Escuela.

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Narra Alice

Finalmente, luego de tanto tiempo sin estar allí, era momento de volver. No sabía qué esperar en la escuela, sólo tenía una cosa clara y era que estaba asustada de cómo me iría. Quiero decir, los nervios me comían viva. ¿Qué pasaba si la gente me miraba raro? ¿Y si sabían lo que me ocurrió en el accidente? Pero la verdad es que ni yo sabía qué pasó exactamente, ¿o tal vez sí? Nunca lo había hablado con alguien, no desde que ocurrió, no le he contado a nadie lo que pasa por mi mente cuando trato de recordar qué sucedió, ¿sabría Mía qué fue lo que realmente pasó ese día? Sabía que me hicieron daño, eso lo tenía claro, aún me dolían unas cicatrices que tengo alrededor del cuerpo, pero no tenía ni idea de qué fue lo que me llevó a ese accidente, deseaba poder recordar todo lo que había pasado pero no era capaz. No estaba en condiciones para recordar mucho, lo único que favorecía mi memoria era a los recuerdos sobre Mía, eso sí que lo tenía claro.

Pero aún así había cosas borrosas, cosas que siento que debería recordar, nombres que a veces escucho en mi cabeza y me causan miedo, me hacen sentir vulnerable. "Julia" era el que más escuchaba, no sabía quién era ella, pero mi cabeza se la pasaba recordando su nombre constantemente haciéndome sentir con náuseas. Incluso había vomitado en algunas ocasiones simplemente al escucharlo, ¿por qué? No lo sabía. No tenía idea de por qué me causaba escalofríos una palabra tan simple, pero lo hacía. Tal vez sólo me estaba volviendo loca, después de todo a veces tenía lapsos de vacíos en la memoria, como si hiciera cosas y no las recordara, sí... Me estaba volviendo loca.

En fin, muchas cosas pasaban por mi cabeza y no tenía gana alguna de ir a la escuela, pero a pesar de eso logré levantarme de la cama y lo primero que hice fue buscar entre mis contactos para llamarla. Un momento... ¿A quién iba a llamar?

Fruncí el ceño mientras buscaba algún nombre familiar entre mis contactos, pero ninguno se me hacia conocido, mi celular tenia cientos de números de personas que yo estaba segura de no conocer, leí la lista de contactos completa pero no sabía a quién le quería llamar. Mi memoria lo estaba haciendo de nuevo, estaba olvidando algo importante, algo que se supone que no debía olvidar, bueno, alguien.

Vamos Alice, recuerda. ¿A quién le querías hablar? Era una chica... ¿Verdad? ¿Pero por qué querría hablar con una chica? ¿Era una amiga? No... Era algo más que eso, ¿quién demonios era?

Fruncí mas el ceño y volví a revisar entre mis contactos asegurándome de leer cada nombre hasta que encontrara a quien estaba buscando. Fijé la mirada en uno que decía "Mía". ¿Podría ser ella? Lo consideré un momento y decidí llamar, ese nombre me causaba mariposas en el estómago y tenía que ser ella.

-¡Hola!- respondió al segundo tono de llamada. Su voz era tranquilizante y alegre, era ella a quien le quería hablar. ¿Pero quién era ella?¿ Y por qué me hacía sentir así?

-H-hola.- pronuncié con dificultad mientras trataba de recordar quién era.

-¿Estás lista para ir a la escuela?- preguntó con una evidente sonrisa desde el otro lado de la línea telefónica.

-Eso creo...- susurré insegura.

-No te preocupes Alice, te va a ir bien.- me tranquilizó. Su voz... Era familiar. Sin duda era alguien importante en mi vida.

-¿En serio lo crees?- dudé por un momento.

-Por supuesto, Alice.- dijo con simpleza. ¡Vamos, recuerda!

-G-gracias.- contesté sin creer por completo en sus palabras pero teniendo ganas de que fuesen a hacerse realidad.

-¿Cómo te sientes?- preguntó curiosa.

-Me duele la cabeza.- confesé.

-¿Estás teniendo problemas para recordar algo?- acertó.

-¿Ya me ha pasado antes?- dije perpleja.

-Te pasa muy seguido, cariño.

¿Cariño?

-Oh.- exclamé en un tono de disculpa.

-¿Recuerdas quién soy?

-Hmm.- fruncí el ceño tratando de recordar pero nada venía a mi mente. -No, lo siento.

-Vale, está bien.- dijo tranquila. -Mi nombre es Mía y soy tu novia. ¿Vale?

-Mi novia... ¡Es cierto!- recordé finalmente. -¡Mía! Soy una tonta, ¿cómo pude olvidarte?

-No te preocupes.- pude imaginarla sonreír mientras hablaba. -Estoy acostumbrada a tu perfecta memoria.- bromeó haciéndome sonreír como siempre.

-Creo que los nervios de la escuela afectaron a mi cerebro.

-Te va a ir bien, en serio. No tienes que preocuparte por nada, estaré contigo en todo momento.- sonreí. -António también está ansioso de verte.- dijo en un tono más bajo, casi con disgusto..

-¿António...?

-Es tu vecino, te visitó al hospital algunas veces cuando estabas inconsciente. También está en la escuela. Es relativamente nuevo.

-Entiendo.- una duda cruzó por mi mente, como de costumbre, así que decidí decirla en voz alta. -Oye Mía, ¿quién es Julia?

-Júlia...- suspiró desde el otro lado.  Era como si no quisiera escucharme hablar de ella. Me di cuenta de inmediato de que antes habíamos hablado de ella por su reacción ante lo pregunta. Pero no me atrevía a preguntar sobre qué habíamos hablado. -Hablemos de ella después. Llegaremos tarde a la escuela.- dijo con un tono serio.

-Tienes razón, nos vemos pronto.- cedí, pero no tenía ninguna intención de dejar pasar esta conversación la próxima vez.

-Hasta pronto Alice.- se despidió con un tono más suave. -Paso a buscarte en 20 minutos.

-Vale.- respondí antes de acabar con la llamada y apresurarme a colocarme el uniforme escolar.

A su lado no hace frío. (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora