[15]

7.9K 469 19
                                    

Victoria en multimedia.

—¿A quién le iba a pedir un beso, tú? —dijo una voz a nuestras espaldas.

Los chicos miran hacia atrás y empalidecen. Nazareth abre los ojos como platos y comienza a balbucear.

Comienzo a tensarme.

—Se-señor Alpha, él n-no sabe lo que dice —lo miro alarmante y los chicos confundidos.

Mi padre está cruzado de brazos seriamente. Sus músculos se hacen notar y puedo ver que tiene la mandíbula apretada.

—Que no se repita porque de ser así...

—¿Qué ocurre? —dice mi mamá detrás de él sonriendo.

Arde Troya.

Ella había, al parecer, ido a buscar bebidas para los dos.
Sí que estaba linda está noche.

Desde que nací no la he visto estar vestida de este modo. Parece una adolescente aunque de cierta manera lo es por su apariencia.

Mamá mira a todos con el ceño fruncido pero aun con la sonrisa que la hace ver más linda de lo normal. Amo a mi madre. Se queda viendo a Sebastián raramente.

—¿Te conozco? —preguntó fría.

—N-no de ser así jamás me hubiese olvidado de una cara tan linda —dice con gestos bobos al principio pero luego coqueto.

Mi padre aprieta los puños fuertemente y mamá abre los ojos como platos al escuchar eso.
Veo como comienza a olfatear.

—¿Cómo eres capaz de hablarle así a mi esposa? —explota papá y agarra de la cintura a su mujer—. Muchacho mal educado, ¿acaso no te enseñaron a respetar a los demás?

Siguió hablando insultos y mi mamá lo miraba a él y a Sebastián.

Estaba confundido.

¿Por qué no le está gritando? ¿Dónde quedó la chica mala, fría de la que me contó papá?

—David para —le dijo agarrando su codo pero él seguía insultando a Sebastián—. ¡Te ordeno que pares!

Sus ojos, por una milésima de segundos cambiaron a amarillos.

Arrastro un poco más a papá lejos de nosotros y comenzaron a hablar.

—¿Ese era tu padre? —preguntó Tayler.

-Sí, lo es —contesto serio.

—Da miedo.

De repente aparece una chica muy linda.

Ojos marrones al igual que el color de su pelo. Se encuentra mirando seriamente a Sebastián.

—Ya me quiero ir —le dijo pero él estaba mirando a mi padre con los puños apretados. En su mirada pude notar confusión y

C E L O S.

—Claro sólo aguarda un poco, Victoria.

Mis padres se acercan demasiado serios.

—Ethan —llama mi padre—. ¿Puedes olerlos?

-¡Ja! Eres tan viejo que ya te comenzó a fallar el olfato —rio un poco pero me callo al verlo demasiado serio—. Son humanos ¿por?

Mi padre mira a su esposa.

—¿Lo ves? Algo está ocurriendo —dice el beta.

—Averigua todo lo que puedes para mañana en la tarde. Ethan, no cometas ninguna estupidez ¿entendido?

Asiento.

Mi madre se pierde en la pista bailando no sin antes darle una mirada de asco a Victoria. Momento que aprovecha papá para agarrar del cuello de la camisa a Sebastián.

—Escúchame bien. Te quiero muy lejos de mi esposa, estúpido, como yo me entere que no me hiciste caso pasaras un muy mal momento.

Sebastián traga saliva y mira hacia otro lado. Mi padre lo suelta y se va.

—Conseguiré un beso de ella —susurra y se dirige a la pista.

Victoria ríe entre dientes y niega con la cabeza.

—Jamás aprenderá.

—¿Quién eres, bella dama? —susurro en su oído y beso su mano.

—Victoria Monterrey —ríe incómoda. —Soy hermana del idiota ese.

Abro los ojos como platos. Así que es hermana del imbécil.

—No se parecen en nada.

—Lo sé, pero los mellizos no se parecen —dice mirando sus uñas.

—Bueno sí pero siempre tienen un rasgo algo parecido, opinión mía —me mira mal.

—Somos mellizos y punto.

—Vale —levanto las manos—. ¿Quieres tomar algo?

—Agua —muerde su labio inferior.

—Bueno... —me rasco la nuca incómodo. Me despido de mis amigos y nos vamos a la barra.

—¿Eres de por aquí? —pregunta ya tomando su agua.

—Claro. Viví toda mi vida aquí con mi familias.

—Ah, ¿Cuantos son?

—Uffff sólo puedo decirte que bastantes —giro mi cabeza y me sorprendo al ver a la hija de un Alfa aquí.

—Oh.

—Sí —se forma un incomodo silencio.

—¿Cómo es qué tu padre es tan joven? —comienzo a molestarme con esa pregunta.

—No responderé eso —digo entre dientes.

—Oh vamos —comienza a mover mi brazo.

Tranquilo, Ethan.

—Te dije que no —me levanto dejándola sola.

Me enoja muchísimo que quieran saber de mi vida o de la familia gente que no conozco.

Me acerco a la hija del alfa.

—Hola, guapo, ¿bailamos? —pregunta tocando mi cuello.

—Bien.

Mina.

Muevo las caderas al ritmo de la música hasta que siento unas manos en mi cintura.

—David, deja tus celos sólo es un niño —siento como coloca su cara en mi cuello y comienza a besarlo—. Aquí no...

No sé como pero me besa ferozmente. Mi loba esta tan emocionada que muerde su labio inferior. Esto nunca paso.

Agarro de su pelo y lo tiro. Gruñe como si fuera un human... Espera...

¿QUÉ?

Abro lentamente los ojos y me sorprendo.

—¿Qué mierda te ocurre? —le grito dandole una cachetada. Se soba la mejilla sonriendo como bobo.

—Sé que te gusto, linda —quiere besarme de nuevo pero lo aparto.

—Mira, no sé quién seas pero no vuelvas a hacer eso —niega y me da un pico y sale a correr.

¿Qué demonios acaba de pasar?



Gracias por los saludos del otro día.

¿Mate o Beta? © TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora