-Minaaaa, quiero dormir -se quejo David. Ruedo los ojos con cansancio.
Anoche no dormí porque a Sebastián se le ocurrió largarse a llorar en medio de la noche; me miraba en silencio, dormía, pedía la leche y así sucesivamente.
-¡Tú crees qué yo no! -agarro el teléfono y le marco a mamá.
-¿Diga?
-Susana, ven a cuidar a tu yerno -le digo tratando de no cerrar los ojos. Estoy tan cansada. Hace dos semanas que Sebas está con nosotros. La manada lo ama pero yo más.
-¡¿Qué manera de pedir es esa?! -escucho la risa de papá.
-No me interesa, tengo sueño, quiero bañarme y quiero comerme todo un negocio. Apúrate porque en este momento estoy viendo como David se convierte en una deliciosa carne -mi beta me mira aterrorizado.
-¡Señora apúrese! -grita mientras se tira atrás del sillón.
-Iré pero llevaré la chancla para que aprendas a pedir las cosas -rio entre dientes.
-Soy tu Alfa recuérdalo.
-Y yo soy tu madre, pinche mocosa.
Le corto la llamada y le paso el bebé a David.
-Mi madre ya viene, cuídalo si no quieres que te castre.
-Vale -le aprieta sus cachetitos-. Pero que cucaracha más hermosa.
-¡David! -lo reto.
-Lo sé.
***
🌹🌹Un año después 🌹🌹
-¡Feliz cumpleaños! -gritamos todos al mismo tiempo en el que Sebastián sopla la vela.
-Feliz cumpleaños, cucaracha -David le da un beso en la mejilla y yo le pego en la nuca. Sebas se ríe y hace globitos con su baba.
-No le digas así -Mi madre me hace señas para que vaya. Hay un chico como de mi edad, es pelirrojo y de ojos café. Cuando ya estoy con ellos, saludo seria-. Buenas tardes.
-Hola, Mina -dice mamá mientras le da un pujoncito al chico-. Él es Simón.
-Alfa -asiente con la cabeza.
-¿Necesitáis algo?
-Si, hija. Simón es nuevo en la ciudad y pertenece a la manada Luna solar -me muerdo el labio para no reír.
-¿Y...?
-Pues pensaba que podíamos dejarlo hasta que se vaya en la manada -hace ojitos.
-Bien -digo después de un rato.
David se acerca con el pequeño Sebas, quien estira sus brazitos para que lo tome.
-Mia -me dice enterrando su cabeza en mi cuello. En realidad no se si me dice así porque no le sale mi nombre o por posesivo.
-Si, bebé. Vamos a dormir -le hago señas a mi padre de que me cubra un rato. Total no voy a dormir.
-¡Mina! -me sacuden.
-Mmmh déjenme dormir -me tapo la cabeza.
-No ya es tarde -comienzo a olfatear para abrazar a mi mate.
-¿Dónde está? -grito mientras me levanto.
-Está abajo comiendo puré de manzana, hija -me mira sorprendida mi madre. Seguramente se me habrá cambiado de color los ojos.
-Lo siento. Es que soñé algo horrible -la miro mientras me hace la cama.
-¿Cómo?
-Soñé que la familia biológica se llevaba a Sebastián...
-Tranquila no ocurrirá.
Bajo hacia la cocina. Rio a carcajadas al verlo todo sucio.
-Pero mira nada más el desastre que has hecho, mocoso -agarro papel y lo limpio un poco-. Ya está.
-¿Eso le llamas limpiar? -pregunta papá.
-Sip -le tiro un beso al pequeñín haciendo que salte y se ría de nuevo.
-Ven, niño que me quitara a mi bebé dentro de años -lo mira serio, le saca la lengua y lo lleva a bañar.
Como hace calor lo lleva afuera donde tenemos una ducha. Cada vez que tienes calor, lo prendes y lo usas así con ropa y todo.
Perfecto para bajar calenturas.
Cállate Flopy.
Así se llama mi loba.
-Papá cuidado con la oreja.
-¡Mira, Mina, le encanta! -chilla más emocionado que Sebastián.
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¿Mate o Beta? © TERMINADA.
Werewolf«¡Oh diosa Luna, ¿por qué me haces esto?» Durante siglos lo busqué, y ahora que lo encuentro, miles de problemas se presentan. No puedo sentir esto por dos hombres pero: me es inevitable no enamorarme de ellos. ¿A quién debería elegir? ¿A mi Mate o...