Fin.

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Narrador

Alice despertó y vio que Mía no estaba en la cama junto a ella, pero eso era algo que pasaba de vez en cuando, la rubia siempre le decía que era porque paseaba a Jake.

La verdad Mía estaba en el hospital en esos momentos. Estaba viendo al doctor al cual llevaba a Alice últimamente.

-Es una niña también.- informó a António y Mía. Ambos se miraron con una sonrisa triste. -Sé que no es mi asunto, ¿pero cuándo planea decirle a su novia que está embarazada del mismo chico?- se dirigió a Mía.

-No le voy a decir algo así.- murmuró Mía, António no dijo nada al respecto.

-Su embarazo de cinco meses ya no es algo que pueda simplemente ocultar. Necesita decirlo.

-Yo me ocuparé de eso. No es su asunto.- espetó frustrada a sabiendas de que era la realidad. Había mentido muy bien y controlado sus síntomas tanto como su cuerpo lo permitió, pero el crecimiento de su vientre no podría ser ignorado pronto.

El doctor suspiró y luego de unas revisiones más Mía y António salieron del consultorio. Jake estaba esperándolos en el auto de António.

***

-No puedo creer que me estés pidiendo eso.- dijo António incrédulo.

-Sólo hazlo, no quiero volver a verte nunca más. Tengo el dinero que necesito, mis padres ya lo saben y ya han regresado de su viaje junto a los padres de Alice. No hay ninguna razón ahora para seguir viéndote.

-Pero estuve contigo en cada consulta médica. Creí que me darías una oportunidad.

-Tu "oportunidad" te la di hace meses en un momento de enojo y terminé embarazada. Si en serio me amas, desaparece.- António asintió con la cabeza y se dio la vuelta dispuesto a irse de inmediato pero Mía puso la mano en su hombro y lo detuvo. -No te acerques a Alice.- murmuró débilmente.

-Te lo prometo, me iré lejos.- aseguró él dándose la vuelta para verla. -Prometeme que cuidarás de ella.- pidió refiriéndose con la mano a su vientre.

-Lo haré.

***

Mía suspiró y caminó dando vueltas con Jake mientras buscaba la forma de decirle a su novia que ella no sería la única en tener un bebé. Pero no había manera de decir algo como eso de la nada cuando ella siempre juzgó a su novia por ello. Miró su vientre y lo acarició mientras pensaba en el desastre que había cometido. Tomó el collar que siempre llevaba puesto, aquel que decía "M+A", y simplemente se lo quitó tirándolo a la calle.

Mía: Te amo, Alice.

***

Cinco años después.

Narra Alice

Un día Mía salió y simplemente nunca volvió. No me respondió los mensajes ni las llamadas, mis padres dijeron que no podían decirme dónde estaba por lo que yo dejé de hablarles. Sus padres perdieron el contacto con los míos eventualmente y nadie nunca me dijo donde estaba ella. António desapareció de la faz de la tierra y ni siquiera Julia me supo decir dónde estaba mi novia. Recuerdo que esos meses fueron horribles, ella no estuvo a mi lado cuando nació mi bebé y tampoco lo estuvo cuando cuando dio sus primeros pasos, no sonrió conmigo cuando dijo sus primeras palabras y no me acompañó cuando la llevé al preescolar, no lloró a mi lado de felicidad cuando Jennifer hacía regalos a mano para el día de las madres y no descifró conmigo las cartas que escribía diciendo lo mucho que me amaba. Me tomó tres años decidir qué hacer con el oso de peluche que me dio y al final se lo regalé a mi hija.

A su lado no hace frío. (Yuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora