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Mina.

Y aquí estábamos esperando al doctor para realizar la ecografía.

-Buenos días, Alfas.

-Buenos días -contestamos al unísono.

-¿Y qué quieren que sea? -preguntó mientras acomodaba las cosas algo ¿nervioso?

Miro a David mientras él aprieta mi mano. Últimamente ha estado muy pegado a mí.

Por las noches mientras duermo, puedo escuchar y sentir cuando coloca su cabeza en mi vientre y ronronea, sin olvidar que habla todo el tiempo con Cosita.

-Que sea lo que quiera ser, lo amaremos igual -contestó mi hombre.

Rio un poco provocando que ambos me miren raro.

Soy muy graciosa.

-Lo que dijo David -sonrío mostrando mis dientes.

Pero de inmediato se va en cuanto siento la mano de él en mi pierna. Siento una oleada caliente ponerse en mi cara. Le doy un manotazo.

-Es algo grande su panzita para ser un bebé. ¿Ha estado haciendo dieta? -dijo el doctor.

-No/Sí -miro traicionada a David.

-Claro que lo hago: como lechuga, verduras, carnes, y agua -enumero.

Aprieto mis puños en cuanto escucho como David ríe a carcajadas.

-¿Dieta? Doctor, eso no existe para ella. No para de comer, se la pasa guardando dulces debajo de la cama.

Miro furiosa a David.

Me cruzo de brazos mientras muerdo mi labio inferior. Siento como mis ojos empiezan a aguarse.

No es mi culpa tener hambre.

-¿Estás llorando? -pregunta el bobo viéndome preocupado y culpable.

-No si me estoy deshidratando por mis ojos -sollozo.

-Bebé, perdóname por favor -me abraza fuertemente y limpia mis lágrimas-. Prometo comprarte toda la tienda de dulces y mucha de tu comida favorita además de helado.

Sonrío mientras le doy un beso.

-Está bien -digo, feliz.

-Manipuladora -murmura.

-¿Qué haz dicho? -pregunto viéndolo seria.

-Nada -sonríe nervioso mientras niega repetidas veces.

-Alfa, recuestese en la camilla y suba su remera -hago lo que me pide mientras escucho como alguien gruñe.

El doctor pasa un liquido por mi estomago, luego coloca un artefacto y empieza a moverlo.

-Míos -David comienza a gruñir mientras ve como el doctor toca mi panza.

Suspira cansada mientras agarro una oreja de él, ya que está sentado al lado mio.

-David deja tus celos un rato ¿sí? O tendré que cortarte a tus amigos -amenazo, me ve con cara de cachorrito.

Se me hacen agua los ojos al escuchar un pip pip... pip pip... pip pip....

Miro a David quien está un mar de lágrimas.

-¿Ven eso? -pregunta el doctor señalando algo.

-Parece una nuez -susurra David. El doctor y yo lo vemos confundidos-. ¿Qué?

No contestamos nada.

-Ya que el señor no vio, les contaré. En hora buena, Alfas, tendrán mellizos.

Tapo mi boca mientras sigo sollozando. Me sobresalto al escuchar un grito eufórico.

-¡¿Escuchaste eso, Mina?!, ¡Tendremos mellizos! -asiento mientras beso muchas veces al hombre que amo.

-¿Ves? No comia tanto por nada -rio mientras lo veo saltar por todos lados.

Pero la felicidad no es para siempre.

-¡Doctor, mi hijo está por nacer! -escucho una voz muy conocida que habré la puerta.

Mi padre.

¿Mate o Beta? © TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora