¿Mate o Beta? © TERMINADA.

[25]

Narra Mina.

Suspiro viendo el techo. Hace seis minutos acabo de despertarme en una camilla dentro de una habitación toda blanca. Al principio me asuste pero luego unos médicos me dijeron que me tranquilizara, que todo estaba bien.

¿Qué me ocurre?

Recuerdo que comía mientras discutía con Nazareth y luego unas ganas de vomitar me habían atacado sin avisar.

Me sobresalto al escuchar a alguien entrar a la habitación. Suspiro aliviada en cuanto veo la cabeza de David. Entra en la habitación con una cara de tremenda felicidad. Corro mi vista de él. Ojalá pudiera estar así.

Siento como golpea mi hombro, giro para verlo pero cierro los ojos en cuanto siento sus labios con los míos. De nuevo mi alma vuelve a mí. Agarro sus mejillas para profundizar el beso.

Rio entre medio de este cuando siento como acaricia mi panza con sensibilidad increíble.

-¿Qué haces? -susurro riéndome.

-¿No te lo dijo el doctor? -acaricia mi nariz con la suya con los ojos cerrados. Niego con la cabeza-. Estoy embarazado, Mina.

Paro de reír en cuanto lo escucho.

-¿Qué? -digo confundida-. ¿Has estado fumando? -agarro su cara mientras veo sus pupilas.

-Mina -me reta viéndome serio.

-Es que es imposible que estés embarazado, David. Eres hombre.

-No bobita, tú estás embarazada -abro mis ojos como platos al escucharlo-. Vamos a tener un hijo otra vez.

Se me llenan los ojos de lágrimas mientras niego.

-No mientas -sollozo.

-No lo hago, amor -susurra dolido.

-¿Entonces por qué dices que será niño? -lo miro burlona-. También dijiste que iba a ser niña y salio una cosita con una manguerita colgando de sus piernas.

Reímos a carcajadas. David besa toda mi cara mientras me dice cosas bonitas. Lo abrazo fuertemente.

-Te amo tanto, ángel -ronronea como un gato en mi cuello-. Nadie nos va a separar.

-Yo también te amo, Patch -beso su mejilla mientras lo hago acostarse al lado mio.

Desde que leímos ese libro los dos juntos, decidimos decirnos así, sé que no es original pero amo hacerlo con él.

-¿Qué pasará con nuestros mates? -pregunto y siento como se remueve incómodo.

Acerca su boca a mi oído y comienza a contarme.

***

-¿Es que tú estás loco? -le grito.

-Lo siento, bonita, pero es que no tenía otra opción. Yo quiero estar contigo sin estar atado a alguien -se aleja un poco para que no le pegue con un almohadón.

-Pero David -le reprocho mientras me siento en la camilla haciendo un puchero.

Él me abraza por la cintura.

-Pudo haber sido otra cosa. Eso vuelve, Mina.

-Lo sé -bufo-. Maldita aprovechada sin vergüenza.

-Ya no te pongas mala que le hará daño al bebé -dice acostándome y besa mi vientre-. Hola cosita hermosa, papá te ama mucho -susurra-. ¿Qué has dicho? ¿Qué mamá es preciosa y sexy?

Me sonrojo al escuchar eso mientras sonrío.

-Ya David -rio mientras tapo mi cara.

-¿Qué dije de malo? El bebé lo ha dicho -comienza a hacerme cosquillas mientras besa mi cuello.

-Para que me voy a hacer pis -digo apenas riendo a carcajadas.

-Bien.

Giramos la cabeza hacia la puerta. Es Ethan, quien al verme con la remera levantada un poco más abajo del pecho grita.

-¡Ya volvieron los conejos en celo! Pobre ese chico ahí adentro -niega apuntando mi vientre.

-No estábamos haciendo nada, Ethan -le informa David.

-Eso mismo me dijeron el día en el que le subieron la tele a todo volumen para que no los escuchará -nos fulmina con la mirada.

-Saluda a cosita, Ethan -dice David mirando embobado a cosita.

-Que nombre más raro -niega mi hijo.

-Deja de ser negativo, insecto -ay no ya van a empezar.

-¿A quién le dices insecto, teñido? -le dice a su padre con sus manos en la cadera.

-No soy teñido y lo sabes.

Me levanto de la camilla algo apurada al baño. Expulso todo lo que quiere salir. Siento como alguien agarra mis cabellos mientras me dice que ya pasará.

-Ya estoy bien -digo levantándome y lavo mis dientes con unos cepillos nuevos embolsados listo para usar.

-¿Siempre será así? -dice Ethan.

-Así es, campeón -David palmea su espalda-. Será así por nueve meses ya que un hijo de un Alfa o futuro Alfa dura nueve meses para que el cachorro nazca fuerte mientras que el de los demás lobos sólo cinco.

Fruncimos el ceño al escuchar eso.

-¿Osea qué...? -dice Ethan.

😱😱😱😱¿Qué piensan?

Me da ternura estos capítulos.

Alguna vez pensaron que pasaría si se embarazaran a temprana edad, primero mi madre me ahorca y luego me apoya.