¿Mate o Beta? © TERMINADA.

[Epílogo]

David.

Años después.

-Vamos, Mina, sé que puedes hacerlo. Sólo un empujón más -habló el doctor.

Las enfermeras iban y venían con un montón de cosas.

Aprieto con fuerza la mano de mi mujer. Mierda, estoy temblando demasiado. Los nervios son tantos que me cuesta respirar.

-¡Ya no puedo! -gritó con frustración mi hermosa Mina llena de sudor.

-¡Claro que puedes, bebé! Sólo un poco más.

Saco mis colmillos y le gruño fuertemente al enfermero que le acaba de decir eso.

Me lanzo encima de él agarrandolo del cuello.

-¡David! -escucho que grita mi esposa pero estoy demasiado enojado como para hacerle caso.

-¿Tus padres no te enseñaron a respetar al mate de los demás? -pregunto brusco.

-Tengo entendido que no es tu mate -sonrió malévolo.

Maldito.

Le apropino un golpe fuerte en su mandíbula. Para que aprenda. Sangre sale de su boca.

-Para que aprendas a respetar, imbécil.

Vuelvo con Mina quien me mira seriamente. Pero luego sonríe tierna y me besa.

-¿Te han dicho que eres bipolar? -sonrío muy cerca de su linda boca.

-Me lo has dicho muchas veces -rió mostrando sus dientes para luego hacer una mueca de dolor.

-Ya viene -murmuró volviendo a abrir las piernas.

****

-Es un varoncito fuerte y hermoso, como yo -digo mientras lo admiro-. Lo hice con mucho amor.

-Lo sé. Salió igual a mí -dijo mientras agarraba la manito de su hermano.

-Tú eres feo, Ethan. Te hice borracho
-comienzo a reír a carcajadas al verle la cara-. Feliz día de los inocentes.

Comienza a negar.

-¿Has sabido algo de tío Víctor? -pregunta con seriedad.

-Sí. Encontró a su mate en California.
Le informó a tu madre que volvería para enero.

-Me parece genial.

-¿Cómo va todo con Blanca? -le pregunto sentandome.

-Bien. Estamos esperando al tercero.

Así es, Ethan por fin encontró a su mate. Lamentablemente, ella es un dolor de cabeza para todos nosotros, obviamente que para él no.

Y me refiero a dolor de cabeza a que no hace nada. Sólo duerme y reproduce.

Ya soy Abuelo por parte de él de dos criaturitas hermosas. Y ahora se viene otro.

Ethan debe tener una maldición o algo por el estilo. Nunca le tocó una mujer buena. Siempre le ha tocado zorras y más zorras. Él es el único que cuida de sus hijos mientras que la madre de mis nietos va al bingo todos los días.

-¿No es la cosita más linda? -le pregunto a Ethan viendo al bebé dormido en mis brazos mientras chupa su pulgar.

Tiene los ojos de Mina.

Ósea, no los de ella. Ustedes entienden.

-Papá -dijo mi hijo con frustración-. Has dicho lo mismo en todos los nacimientos de tus diez hijos.

-Por que todos mis hijos salieron muy guapos -contesto viéndolo de reojo.

-Sí, aja.

-¿Dónde está tu madre? -le pregunto al bebé sabiendo que no va a responder.

Me dirijo a nuestra habitación. Allí está Mina haciéndose la dormida.

-Hola, mami -digo con voz chillona levantando la mano del bebé que recién se despertó-. Papi se cansó de cuidarme. También me hice popo.

Dejo al bebé rápidamente y salgo corriendo. Escucho a Mina gritar mi nombre para luego reírse.

-Hey, Hola -saludo a la pareja. Tomás y Perla.

-Hola papá -ella agacha la cabeza mientras que la de mi nuero se comienza a poner roja.

-¿Qué pasa?

-Nada - responden al unísono demasiado nerviosos volviendo sus caras de color tomate y sueltan sus manos entrelazadas.

-¿Seguros? -pregunto confundido.

-Si-i.

-Perla, ya te he dicho que eres demasiada pequeña para hacer cosas de adultos con tu novio, ¿verdad? -la abrazo por encima de los hombros y la guio a la cocina.

-Sí papá -murmura seria viendo el suelo.

-Entonces espero en que sigas siendo virgen hasta tus ciento dieciocho años
-noto como vuelve a ponerse roja.

Giro mi cabeza como el exorcista. Tomás abre los ojos como platos y comienza a retroceder.

-Sue-Suegrito -Dice temblando.

-Estás muerto.

Bueno espero que les haya gustado el epílogo. Muchas gracias por todo ❤❤❤❤❤.