-¿Eres idiota? -le pregunto a Junior, uno de los alphas de la manada vecina.
-No. -responde seco. Agarro un vaso de agua y le obligo a que la abra. Se niega pero lo termina haciendo.
-Estás cómo deshidratado. No puedes hablar así conmigo -aprieto los dientes y gruño.
-Lo sé -dice serio-. ¿Puedo irme?
-No hasta qué me expliques porqué una chica vino llorando desconsoladamente a mi manada, mejor dicho, a Mi puerta en medio de la madrugada -hago resaltar lo último.
-Pues... no sabría decirte -se hace el confundido. Aprieto la vena de su cuello-. Es mi mate, la rechace.
Abro los ojos como platos al escuchar lo último.
-¡Cómo qué la rechazaste! -grito-. ¿Qué clase de mierdas se te cruzaron por la cabeza esa fea qué tienes?
-¡Por que era una humana! -le pego un fuerte golpe en la nuca. Se la soba un poco mientras aprieta sus puños debajo de la mesa.
-Puto de mierda -digo entre dientes mientras agarro su cuello y le entierro mis uñas filosas cual gato.
-Por qué me dices todo eso? -grita soltándose de mi agarre-. ¿Acaso no recuerdas las reglas de Tu abuelo? Humanos y hombres lobo por separado. ¿Mate humano? Rechazo.
Touche.
Lo miro seria. Eso fue un golpe bajo. Ve mi cara y comienza a reírse.
-Lo has olvidado -se soba el estomago-. Pero que idiota.
-Cállate -me tiro al sillón mientras froto mi cara.
-No me voy a callar, disléxica -se burla de mi "pequeño" problema. Se acerca a mi oido, detrás del sillón, y comienza a hablar-. Los humanos son débiles. Son seres sin corazón que sólo piensan en sí mismos. No se dan cuenta que destruyen al mundo con sus idioteces. -trata de imitar mi voz-. Sí tienes a tu humano contigo lo van a matar sólo por venganza.
Me levanto del sillón.
-No me llenarás la cabeza con tus estupideces -me dirijo a la puerta-. No todos los humanos son así. Qué un maldito cerdo haya violado y matado a tu madre no quiere decir que otros hagan lo mismo.
En el camino me encuentro con David.
-¿Qué ocurre? -miro seriamente a Sebastián, él se encuentra en los brazos de mi beta.
-¿Crees qué todos los humanos son iguales? -me miro serio.
-No todos son iguales, Mina. Eso lo comprobamos aquella vez en el que -lo interrumpo.
-Lo sabía, sólo quería confirmarlo -beso la mejilla de mi mate y camino hacia mi habitación.
-Junior te llenó la cabeza, ¿verdad?
-No soy tan idiota como para creerle -le digo de espaldas.
-No debes preocuparte de nada porque eres el alfa...
-¡Sé qué soy el alfa de alfas! Ponte en mi lugar, David -aprieto fuertemente mis puños y golpeo la pared.
-¡Eso intento! -me grita luego de llevar al pequeño a la habitación.
-Claro que no. Tú no sabes lo mucho que me cuesta dormir por las noches. Tener que estar en alerta a todas horas sólo por el simple hecho de que lo arranquen de mí. Tu mate es una loba.
-Pero es pequeña -susurra mirándome con miedo.
-¡Si pero sabes que nadie se llevará a mi hermana de aquí! -ambos estamos enfrentados cara a cara-.
-¡Eres una estúpida! -grita con sus dientes apretados. Nuestros lobos quieren pelear.
-¡Paren de pelear! -grita mi padre con mi madre atrás-. Ya me perdí de lo que hablaban.
-¡Eso no era lo qué tenías qué decir! -grita mi madre y le pega en la cabeza. Volteamos hacia ella, está con una manguera-. ¿Qué ocurre?
-Nada/ de todo -hablamos al mismo tiempo mi beta y yo. Lo fulmino con la mirada.
-Mina tiene miedo de que se lo lleven a Sebastián -se me cristalizan los ojos.
Yo nunca fui una chica con sentimientos de amor o ese tipo de cosas. Siempre fui fría, me importaba una mierda las cosas de otros. Durante estos años, había olvidado las reglas de mi abuelo.
•Los humanos jamás deben pisar territorios de lobos.
•Rechazar si es humano, vampiro o bruja, luego de tener descendientes hombres.
Sí, mi abuelo era machista. Pero conmigo hubo una excepción. Digamos que mi padre nunca le gusto que mi abuelo dejara a las mujeres fuera de lo que un hombre podía hacer.
•La manada antes que el alma gemela.
•Si no se cumplen las normas anteriores, La manada de éste queda a cargo de la nuestra y se le sanciona la muerte.
¡Cómo me olvide de sacarlas!
-David, manda a llamar a todas las manadas a cargo de mi. Hay reglas que sacar.
-No entiendo nada -dice mi madre.
-Lo haré -dice David luego de unos minutos.
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-Alfas, se preguntaran porqué están aquí -todos asienten-. Bien. ¡Todas las reglas de mi abuelo quedan eliminadas para siempre! Excepto la tres, claro -todos abren los ojos como platos pero cuando van a preguntar entro a la casa.
-¡¿Eso fue todo?! -gritó papá.
-Ehhh, ¿si?
-Bien -atrás de él, mi madre está negando con la cabeza mientras hace círculos a la cabeza de mi padre.
-Sé qué estoy loco, mujer -dice éste.
-¡Mina! -grita un pequeñito.
-¿Si, amor? -lo levanto mientras le doy besitos en su mejilla.
-Afuera están mis padres -lo miro sorprendida. Mis padres jadean al escuchar eso.
-¿Qué-qué? -dice papá.
-Afuera están mis papás. Dicen que quiere que vaya con ellos.
No. Puede. Ser.
En multimedia David (imaginenlo sin barba) y Victoria.
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¿Mate o Beta? © TERMINADA.
Werewolf«¡Oh diosa Luna, ¿por qué me haces esto?» Durante siglos lo busqué, y ahora que lo encuentro, miles de problemas se presentan. No puedo sentir esto por dos hombres pero: me es inevitable no enamorarme de ellos. ¿A quién debería elegir? ¿A mi Mate o...