaje, lo que provoca que no me suba al automóvil y haga esperar al chófer. Medito la situación y luego entro al coche. Le mando un texto a Tef para que se encargue de la fiesta y le digo al conductor que vaya hacia otra dirección.
Mientras viajo veo cómo se va oscureciendo, pronto será de noche. El auto es estacionado en frente de un bar y bajo para entrar a este.
Bufo cuando la veo.
―¿En serio? ―me burlo―. No puedes caer tan bajo.
La morocha levanta la cabeza de la barra, puedo notar su borrachera en sus ojos claros.
―Un poco de consideración. ―Hace puchero y se inclina mareada para tomar un sorbo de su botella―. El lindo cantinero, me dijo que tenía que llamar alguien. ―Se ríe―. Y pensé en ti.
―¿Cómo conseguiste mi número, Luzmila?
―¿Acaso importa? ―Levanta una ceja―. Ya estás aquí, ¿o no? ―Comienza a hipar y se ríe―. Huy... ¿No parece... que todo da vueltas?
―Sí, con la cantidad de botellas que te has tomado, seguro. ―Me acerco―. ¿Eres boba? Debiste a haber llamado a tu hermano o a un amigo, no me busques a mí.
―Sí... sí... pero viniste.
Me cruzo de brazos.
―Refriégamelo otra vez en la cara y me voy ―amenazo.
―Ven. ―Mueve la mano―. Vamos a beber juntos.
―No, tú te vas a tu casa. ―La agarro del brazo―. Vamos.
―Yo sabía que eras un chico bueno. ―Se ríe, así que la suelto y su trasero choca con el suelo al caer―. ¡Ay! Qué malo.
―¿Quién es el chico bueno ahora? ―me burlo y luego frunzo el ceño―. Muévete de una vez, no tengo toda la noche para aguantarte, me estoy perdiendo una fiesta por tu culpa.
―Invítame ―dice levantándose e intentando hacerse la sexy, pero con esa borrachera no pinta nada bien.
―No me convences, lo siento. ―Sonrío, la agarro del brazo y la hago caminar para salir del bar.
Una vez fuera, subimos al auto y hago que ella le diga la dirección al chófer, ni idea dónde vive ahora, aunque igual ni me interesa. Al llegar, toco el timbre y nadie atiende, ni el ama de llaves parece que está.
Hoy no es mi día de suerte.
Cuando encuentro las llaves en su bolso, la ayudo a entrar. La siento en el sillón, me indica dónde está la cocina y voy hasta ahí a hacerle un café. Mientras estoy con la jarra recibo un nuevo mensaje, pero de Tef. Al parecer el DJ no vino, no hay música en el salón, varios invitados se fastidiaron y quisieron irse.
En definitiva, la fiesta se ha vuelto un verdadero desastre y pagué un salón para nada porque no estuve allí. Miro el reloj. Ni aunque haga ir al chófer a toda velocidad, llegaría a tiempo para arreglarlo todo.
―Ryan... ―veo a la chica de cabello oscuro, apoyarse en la puerta de manera sensual y desabrochar su blusa.
―No funcionará. ―Niego con la cabeza―. Vuelve al sillón ―ordeno y señalo el pasillo.
―¿Por qué no? ―Se acerca y me abraza―. Juguemos como los viejos tiempos.
―¿Qué? ¿Quieres apostar? ―digo con rencor, recordando el pasado.
―Estoy arrepentida. ―Me mira con cara de súplica.
Frunzo el ceño.
―Yo no perdono. ―Me suelto y otra vez como el bar, nuevamente cae al suelo―. Si me disculpas, ya me voy. ―Apago el fuego que calentaba el agua y camino hasta la puerta―. Hazte el café sola.
―¡Un poco de paz! ―grita desde el piso―. No ves que estoy convaleciente y estoy sola. ―Se pone a lloriquear.
―No... no me vas a convencer. ―Me detengo expresando nervioso al mirarla―. Eres pésima actriz.
¡No, no puedo caer en la lástima!
―Por favor.
Me voy a arrepentir.
Camino hasta ella, la ayudo a levantarse, entonces nuevamente voy hasta la alacena y termino de preparar el café. Sigue detrás de mí en todo momento y pongo la tasa en la mesa del living. Ella se sienta en el sillón y la agarra. Entonces me sonríe.
―Gracias.
Me siento a su lado y espero a que termine. Me mira como estúpida, así que ruedo los ojos y la ignoro encendiendo un cigarro. Me mantengo callado aunque me habla y contesto otro mensaje de Tef, que dice que todos ya se han ido. De igual forma expresa que la ha pasado muy bien, que se ha divertido y que se apunta para la próxima fiesta.
Qué bueno por él.
Apago el cigarro cuando siento que la cabeza de Luzmila se apoya en mi hombro, la observo y se ha dormido justo ahí.
Mi mala suerte no podía empeorar, ¿cierto?
Suena mi celular y lo levanto para observarlo. Frunzo el ceño, confundido. No es un mensaje de Tef, es de...
"Te estuve buscando en tu fiesta ¿Dónde estás? Tengo que aclararte algunas cosas, niño rico".
Lilith.
Me levanto abruptamente y la cabeza de la morocha choca contra el sillón, provocando que se despierte. Mala suerte para mí. No, la que sigue es peor. La puerta se abre y visualizo a su hermano entrar, el cual frunce el ceño.
Creo que no me voy a ir tan rápido de aquí.
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Dominando mi corazón (C.G #2)
Teen FictionSoy Ryan y... tengo tres problemas existenciales. 1ro No quiero enamorarme. 2do Ella es mejor que yo en todo, pero no lo quiero aceptar. 3ro ¡¿Qué son esas marcas de moretones en su cuerpo?! ¡¿Quién la golpeó?! ¡Lo voy a matar! Dime quién lo hizo y...